El análisis del poder adquisitivo de las jubilaciones nacionales en marzo de 2025 muestra dos realidades distintas, dependiendo de si se considera a un jubilado que solo percibe su haber o a uno que cobra además el bono de $70.000.
Respecto a noviembre de 2023, el haber jubilatorio aumentó en términos reales un 7,6%. A partir de mayo de 2024, el haber comenzó a superar al nivel de noviembre de 2023.
Sin embargo, en marzo de 2025 se registró una caída real del 1,4% frente a febrero, influenciada por una aceleración de la inflación que fue de 3,7%, menciona un trabajo del Iaraf.
En cuanto al jubilado que cobra la mínima y el bono, su ingreso real cayó un 5,4% en el mismo período.
Esta diferencia se explica porque el bono permaneció fijo en $70.000 durante varios meses, perdiendo valor frente a la inflación.
Esta desvalorización superó el aumento del haber mínimo, afectando el ingreso total. Solamente en marzo de 2025, el ingreso real de este grupo cayó un 1,9%, profundizando la pérdida acumulada.
Entre marzo de 2024 y marzo de 2025, el valor real del bono se redujo un 36%, “mostrando claramente cómo la inflación erosiona los ingresos de quienes dependen en gran medida de este complemento”, señala el Instituto.Desde 2017, el poder adquisitivo de las jubilaciones tuvo una tendencia descendente, tocando su punto más bajo en febrero de 2024, cuando fue un 62% inferior al promedio de ese año.
Aunque hubo una recuperación posterior gracias a la desaceleración inflacionaria registrada en el actual gobierno de Javier Milei, en marzo de 2025 el haber sigue 42% por debajo del nivel de 2017. En noviembre de 2023, esa brecha era del 46%.
Para los jubilados que cobran la mínima y el bono, la caída fue menos pronunciada. En febrero de 2024, el poder adquisitivo de su ingreso era un 43% inferior al de 2017.
Tras una recuperación parcial hasta junio de 2024, volvió a descender, situándose actualmente un 28% por debajo del promedio de 2017.
Por otra parte, se estima que el gasto real en jubilaciones y pensiones contributivas será un 11% mayor en 2025 que en 2024. Esto obligará al gobierno a recortar otros rubros, como subsidios a la energía, para mantener el superávit fiscal.
Si el resto del gasto se mantuviera constante, el aumento en jubilaciones provocaría un incremento real del 4,4% en el gasto primario, mostrando la necesidad urgente de reasignaciones presupuestarias.