Tras más de dos años desde la primera aprobación en la Cámara de Diputados, la boleta única de papel (BUP) quedó a un paso de convertirse en ley nacional este martes con votos del oficialismo y los bloques dialoguistas. El nuevo instrumento de votación, que en Córdoba rige desde 2011 a nivel provincial, reemplazaría desde el año próximo a la tradicional boleta partidaria.
El proyecto recibió dictamen favorable en un plenario de comisiones de Asuntos Constitucionales, Justicia y Presupuesto, y de esa manera quedó listo para ser votado en la sesión de este martes. Los diputados (salvo Unión por la Patria y la izquierda, que rechazaron el cambio de sistema) avalaron los cambios que introdujo el Senado.
El dictamen recibió 67 firmas, de las cuales 14 fueron con disidencias (de la UCR y Encuentro Federal). Fue tras una reunión entre el presidente de la Cámara baja, Martín Menem, y jefes de las bancadas dialoguistas, donde se acordó respetar las modificaciones de la Cámara alta.
La discusión principal giró en torno al casillero de voto de la lista completa. El oficialismo lo había eliminado en el Senado por presión de partidos provinciales, sin los cuales se frustraba la aprobación. En Diputados un sector buscaba restituir esta opción, pero no logró imponerse y La Libertad Avanza decidió respetar lo acordado en el Senado.
“Esto perjudica el acceso a la información del elector, que es un derecho. Nos quedamos con sabor a poco en este dictamen”, protestó la bonaerense Karina Banfi (UCR), vicejefa del bloque radical. Apuntan a reabrir la discusión después de la elección de medio término, cuando llegue el turno de la próxima elección ejecutiva y exista la posibilidad de que el candidato presidencial “arrastre” votos.
El diseño de la boleta única será el que implementó Mendoza en 2023: en las filas horizontales estarán los cargos electivos, y en las columnas verticales, las agrupaciones políticas (en Córdoba es a la inversa). El elector deberá marcar los casilleros de los candidatos de su preferencia.
“La boleta única no solamente va a garantizar la oferta de todos los partidos políticos y les va a dar igualdad para competir y libertad al elector de elegir la opción que quiera, sino que le va a dar al sistema una enorme integridad. Es una herramienta muy poderosa para disminuir el rol del dinero en la política”, argumentó Silvia Lospennato.
Por La Libertad Avanza, el correntino Lisandro Almirón, denunció que a lo largo de la historia “se han financiado partidos políticos para solventar parásitos de la política que han perjudicado muchísimo el sistema de partidos políticos”. También admitió que el casillero de voto por lista completa, que no figurará, “simplifica mucho y elimina la posibilidad de confusiones”.
Desde la Coalición Cívica, Juan Manuel López recordó que “históricamente el Senado intentó trabar” la boleta única por el dominio del peronismo, que “ha hecho del clientelismo parte de su capacidad electoral”. También enfatizó que “le vamos a dar independencia” a la provincia de Buenos Aires con el fin del negocio de los “punteros”.
Por su parte, la radical Carla Carrizo recordó que “acá hay una construcción política que inició hace dos años con 18 bloques”, cuando Javier Milei era diputado. “Me parece bien que el Gobierno participe, pero no que se apropie”, diferenció.
El jefe de Unión por la Patria, Germán Martínez, defendió el actual sistema de boleta partidaria y advirtió que “no tenemos antecedentes en democracia de objeciones a resultados electorales”. Y sintetizó: “Aunque quedemos solos en este plenario y en el recinto, a la democracia, a los partidos políticos y a la militancia política los vamos a seguir defendiendo igual”.
