En materia económica, el primer año de Martín Llaryora al frente del Gobierno de la Provincia de Córdoba estuvo cruzado por la mayor crisis en dos décadas en el país.
La devaluación de diciembre que disparó –aún más– la inflación y la decisión de la Casa Rosada de recortar subsidios (transporte, energía), obras (se cancelaron todas) y otras transferencias clave (especialmente la de la Caja de Jubilaciones), obligó al flamante inquilino del “sillón de Bustos” a volantear a horas de haber comenzado el mandato.
Para peor, cuando la inflación empezó a ceder desde el techo del 25,5% de diciembre, el nivel de actividad se desplomó. Esto es grave grave para las finanzas de Córdoba porque más de ocho de cada 10 pesos que ingresan están vinculados a impuestos que dependen de una economía “caliente”.
La coparticipación de IVA y de Ganancias, junto a la recaudación propia de Ingresos Brutos, conforman el entramado tributario que sostiene la economía cordobesa, y todos cayeron incluso por debajo del 20% real en los meses más complicados.
“Los primeros seis meses fueron problemáticos, pero pudimos sacar el barco adelante”, metaforizó esta semana un funcionario llaryorista que se estaba preparando para asistir a una de las tantas inauguraciones organizadas por la Provincia en estos días. “Fijate que Milei cortó de cuajo los subsidios al transporte y aun así se mantuvieron los boletos sociales; hubo conflictos con los gremios, pero poco a poco logramos empezar a recomponer salarios sin afectar las cuentas; no dejamos de pagar deuda y hasta donde se pudo, también se continuaron obras en esos primeros meses”, resumió el informante y agregó, no sin inocencia: “Si con esta crisis pudimos hacer todo esto, imaginate si hubiéramos tenido el contexto que tuvo Schiaretti cuando empezó”.
Hablando de obras, hasta junio, último dato disponible (las publicaciones oficiales del Ministerio de Economía y Gestión Pública se demoran notoriamente más con esta gestión), la inversión real directa (IRD) cayó un 66% (descontando la inflación) si se compara con los primeros seis meses de 2023. Es cierto que la vara de comparación es alta porque el año pasado la Provincia estaba en plena campaña.
Cambios
Con el frente gremial mejor posicionado y la inflación estabilizada desde el Palacio de Hacienda, el escenario comenzó a cambiar tras el primer semestre. Aunque casi no hay datos económicos del tercer trimestre, todo indica que la inversión en obra pública comenzó a despegar y se espera que siga ese camino en los meses siguientes.
De hecho, esta semana, el ministro de Economía, Guillermo Acosta, logró una exitosa colocación de títulos en pesos por $ 120 mil millones destinados exclusivamente a la realización de obra pública.
Los números “grandes” de los primeros seis meses de la gestión de Llaryora dicen que los ingresos crecieron por debajo de la inflación, pero que a partir del recorte del gasto, logró mantener el equilibrio fiscal: $ 802 mil millones de ahorro primario (-10,2% interanual real) de la Administración Pública No Financiera (APNF). En el contexto crítico de las finanzas nacionales, no es para nada un mal resultado. Más positivo fue el resultado financiero (incluyendo en el cálculo las fuentes y aplicaciones financieras): $ 596,5 mil millones en positivo, 63,8% por encima de la inflación.
Al ahorro llegó recortando gastos corrientes, como salarios públicos, erogaciones operativas y jubilaciones; y, como está dicho, en inversiones de capital.
Objetivo 2025
En el Presupuesto 2025, la idea es apostar por una fuerte inyección en obras. Según explicó el Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos en la exposición de esta semana en la Unicameral, las erogaciones en trabajos públicos crecerán un 44% real en comparación con 2024. Fue en la reunión conjunta de las comisiones que tratan los tres proyectos que conforman la “ley de leyes”,
Por áreas, energía y gasoductos absorberán el 38% del presupuesto; obras viales, el 33%; agua y saneamiento, el 19%; y escuelas hospitales y edificios comunitarios, el 10% restante. En total, la Provincia de Córdoba ejecutará 492 obras.
Uno de los puntos pendientes mirando la gestión de Llaryora hacia adelante es la necesidad de comenzar a resolver la abultada deuda que la Nación mantiene por la cobertura del déficit crónico de la Caja de Jubilaciones. Se espera que esta semana el Ejecutivo envíe a la Unicameral un proyecto para adherir al programa de compensaciones de deudas y acreencias con la Casa Rosada. Córdoba reclama, sólo por la Caja previsional, más de $ 700 mil millones. En paralelo, otros U$S 200 millones por obras no saldadas.
-12,1%: caída de los envíos nacionales
Entre enero y noviembre, la Provincia recibió en concepto de coparticipación y otros envíos automáticos $ 3,2 billones, un 12,1% menos que en los mismos meses de 2023, descontando la inflación.
$ 700 mil millones de deuda con la Caja
Uno de los grandes “agujeros” aún no cerraros es lo que Córdoba le reclama a la Nación por la Caja de Jubilaciones: más de $ 700 mil millones.