El resultado de las elecciones en Neuquén, donde se impuso el candidato Rolando Figueroa con apoyo del PRO, y la posibilidad de una alianza con Javier Milei a nivel nacional volvieron a hacer crujir a la alianza Juntos por el Cambio, con nuevos cortocircuitos y pases de factura entre sus dirigentes.
El “batacazo” de Figueroa, quien logró romper con la hegemonía de más de seis décadas del Movimiento Popular Neuquino, significó un importante punto a favor para el expresidente Mauricio Macri, quien le había dado su bendición al candidato que finalmente ganó la gobernación.
El PRO le quitó apoyo al postulante que llevó el sello de Juntos por el Cambio, Pablo Cervi, que quedó quinto. Cervi pertenece a Evolución Radical, el espacio liderado por Martín Lousteau, y tenía el visto bueno de la fundadora de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, quien le restó optimismo a las celebraciones del partido amarillo.
“La verdad es que Juntos por el Cambio perdió. Los que ganaron son los que fueron en boletas dentro del partido de Figueroa. A Juntos por el Cambio lo desmembraron”, disparó en declaraciones a La Nación +, luego de que tanto Macri como Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta se subieran a la victoria de Figueroa.
Una de las que quedó más expuestas fue Bullrich, quien se había resistido a apoyar a Figueroa y ahora festejó su triunfo: “¡Felicitaciones al PRO de Neuquén por acompañar la lista de Rolo Figueroa, nuevo gobernador de la provincia, y a todos aquellos que resultaron electos por nuestro partido!”.
“Patricia, no apoyaste al PRO y tus referentes fueron funcionales a los que gobiernan Neuquén hace 60 años. Los hechos dicen más que las palabras”, la cruzó por Twitter Leticia Estévez, candidata a diputada provincial por la colectora del PRO y alineada a Rodríguez Larreta.
Por otra parte, en Río Negro, donde se impuso como gobernador Alberto Weretilneck (por un margen menor al esperado), Juntos por el Cambio también fue dividido. Allí la UCR acompañó al candidato ganador en una colectora, y el sello de la coalición lo llevó Aníbal Tortoriello, del PRO, quien se ubicó segundo.
El “factor Milei”
Como si no fuera suficiente con las divisiones internas, Milei echó leña al fuego y se mostró dispuesto a competir en una interna contra Bullrich. “Estamos a tiempo de crear un partido e ir a una interna con Patricia Bullrich. El que gana conduce y el que pierde acompaña. Sería darle una solución más pura”, señaló.
El diputado libertario agregó: “Si nos tocara ganar, voy a convocar a muchas personas que están en el equipo de Bullrich. Muchos de ellos son amigos míos”.
Sin embargo, bastaron unas pocas horas para que Bullrich desactivara la propuesta de Milei. “Soy de Juntos por el Cambio. Punto final”, sentenció la titular del PRO (en uso de licencia) en diálogo con el canal Todo Noticias.
El fundador de La Libertad Avanza también llenó de elogios a Macri (que está fuera de la carrera electoral) y garantizó que lo convocaría para integrar un eventual gobierno. “¿Cómo no voy a convocar a alguien que tiene la experiencia y que hizo un excelente trabajo a nivel internacional?”, dijo.
Horas antes, fue Carrió quien sacó a la luz la aparente sintonía entre Macri y Milei. “El gran problema de la oposición hoy es que hay un actor que no quiere estar más”, soltó, y fue más directa: “(Macri) no quiere estar en Juntos por el Cambio, quiere estar con Milei”.
El “fenómeno” Milei
El “fenómeno Milei” no tuvo el eco esperado en las dos provincias que eligieron gobernador el último domingo, donde los candidatos apadrinados por el libertario quedaron cuartos.
En Neuquén, el candidato Carlos Eguía obtuvo casi el 8% de los votos, y en Río Negro, Ariel Rivero cosechó poco más del 9%.
Sin embargo, en una encuesta de Management & Fit difundida este fin de semana, Milei aparece primero en intención de voto en tres escenarios de Paso diferentes, con una adhesión que va del 23,7% al 24,3%. En segundo lugar se ubica Larreta, entre cuatro y cinco puntos abajo.
Ese sondeo coloca al jefe de Gobierno porteño como el más votado dentro de la interna de Juntos por el Cambio, por un margen de casi 12 puntos de diferencia sobre Bullrich.
