La industria argentina empieza a mostrar algunos signos de fuerte recuperación luego de un primer semestre recesivo.
Los datos anticipados de junio revelan una suba de la actividad industrial del 12% interanual y una mejora del 1% frente a mayo (en la serie desestacionalizada).
Con este repunte, el nivel general de la industria se ubica en promedio en los valores de noviembre de 2023. Sin embargo, todavía se encuentra un 11% por debajo de junio del año pasado, cuando se mantenian los efectos de la devaluación.
El crecimiento, aunque visible, continúa siendo heterogéneo entre sectores y frágil frente al contexto de competencia externa.
De los 16 sectores industriales relevados, 13 mostraron mejoras interanuales y 10 también lo hicieron respecto al mes anterior.
Entre los sectores con mayor dinamismo se destacan la producción de muebles y colchones (+36%), otros equipos de transporte (+35%) –especialmente motos– y vehículos automotores (+30%). En un segundo plano, también crecieron alimentos y bebidas (+2,3%), sustancias y productos químicos (+3,3%) y productos textiles (+5,5%).
Uno de los motores del repunte fue el sector vinculado a la molienda, favorecido por una buena campaña agrícola. La liquidación de divisas del agro creció 21% en junio, justo antes de finalizar la reducción temporal de los derechos de exportación. Esto impulsó no solo la actividad de molienda, sino también la producción de maquinaria agrícola.
El sector de la construcción también mostró señales positivas. Los despachos de cemento aumentaron 4,9% mensual y el índice Construya creció 2,8%.
En términos interanuales, los materiales para la construcción registraron una suba del 16%, aunque aún están 25% por debajo del nivel de mayo de 2023, según el ISAC, elaborado por el Indec.
Consumo masivo
Una situación similar se observa en el consumo masivo, que aportó al rebote industrial por la muy baja base de comparación.
En mayo de 2024, el consumo en supermercados caía cerca del 10% interanual. Sobre ese piso, sectores como bebidas lograron mostrar subas del 16% interanual. Sin embargo, siguen lejos de recuperar niveles previos: la producción de bebidas está 12% por debajo de mayo de 2023 y 41% por debajo del pico de noviembre de 2017.
También aportó al alza del nivel general la producción de bienes durables y semidurables, sobre todo por el mayor consumo de motos y vehículos.
En el caso de las motos, el crecimiento se explica por un mejor acceso al crédito, facilidades de pago en cuotas y una mayor disponibilidad de insumos importados, lo que permitió alcanzar niveles similares a los de abril de 2023.
Pero no todos los sectores acompañan la recuperación. El automotor retrocedió 0,9% mensual, afectado por dos días menos de actividad en junio en las fábricas debido a feriados. Además, el patentamiento de maquinaria industrial cayó 27% en el mes.
Menos exportaciones
El comercio con Brasil también retrocedió, con una caída del 5,4% en las exportaciones y del 4,5% en las importaciones. A esto se suma una baja en el consumo de energía eléctrica de grandes usuarios industriales, que cayó 1,2% en el mes y acumula una merma del 9,6% interanual.
A nivel agregado, el 60% de los subsectores industriales (41 de 68) mostraron subas interanuales, lo que confirma que la industria atraviesa una etapa de recuperación respecto de los niveles más bajos de 2024.
Sin embargo, el repunte sigue siendo parcial: solo dos sectores lograron volver a los niveles de abril de 2023, último pico previo a la caída generalizada. Se trata de la molienda (por la mejora agrícola tras la sequía del año pasado) y la producción de motos.
Uno de los principales obstáculos es el aumento de las importaciones de bienes de consumo. En el primer semestre, alcanzaron los 5.268 millones de dólares, un 32% más que en 2023. También crecieron con fuerza los ingresos por courier, con una suba del 42% interanual.
En cuanto a las exportaciones industriales, si bien en junio registraron una suba del 12% interanual, comenzaron a mostrar una desaceleración frente a los meses previos, lo que refleja un estancamiento del frente externo como motor de crecimiento.
La industria argentina, en consecuencia, da señales de vida tras un semestre complicado, pero el rebote aún es desigual.