En función del agotamiento de la política económica ejecutada por el Gobierno de Alberto Fernández, diferentes sectores de la economía esperan con ansiedad el inicio de la gestión de Javier Milei para empezar a tener al menos definiciones acerca de cuál será su futuro.
Algunos, como el caso de la industria, advierten que están al borde de la parálisis, producto de que los grifos para poder acceder a insumos importados están totalmente cerrados y la deuda con sus proveedores en el exterior alcanza cifras estratosféricas ante la falta de dólares.
Otros, entre ellos el sector financiero y el energético, ya cuentan con algún esbozo de definiciones. Los bancos, por ejemplo, saben que algún esquema de rescate de Leliq se pondrá en marcha.
En los servicios, ya palpitan una recomposición de las tarifas atrasadas, razón por la cual las empresas energéticas que cotizan en bolsa ven una recuperación de sus acciones, como pasó este martes.
Pero otros, como la industria y las actividades vinculadas con la salud, no saben qué es lo que va a suceder y las alarmas se encienden para el corto plazo.
Industria: la más urgida
“La situación que se viene trayendo no es sostenible en el tiempo”, afirmó Luis Macario, presidente de la Unión Industrial de Córdoba (UIC).
Para el dirigente, que proviene de la agroindustria, “reina la incertidumbre, lo cual produce básicamente una parálisis” en las decisiones y en el funcionamiento.
“El pedido un poco a gritos, es el ordenamiento de la macroeconomía. Con una inflación anual de tres dígitos, con un apagón en el comercio exterior por la falta de dólares, tipos de cambios múltiples, regulaciones, impuestos que son muy altos, eso se resume en la necesidad de un reacomodamiento que en definitiva es lo que está planteando Milei”, subrayó.
Macario convalidó la dirección de la economía trazada tras su elección por Milei. “No hay muchas más opciones o alternativas”. “Es un país quebrado donde no se puede conseguir financiamiento externo, es muy difícil poder elevar impuestos porque estamos en un nivel muy alto de presión tributaria, y emitir (pesos) con este nivel de inflación no se puede”, enumeró. Con ello, “la opción principal es la reducción del gasto”, dijo el empresario.
Se vieron las caras
Por otra parte, el sector agropecuario le puso fichas a la relación con Milei. “Va a encaminar su gestión en base a sacarle el pie de encima al sector agropecuario”, consideró este martes el presidente de Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino.
Según Pino, el equipo agropecuario de Milei, encabezado por el ingeniero agrónomo Fernando Vilella, “entienden y saben lo que necesita el campo”, lo cual genera “mucha expectativa” en la producción.
“Hay que tener paciencia, que el presidente se acomode, empiece a tener su gestión y ahí ver qué se va haciendo”, comentó Pino quien consideró alentador que Milei encamine su gestión “en base a sacarle el pie de encima al sector agropecuario”.
La salud en alerta roja
Uno de los sectores que requiere de definiciones urgentes es el vinculado con la atención de la salud que es una olla a presión en materia de costos e ingresos.
Marcos Lozada, directivo de la cámara sectorial (Caescor), remarcó que tanto los prestadores como los financiadores del sistema “se han visto afectados por fuertes intervenciones irresponsables del gobierno de Alberto Fernández, porque han subido los costos de prestación médica muy por encima del incremento de ingresos”.
Por esta razón, dijo Lozada, “no pudieron dar de baja la emergencia sanitaria y han continuado con subsidios para que no termine de implosionar la actividad”.
El directivo no dudó en que el panorama “es muy grave, incluso la última paritaria solo cierra con un esquema de subsidios”.
“Primero estamos esperamos que se normalice el sistema de financiación del sector, que los recursos se recuperen y alcancen para cubrir las prestaciones”, describió.
En cuanto a la relación con el Gobierno, Lozada reconoció que “todavía no hay un responsable para el área de salud, a partir de ahí tendremos alguna idea para dónde va la política de salud”, dijo.
