En el muy complicado contexto económico nacional, los números de la Provincia, en general, se advierten como controlados. En lo que va del año, los ingresos siguieron creciendo sobre la inflación (con la coparticipación como principal recurso) y el ahorro primario permanece como el pilar fundamental sobre el que se asienta la estructura financiera del Panal.
Con ese superávit primario y toma de deuda finamente seleccionada y focalizada en organismos bilaterales y fondos árabes, el Centro Cívico incluso tiene margen para avanzar en un ambicioso plan de obras de cara al año electoral que se viene.
Por otra parte, al menos por lo que resta del año, la deuda más importante, encabezada por los cuatro grandes bonos en dólares (tres de ellos refinanciados en 2021), sigue “adormecida” gracias a que el tipo de cambio oficial aumenta muy por debajo de la inflación y de la recaudación de la Provincia.
Sin embargo, hay un punto débil en las finanzas provinciales: el déficit de la Caja de Jubilaciones, Pensiones y Retiros de Córdoba, que por un veinteañero acuerdo de armonización inconcluso y remendado varias veces con la administración central se cubre con envíos nacionales.
El problema es que esas transferencias, independientemente de quién esté a cargo del Gobierno nacional, llegan tarde y desactualizadas, por lo que el “agujero” debe ser cubierto por fondos del tesoro provincial en una ingeniería financiera que, en tiempos de crisis, se hace más compleja.
La deuda por la Caja
El último cálculo de la Provincia, actualizado hasta el 31 de agosto, dice que la Administración Nacional de Seguridad Social (Anses), organismo encargado de materializar los envíos a las cajas no transferidas, adeuda a la Caja más 46.099 millones de pesos por las diferencias entre los anticipos girados y el déficit previsional calculado por Córdoba de los años 2020, 2021 y los primeros ocho meses de 2022.
El monto crece un 65% si se actualiza y los 46 mil millones se transforman en 76.223 millones, dicen desde el Ministerio de Finanzas provincial.
Para tener un punto de comparación, los 76 mil millones equivalen a casi el doble de lo que la Nación envió entre enero y julio para cubrir el déficit de las 13 provincias con cajas no armonizadas (39.190 millones de pesos, según el Presupuesto Abierto).
La actualización aplicada es el coeficiente de estabilización de referencia (CER) y obedece a que los montos de los pagos de Anses se siguen calculando sobre la base del déficit del año 2019.
Desde la Nación aseguran que la Caja de Jubilaciones local ha seguido recibiendo en tiempo y forma los anticipos a cuenta para cubrir el “rojo” entre lo que ingresa por lo que se les descuenta a los empleados en actividad y el pago de las jubilaciones y pensiones provinciales, cuotas que la Provincia reconoce haber recibido, pero que considera completamente desactualizadas.
Pagos y diferencias
Según la Provincia, Anses debía cubrir 24.851 millones de pesos en 2020, 30.053 millones en 2021 y 20.035 millones en 2022 (hasta agosto).
De esos totales, Córdoba sólo recibió como pagos a cuenta por 7.399 millones en 2020, 12.864 millones en 2021 y 8.576 millones (en lo que va de 2022). En todos los casos, a valores corrientes, es decir, sin actualizar con la inflación.
Así, en porcentaje, y de acuerdo con los cálculos del organismo provincial, Anses aún debe el 70,2% del déficit de 2020 y el 57,2% de los “rojos” de 2021 y de lo que va de 2022.
Si se toman los 32 meses completos, desde enero de 2020 a agosto de 2022, la Caja recibió apenas el 38,5% de lo que le corresponde por los acuerdos y leyes de armonización firmadas.
De allí surgen los 46.099 millones de pesos que, actualizados, totalizan 76.233 millones.
Reclamo
Una pelea sin fin
El plan de ajuste que seguramente será parte de la estrategia de Sergio Massa en el Ministerio de Economía encendió las alarmas en la administración de Juan Schiaretti.
Es que si bien el grueso de los recursos que llegan desde la Nación están asegurados por la Ley de Coparticipación, la Caja sigue siendo un eslabón muy débil.
Hay incontables antecedentes de fricción por este tema entre las dos administraciones. De hecho, estos fondos fueron el núcleo de la pelea Nación-Provincia en tiempos de Cristina Fernández en la Casa Rosada y José Manuel de la Sota en la vieja Casa de la Tejas. “El conflicto por la Caja parió el ‘cordobesismo’”, aporta un exfuncionario provincial hoy dedicado a la consultoría en el ámbito privado, recordando que el reclamo no fue sólo administrativo y que llegó hasta la Corte Suprema.
En esta línea, en el Panal entienden que los aportes del tesoro nacional, los ATN, seguirán siendo esquivos para Córdoba, toda vez que la Provincia estuvo a la zaga de estas transferencias discrecionales en 2021 y lo que va de 2022.
Por todo esto, no es casual que, el schiarettismo en el Congreso Nacional haya preparado un proyecto de ley que apunta a regularizar el sistema de ajuste y el envío de las transferencias de Nación a las cajas previsionales.
El objetivo es evitar que este problema crónico perdure en el tiempo y continúe siendo una grieta por donde se pierdan fondos de ésta y de futuras administraciones provinciales.
La postura de la Nación ha ido cambiando según quién esté sentado en el sillón de Rivadavia, aunque, en general, apunta a criticar que Córdoba no haya armonizado un 100% su sistema previsional con el nacional.
La posición de Córdoba es que la Anses debe hacerse cargo del déficit del sistema previsional cordobés como si hubiera sido transferido a la Nación, y que sólo esa diferencia (los jubilados provinciales cobran mejores haberes) sea cubierta por el Estado provincial.
Reforma previsional
La reforma previsional del 2020 aplacó el impacto del déficit de la Caja en las cuentas del Panal, pero estuvo lejos de solucionarlo. Según Osvaldo Giordano, ministro de Finanzas de la Provincia, los cambios “partieron de un estudio actuarial que mostraban un fuerte empeoramiento de la situación financiera para las próximas décadas”, porque “el gasto se expandía en función del alto crecimiento en el empleo público de hace unas tres décadas y el envejecimiento demográfico”.
“En función de eso, y contemplando las limitantes legales y políticas, los cambios que introdujo la ley buscaron mejorar la solvencia financiera de la Caja”, agregó el funcionario de Schiaretti.
Según Giordano, no tuvo un objetivo de corto plazo sino que apuntó a darle a la Caja “solvencia de largo plazo”. “De todas formas, la reforma logró morigerar el déficit, reduciendo el gasto previsional entre un 6% y un 9% en 2020 y 2021″, calculó.