El Ieral-Fundación Mediterránea alertó que existe el riesgo de que el segundo semestre de este año “se parezca al primero de 2022″, un período en el que emergieron con fuerza desequilibrios en la economía que determinaron la llegada de Sergio Massa al Ministerio de Economía.
Es decir, indica el trabajo elaborado por Jorge Vasconcelos, economista e investigador jefe del Instituto, la inflación reprimida continuará metiéndole presión al escenario, con lo cual el Gobierno debería encarar nuevos recortes de gasto, en medio de un escenario electoral.
La inflación de enero se “calienta” con subas en distintos rubros en Córdoba
A medida avance el año que acaba de comenzar “podemos encontrarnos con un escenario de marcada fragmentación política, en lugar del mando único de los últimos meses”, interpreta el análisis del Ieral.
Con los recientes datos de IPC y, dado el nivel actual de la tasa de interés, los depósitos bancarios podrían seguir acumulándose a buen ritmo en la primera parte de 2023. “Pero la inflación reprimida seguirá acumulando presión”, alerta el trabajo.
De acuerdo a estimaciones de Ieral, “hay al menos un 20 % de brecha entre el índice de precios y variables clave, caso de salarios, tipo de cambio y tarifas”, de acuerdo con una serie que tiene como base fines de 2018.
“Esto sin computar la ampliación de la brecha cambiaria. Por ende, es altamente probable que hacia mediados de año opciones financieras más vinculadas a dólar oficial e inflación prevalezcan sobre la tasa de interés”, recalca.
Dólar o tasas
Dependiendo del contexto político, estas alternativas puedan ser buscadas por dentro o por fuera del sistema bancario.
De la mano de una cosecha de granos que en 2023 puede estar 9 mil millones de dólares por debajo de la de 2022, el recurso del dólar soja “puede ser menos predecible, con los productores demandando un premio mayor al 32 % de diferencia que hubo en diciembre con el tipo de cambio oficial”, recalca el análisis de Vasconcelos.
YPF subió 4% sus combustibles y mete presión a la inflación
“En este último caso, la emisión monetaria por el plus será potenciada, al tiempo que no habrá cómo recuperar reservas en el segundo semestre, con los silobolsas vacíos”, describió.
Si la inflación en el primer semestre dejara de ser un factor decisivo de recaudación impositiva, entonces el gobierno, frente a previsibles dificultades para refinanciar los vencimientos de deuda interna, “tendría que operar sobre el gasto público, con menos subsidios y planes sociales”, entendió al analista. Esto fragilizaría “aún más la cohesión del oficialismo”.
Parecido a lo que pasó
“Los riesgos del segundo semestre del 2023 tienen que ver con el hecho que los desequilibrios de la macro no se han corregido. Más bien, estamos atravesando un período en el que se exploran nuevos límites para financiarlos (Banco Central como prestamista de última instancia para el Tesoro, dólar soja y demás), en un contexto hasta hace poco tiempo muy favorable en clima y en precios internacionales de los commodities”, ahonda.
En 2022, el flujo de comercio exterior (la suma de exportaciones e importaciones) fue de 172 mil millones de dólares, el 26,8 % de un PIB que, medido a precios corrientes, fue superior a los 640 mil millones.
El tema es, en parte por la sequía, la suma de exportaciones e importaciones apunta a los 146 mil millones para 2023, “una base demasiado estrecha para sostener un PIB del tamaño del año pasado”.
