El exconcejal del PJ y entonces funcionario de la Municipalidad de Córdoba, Guillermo Kraisman, quien se encuentra detenido en la cárcel de Bouwer, en el marco de la investigación de la causa conocida como “la empleada fantasma” de la Legislatura de Córdoba, pidió acogerse a la figura de arrepentido.
Desde la defensa del exdirector municipal confirmaron que Kraisman solicitó hacer este pedido a la Justicia después de que en la cárcel sufriera el robo de una campera y de dinero por parte de otros internos que lo abordaron con “facas”.
Desde hace unas semanas, la defensa del exconcejal advierte sobre el grado de hacinamiento en Bouwer y, luego, el robo. “Son cinco o más detenidos en una celda”, confiaron desde el entorno de Kraisman, preocupado por la vida del dirigente justicialista en la cárcel.
Kraisman está acusado de tentativa de defraudación calificada a la administración pública. Su imputación se agravó en marzo pasado, cuando el fiscal del fuero Penal Económico y Anticorrupción, Franco Mondino, solicitó la prisión preventiva de Kraisman y también acusó a Luciana Castro, la exempleada municipal que lo acompañó en el intento de extraer dinero ajeno.
El dirigente peronista había intentado retirar un millón de pesos con el DNI de una mujer que había sido contratada por la Legislatura de Córdoba.
Kraisman había concurrido a mediados de enero al banco con Castro, quien se desempeñaba hasta ese momento como encargada de un polideportivo municipal. Más precisamente, el 16 de enero Kraisman intentó con un DNI no vigente de Virginia Martínez, la contratada “fantasma” de la Legislatura, percibir el salario de diciembre y el medio aguinaldo de esta mujer.
Luego se conocería que la legisladora oficialista Nadia Fernández había autorizado el contrato de Martínez y que al advertir que no cumplía con su tarea, dio de baja la relación contractual.
Este contrato fantasma derivó en que la vicegobernadora Miryan Prunotto solicitara que en enero todos aquellos contratados de la Legislatura se presentan para rubricar esta relación.
Desde un comienzo Kraisman se presentó a las audiencias en la Justicia junto con Castro, aunque en esta oportunidad decidió acogerse a la figura del arrepentido. Para esto, la defensa del exconcejal ensaya fundamentos en los que Kraisman aportaría información de otros contratados.
En su entorno político aseguraron que el dirigente del PJ “sintió que sus compañeros de la Capital le soltaron la mano”, por lo que esto enojó al exconcejal, que terminó por pedir en la Justicia acogerse a la figura del arrepentido.
A comienzo de mayo, la legisladora Fernández se presentó en los Tribunales de Córdoba en calidad de testigo por una convocatoria del fiscal Mondino.
Según se informó, la legisladora había presentado previamente un escrito detallando cómo fue la contratación de Martínez. Pero, el fiscal Mondino la convocó para que respaldara ese descargo y ofreciera mayores precisiones sobre el caso, siempre en calidad de testigo.
Antes de ingresar al despacho del fiscal, Fernández dialogó con la prensa y afirmó sentirse “engañada”. Atribuyó la contratación de la persona por una recomendación de Kraisman, el dirigente del PJ detenido.
Fernández aseguró enfáticamente que “en la Legislatura no hubo, no hay ni habrá empleado fantasma”, y aseguró que “es la principal interesada en que esta investigación llegue al fondo de la verdad”.
Por estos días, Kraisman permanece detenido en un módulo con condenados, donde se dio la situación de robo de sus pertenencias. “Quiere hablar porque tiene cosas para contar y espera que el fiscal lo escuche”, confiaron desde el entorno del exconcejal.