La inflación de marzo fue del 11% impulsada por los gastos en educación ante el inicio de las clases, y la actualización de tarifas de servicios públicos, y las subas de las cuotas de la medicina privada, mientras que el precio de los alimentos atenuó levemente su ritmo de aumentos.
En Córdoba la inflación fue similar del 11,01%.
De esta forma, durante el primer trimestre la variación del Indice de Precios al Consumidor (IPC) acumuló una suba de 51,6%, mientras que en la medición interanual trepó a 287,9%, la más alta desde marzo de 1991, o sea en 33 años.
Los datos fueron informados esta tarde por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
El desglose de la información muestra que los bienes en general tuvieron aumento de 9,8%%, mientras que los servicios avanzaron 15,5%.
A partir del inicio del año lectivo se produjo una fuerte suba en todo el material escolar y también en las cuotas de los colegios privados, en este caso amparados por la libertad que otorgó el decreto 70/2023. En consecuencia el rubro educación en conjunto mostró un incremento de 52,7%.
Por su parte, la actualización de las tarifas energéticas y de agua, sumado a los aumentos en los alquileres, provocaron que el rubro “vivienda” exhibiera un alza de precios de 13,3%.
En tanto, las actualizaciones en los valores de la medicina prepaga y el aumento de los medicamentos provocó en el rubro “salud” un avance de 12,2%.
Ante lo sucedido con los aranceles de la medicina privada, el Gobierno inició una investigación por una supuesta “cartelización” para fijar los costos de sus prestaciones, pero hasta el momento no se conocieron avances al respecto.
Por su parte, los alimentos morigeraron su ritmo de aumentos y durante marzo registraron una variación de 10,5%%. De esta forma, desde enero sufrieron incrementos de 48,9% y si se compara con marzo de 2023 la suba es de 308,3%.
En transporte, los ajustes en los pasajes de los diferentes servicios provocaron un alza en los costos de 13%.
El segmento “comunicación” –que incluye telefonía e internet- también contribuyó al incremento inflacionario al mostrar una variación de 15,9%.
Por su parte, el rubro “recreación y cultura” registró alzas de 8,5%, mientras que “restaurants y hoteles” lo hizo en 8,5%.
En tanto, la indumentaria registró el mes pasado subas de 10,9%, y también fue un sector en el que se observó un freno respecto a meses anteriores, frente a una mayor competencia por importaciones.
Un dato sensible es la evolución de la inflación núcleo que en marzo fue de 9,4%, ubicándose en la zona de un dígito. Esta inflación núcleo se formó a partir de subas de 11% en los estacionales (verduras, frutas, carnes, por ejemplo) y 18,1% en regulados (que son los precios definidos por el Estado).
Este dato será fundamental para las próximas decisiones que tome en materia de tasas el Banco Central, tal como lo anticipó el jueves al comunicar un nuevo recorte en la tasa de interés.
El ministro de Economía, Luis Caputo, había anticipado que la inflación de marzo iba a estar en torno a 10%, mientras que los analistas consultados por el REM del Banco Central la habían pronosticado en 12,5%.
“La dinámica del nivel general de precios continúa ubicándose por debajo del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) publicado el 11 de enero, reflejando una sobreestimación de la inflación proyectada de 27 puntos porcentuales versus la inflación real acumulada para el periodo diciembre/marzo”, señaló Caputo.
El ministro sostuvo que “la fuerte desaceleración en la inflación es consecuencia del programa económico implementado desde el 11 de diciembre, cuyos pilares son el equilibrio fiscal y la recomposición del balance del BCRA. La combinación de ancla fiscal, monetaria y cambiaria, y las medidas que se vienen implementando para desburocratizar el comercio interior y normalizar el comercio exterior, son fundamentales para sostener este sendero de desinflación”.
Cabe recordar que en los primeros días del mes tanto el presidente, Javier Milei, como Caputo emprendieron una disputa con las empresas alimenticias y los supermercados por su política de precios. El Gobierno criticó que existan promociones por cantidad de productos comprados y no por precio, dado que estas rebajas encubiertas no son captadas por la muestra del Indec.
Para el Gobierno los empresarios formaron precios con una expectativa superior de devaluación del dólar que luego no se corroboró en la práctica y se muestran reticentes a llevar esa nueva realidad a los precios.
A partir de esta situación se anunció una apertura de importaciones, pero que aún no llegó a las góndolas producto de la demora en los procesos para la llegada de la mercadería.
Los primeros datos de abril dan cuenta de que continuó la desaceleración en el precio de los alimentos, pero esta caída se verá compensada con nuevos incrementos de tarifas energéticas y prepagas.
El informe de LCG indicó que en las dos primeras semanas del mes el costo de los alimentos avanzó 0,6%. En la segunda semana fue sólo de 0,2%, valor que no se veía desde el inicio de julio de 2023.
En la medición de Eco Go la primera semana mostró una variación de 1,3%.
