“No hay ruido entre nosotros, porque fue un planteo en conjunto: la famosa fórmula del fernet con coca es Luis (Juez) para la Gobernación y yo para la Intendencia de la Capital”, le dijo Rodrigo de Loredo a La Voz, un par de horas después de haber oficializado su candidatura a intendente de la ciudad de Córdoba.
En la otra vereda, en el PJ provincial, hay un clima de alivio que los schiarettistas y llaryoristas tratan de evitar que se transforme en un peligroso triunfalismo.
“El peor pecado que podríamos cometer sería confiarnos a nivel provincial. Además, también queremos retener la Capital”, describió un funcionario del Centro Cívico un rato después de enterarse de que la fórmula del fernet no competirá por el poder provincial.
El alivio de los peronistas tiene que ver con que lograron un primer objetivo electoral: Juez y De Loredo no compartirán boleta.
El martes 26 de octubre de 2021, dos días después de que Juntos por el Cambio le diera una paliza en las urnas al PJ provincial en las elecciones legislativas nacionales, el gobernador Juan Schiaretti se reunió con sus íntimos.
En ese encuentro reservado en el Centro Cívico, hubo una autocrítica light. No existió autoflagelación por una razón sencilla: el propio gobernador fue quien se puso al frente de la campaña legislativa y nadie va a cuestionar al jefe.
El que pagó los platos rotos por aquella derrota fue un reconocido creativo publicitario, quien durante muchos años había acompañado a Schiaretti y que desde aquel momento no volvió a trabajar para el PJ.
Pero el dato más fuerte de aquella reunión fue una definición política del gobernador, pensando en la futura pulseada por el poder provincial.
“Juntos se potencian y son una fórmula muy competitiva”, habría dicho el mandatario provincial, en referencia a los opositores Juez y De Loredo.
Desde entonces, el PJ se movió y tomó decisiones –dentro de sus posibilidades– para que ambos dirigentes opositores no compartieran la boleta única.
Ese convencimiento oficialista llevó a la inédita decisión de convocar a votar para gobernador el 25 de junio y menos de un mes después (el 23 de julio), para intendente de Córdoba.
Al desdoblamiento de las fechas, el oficialismo le agregó otro obstáculo para los opositores, en una alianza no menos llamativa con el sector de Olga Riutort: abortar las candidaturas dobles.
Se trata de una posibilidad cuestionable, pero que De Loredo admitió en privado que analizó “seriamente”: acompañar a Juez en la fórmula provincial y también ser candidato a intendente capitalino.
En campaña, los opositores seguramente apuntarán al PJ por el gasto de un acto eleccionario desdoblado, con el único objetivo de no permitir que los dos principales dirigentes opositores compartan lista.
El gobernador y el intendente Martín Llaryora no violaron ninguna norma. Convocaron a votar cuando creyeron que más les convenía, una herramienta que ven facilitada por ejercer el poder.
Si pagarán algún costo por dos procesos electorales tan seguidos, se verá en las urnas.
Diferencias
Juez y De Loredo seguirán mostrándose juntos. “Son las candidaturas lógicas, del sentido común”, expresó el diputado radical.
La definición apunta a que Juez mide mejor en el interior y él en la Capital. Una pregunta que surge de inmediato: ¿por qué pulsearon durante seis meses por la candidatura a gobernador opositora?
Ambos tendrán que hacer un gran esfuerzo para explicar que la fórmula del fernet era esta y no la provincial Juez-De Loredo, que había entusiasmado –sobre todo– a los juecistas.
También hay facturas pendientes que, por ahora, no pondrán sobre la mesa. De Loredo puede argumentar que Juez se negó a competir por la candidatura a gobernador y que ahora resolvió ir por la Capital con la misma lógica del senador para evitar una confrontación interna: conveniencia propia.
Por su parte, Juez tiene razones para considerar que De Loredo le quitó tiempo de campaña por su ambición de ser candidato a gobernador y que ahora no lo acompaña en la fórmula provincial, cuando había dado señales en ese sentido.
Hay otro problema que los opositores deberán resolver en plena campaña: los alineamientos nacionales.
Juez respaldó públicamente la candidatura presidencial de Horacio Rodríguez Larreta, mientras que De Loredo no oculta su cercanía con Patricia Bullrich.
Si no hay acuerdo por una única lista de legisladores nacionales, esta disputa puede complicar la campaña local de Juntos por el Cambio.
Bullrich les dijo a dos dirigentes cordobeses que la pelea con Larreta será “a cara de perro”, con listas propias de candidatos a diputados.
Otra cuestión no menor. Javier Milei sigue creciendo en las encuestas en Córdoba, superando a Larreta y a Bullrich en mediciones individuales.
La interna entre los dos precandidatos del PRO y el crecimiento de Milei diluye el efecto arrastre que podían ejercer los presidenciables de Juntos por el Cambio a nivel local.
La decisión de Loredo impactó en el escenario cordobés. Para que tenga efecto, ahora los opositores deberán explicar la fórmula del fernet.
