El nivel de tensión existente entre La Libertad Avanza y el PRO, exacerbado por las denuncias cruzadas de los últimos días tras el fracaso legislativo de la ley de ficha limpia, amenaza con generar esquirlas y trastocar el escenario preelectoral cordobés, a tres meses del cierre de alianzas para los comicios legislativos generales del 26 de octubre.
El vínculo político entre “violetas” y “amarillos” nunca había alcanzado este punto que, para algunos dentro de esas fuerzas, podría convertirse en uno de no retorno.
Al ya tenso ambiente entre los espacios, motivado por la determinante batalla que se libra en Caba –y que el próximo domingo revelará ganadores y perdedores en unos comicios porteños que terminaron nacionalizándose al extremo–, se sumó desde mediados de esta semana el escandaloso condimento del frustrado tratamiento de la ley de ficha limpia. Esta iniciativa, que el PRO tomó como bandera y esperaba hacer flamear bien alto, terminó por caer al suelo en medio de duras acusaciones del macrismo contra el presidente Javier Milei. Para Macri y sus allegados, no hay dudas de que el instigador del derrumbe legislativo fue Milei.

“Es el peor momento de la relación entre Macri y Milei. Puede pasar cualquier cosa. Van por nosotros en la Ciudad y ahora vimos que tampoco les importa ir contra la corrupción en su afán de polarizar al electorado”, afirman en el PRO macrista. De todos modos, hay “amarillos” que no terminan de clausurar totalmente eventuales futuros entendimientos electorales.
La Provincia de Buenos Aires aparece en ese panorama como el único distrito en el que, por ser bastión del kirchnerismo, se buscaría preservar un mínimo de consenso para no dividir el voto anti-Cristina y, así, evitar favorecer a la expresidenta.

Hasta ahora, la exjefa de Estado viene siendo la principal ganadora de esta disputa: logró esquivar la prohibición de presentarse como candidata tras el fracaso de la ley de ficha limpia, y podría seguir viéndose beneficiada electoralmente si no hay fumata blanca entre libertarios y macristas en el determinante territorio bonaerense. Un escenario similar podría darse en Caba con la atomización del voto de derecha y la posible victoria del radical-peronista Leandro Santoro.
Impacto local y dudas
En Córdoba, la fuerte pelea entre los partidos encuentra a esos espacios sin diálogo entre sí. En realidad, nunca hubo puentes de conexión: apenas contactos informales que tuvieron como catalizador objetivos comunes en el Congreso. Nada más.
Pero, además de los libertarios y del PRO, en la provincia quienes miran expectantes el espectáculo son el diputado radical Rodrigo de Loredo y el senador Luis Juez.
El presidente del bloque de la UCR en Diputados mantiene contacto directo tanto con Macri como con terminales libertarias muy cercanas a Milei. Se sabe que el radical tiene una relación fluida con el asesor presidencial Santiago Caputo, quien, junto con Karina Milei –líder de la estrategia electoral de LLA–, conforma la primera línea ofensiva para golpear a Macri en Caba.

De Loredo aún no ha definido qué estrategia seguirá ni con quiénes buscará aliarse para dar volumen a una segura candidatura a diputado nacional. Entre las opciones que baraja está la de liderar un gran frente opositor al peronismo cordobés, en alianza con La Libertad Avanza, el macrismo y el juecismo. En las últimas horas lo admitió sin ambigüedades a Voz y Voto. Habló de “encabezar un frente” y no descartó que ese conglomerado incluya a La Libertad Avanza. “Es algo que está en discusión”, dijo, consciente del rechazo que esa posibilidad genera en parte de la dirigencia local.
Otro esquema en análisis que maneja el radical es el de asociarse solamente con el PRO de Macri. Por eso, cerca del diputado observan con atención e inquietud la escalada entre el actual presidente y el expresidente.
“De una forma u otra, esto nos va a impactar. No tiene que ser de manera negativa. Tal vez termine llevándonos hacia uno de los lados, dependiendo de cómo termine esa disputa”, asegura una voz muy cercana a De Loredo.
En el juecismo, en cambio, la fricción solo aporta más nitidez. Juez viene de romper relaciones con Macri por desavenencias surgidas en el último tiempo en el Senado. El líder del Frente Cívico devolvió hace meses la titularidad del bloque del PRO que Macri le había delegado y se posicionó abiertamente del lado de Milei, con quien mantiene un vínculo directo y de confianza.
“Haremos lo que el presidente necesite. Estamos a disposición; lo dijimos hace meses y no cambiamos de postura”, reafirma el senador.

Esa indefinición lógica que atraviesa la oposición local a Martín Llaryora, a tres meses de que expire el tiempo de la rosca, no hace más que sumar inestabilidad, potenciada por el surgimiento de figuras con apetencias electorales. Es el caso, por ejemplo, de la inesperada opción libertaria que sorprendió incluso a los propios “violetas” en Córdoba.
Franco Mogetta, nacido en Catamarca pero afincado en Córdoba desde hace años, blanqueó públicamente que pretende liderar la boleta libertaria. “En Córdoba, la lista de Milei será encabezada por alguien de La Libertad Avanza”, le dijo el sábado a La Voz. Claro está que él aspira a encabezar esa boleta.
Mogetta acaba de dejar el cargo de secretario de Transporte de la Nación. Se fue en buenos términos del Gobierno, algo poco común entre quienes abandonan el gabinete libertario. Semanas atrás, se reunió con Gabriel Bornoroni, a quien le expresó abiertamente sus aspiraciones.

Del otro lado de la vereda, el oficialismo provincial observa con atención esos movimientos, a la espera de que se defina el tablero que tendrá en frente para las siempre difíciles elecciones de medio término. También en ese sector queda mucho por definir, con la figura de Juan Schiaretti como gran interrogante.