La segunda encuesta industrial del año elaborada por la Unión Industrial Argentina (UIA) revela un escenario de mejora relativa en algunos indicadores clave, aunque con predominancia de respuestas negativas y un horizonte todavía incierto para la actividad manufacturera.
El Monitor de Desempeño Industrial (MDI), que mide la evolución de variables como producción, ventas y empleo, alcanzó en abril de 2025 los 45,8 puntos, lo que marca una suba de 3,7 puntos respecto al relevamiento anterior y de 10,3 puntos en comparación con abril de 2024. Sin embargo, se mantiene por debajo del umbral de 50 que separa expansión de contracción.
La UIA detalla que el 33% de las empresas relevadas reportó caídas en la producción, mientras que un 26,1% indicó subas. En ventas internas, el 41,3% señaló retrocesos y sólo el 24,9% incrementos.
Las exportaciones también mostraron un signo negativo: un 31,1% registró una merma, frente a un 15,2% que logró mejorar. El empleo industrial refleja una dinámica similar: el 20,1% de las empresas redujo su personal, contra un 14,8% que lo aumentó.
Entre quienes dejaron de exportar –un 11,4% del total– las principales causas fueron la pérdida de competitividad y el impacto de los factores cambiarios. Asimismo, casi un tercio de las firmas exportadoras sigue afectado por derechos de exportación, y muchas de ellas enfrentan aranceles en destino, especialmente en un contexto de creciente tensión comercial global.
Según la UIA, el empleo registrado industrial cayó en marzo en 4.162 asalariados, marcando el descenso más fuerte desde mayo de 2024. El nivel de ocupación se ubica así en su punto más bajo en más de dos años. No obstante, se observa una leve mejoría en la cantidad de empresas que incorporaron trabajadores, lo que abre un margen de expectativa.
Las preocupaciones empresariales se concentran en los costos de producción, que por segundo relevamiento consecutivo se posicionan como el principal problema. El 30,4% de los encuestados mencionó este ítem, y dentro de esa categoría, el 43,6% apuntó a los costos salariales como el factor de mayor peso.
La caída de la demanda industrial y de los hogares ocupa el segundo y tercer lugar entre los desafíos más señalados.
El informe advierte que el 43,8% de las empresas tiene dificultades para afrontar pagos, especialmente con proveedores (27,5%) e impuestos (27,3%). Aunque este porcentaje se mantiene estable respecto de mediciones anteriores, refleja una tensión persistente en la cadena de pagos. El ausentismo, en tanto, mostró una leve suba respecto al trimestre anterior: se ubicó en 4,9%.
Las expectativas empresariales muestran signos de deterioro: el 44,2% considera que su situación actual es peor que hace un año, mientras que el 57,8% espera mejoras en los próximos 12 meses.
A nivel país, el 64,3% cree que la situación mejorará, aunque esa cifra se redujo desde el 68,6% del relevamiento anterior. A nivel sectorial, sólo el 22% dijo haber mejorado en el último año, contra un 60,6% que lo esperaba a comienzos de 2025.
Por tamaño de empresa, las grandes firmas mostraron mejores resultados relativos en producción y ventas, aunque también registraron retrocesos en el empleo. Las micro, pequeñas y medianas empresas siguen arrastrando índices negativos en todas las variables.
El índice de difusión –que mide la diferencia entre empresas con subas y con bajas– fue de -6,9 puntos para la producción, -16,4 en ventas internas, -16,0 en exportaciones y -5,3 en empleo.
En cuanto a la inversión, el 56,8% de las empresas considera que es un buen momento para invertir en maquinaria y equipo. Sin embargo, un 65,4% trabaja aún por debajo de su capacidad óptima, y el 71% de ese grupo estima que recién en 2026 podrá alcanzar niveles adecuados de utilización de su infraestructura.
Por regiones, el comportamiento es dispar. El Centro y la Patagonia mostraron un mayor dinamismo en producción y ventas, mientras que el Área Metropolitana de Buenos Aires (Amba) y Cuyo concentran una mayor proporción de empresas con caídas.
El relevamiento se realizó entre el 8 y el 22 de mayo, con la participación de 621 empresas de diferentes tamaños, regiones y sectores. La UIA elaboró el MDI ponderando las respuestas por su peso en el Valor Agregado Bruto del sector industrial, replicando la estructura del PIB manufacturero.
El panorama que surge del informe es el de una industria en lenta recuperación, con mejoras moderadas, aunque insuficientes para revertir el ciclo de contracción.