La ansiedad que hasta hace pocas semanas atravesaba a la dirigencia de la coalición opositora, parece haber cedido a la espera de que “el peronismo mueva las piezas” (o “muestre las cartas”, según el interlocutor).
Es un pequeño respiro en el espacio que hace tres años implosionó y regaló a Hacemos por Córdoba la Municipalidad de Córdoba, desde donde se apuntala al principal candidato que tiene el peronismo en cancha: Martín Llaryora.
Aunque no es unánime, prima la idea en Juntos de “sujetar la fecha para definir candidatos a la convocatoria a elecciones”, trámite que depende de la lapicera del gobernador Juan Schiaretti.
En otras palabras, éstas de un dirigente del PRO, “esperar a que el peronismo muestra alguna de las cartas que tiene”.
Y como lo que Juntos quiere saber es cuándo se va a votar (y si las elecciones en la ciudad de Córdoba irán pegadas), una buena parte de la conducción pretende que la definición de los candidatos se extienda hasta el otoño próximo.
¿Quiénes prefieren estirar el tiempo de las definiciones?
El PRO, sin dudas. Los amarillos no tienen candidatos instalados a nivel provincial, pero esperan ser parte de la oferta en las principales ciudades de la provincia.
Rodrigo de Loredo, para prolongar la definición de a qué será candidato, ecuación en la que pesará las adhesiones que logre acumular. “Somos lo que medimos”, dicen cerca del diputado nacional.
Aunque Luis Juez preferiría alambrar su candidatura lo antes posible, reconocen en Juntos que “estirar los plazos le sirve para no tener que dar precisiones” respecto de un eventual plan de gobierno. “Ese es su punto más débil, según los estudios que estamos viendo. Lo importante para él es mantenerse al tope de las encuestas; está en su techo”, aclaran.
En este contexto, las reuniones para definir la letra chica del reglamento para elegir candidatos bajaron varios cambios: de frenéticas a parsimoniosas.
“El reglamento está al 90 por ciento, falta que se sienten los que dirigirán la estrategia final y se pongan de acuerdo en lo importante”, dice unos los redactores, al pasar la responsabilidad política a los jefes partidarios.
Otro aclara: ”El desafío del reglamento es cerrar hendijas para que no nos arrastren a Tribunales”, sabiendo de la gimnasia de la UCR para judicializar cualquier interna. El objetivo es que la interna radical se mantenga “tranquila”, “equilibrada”.
“Al reglamento hay que tenerlo para que nadie pueda romper Juntos por el Cambio, pero la idea general es definir los candidatos con encuestas”, es una opinión ante la falta de certezas. Si es por encuestas, también deberá explicitarse el método.
La definición no es sólo de las principales candidaturas. Se requiere un sistema para “ordenar la lapicera” que armará las listas de legisladores provinciales y concejales en la ciudad capital y centenares de localidades.
La fecha, clave
En este marco, otra carta que Juntos espera ver es si, como se especula, la elección en la ciudad de Córdoba irá pegada a la provincial. Se trata de un punto neurálgico para definir la estrategia.
Finalmente, hay una pieza que, de moverse, determinaría casi todo: un posible acercamiento de Schiaretti a la coalición a nivel nacional.
“Salvo sentarse con el kirchnerismo, hay diálogos avanzados y cruzados de los principales dirigentes de Juntos con referentes del llamado peronismo republicano. La opción del centro hoy es viable”, es el análisis de un radical que pasó la semana en Buenos Aires.
