Como en los juegos de mesa, la suba de los precios en los últimos seis meses tuvo el efecto de una mala carambola sobre las variantes que el gobierno de Javier Milei quiere mostrar exitosas.
La inflación de noviembre de 2,5% puede ser un piso para diciembre. Las primeras muestras revelan precios en alza por la estacionalidad –compras de fin de año–, además del impacto del valor de la carne.
Los fabricantes de alimentos se defienden. Afirman que en el último año, los precios subieron 28,2% contra 37% de la categoría “servicios”, que incluye alquiler, electricidad, agua, gas y combustibles.
Este ítem fue el que más aumentó en noviembre (3,4%), contra 2,8% de alimentos y bebidas, influido por el incremento de la carne, que trepó 7%.
Los casi 10 puntos porcentuales que separan ambas categorías reflejan el malestar de los sectores medio y medio-bajo, ya que el bolsillo siente el golpe de las bolas de la carambola.
El analista Guillermo Oliveto sostiene que el 30% de la población (sectores medio-alto y alto) mantiene su consumo independientemente de los precios.
Este grupo es, además, el primer sostén de los viajes al exterior y de las compras premium de autos y de departamentos.
Una mala carambola
El golpe negativo tiene efectos no deseados sobre la política cambiaria, las tasas de interés y una retracción en el consumo, que pasará inadvertido por las próximas Fiestas.
La caída en las ventas empujó a los comercios a aceptar la presión de las tarjetas, que ofrecen descuentos por encima del 20% y el pago en cuotas.
Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, por contrapartida, rechazaron las presiones del Tesoro de Estados Unidos y del Fondo Monetario Internacional (FMI) para salir del esquema de bandas del dólar.
Temen que modificar ese régimen sea inflacionario, por la natural apetencia de los argentinos por la moneda norteamericana, y porque la compra de dólares por parte del Banco Central supondría inyectar más pesos en el mercado.
El sistema de bandas, aunque podría tener una corrección mensual superior al 1%, por los últimos datos de inflación, gozará de buena salud, porque el Gobierno defenderá el esquema monetario.
No obstante, la mínima acumulación de reservas por parte del Banco Central o la falta de préstamos que garanticen el pago de la deuda, mantendrá el riesgo país alrededor de los 600 puntos básicos.
Ese nivel explica porque Caputo emitió un título en dólares a cuatro años, con una tasa de 9,26% anual. Pesó el riesgo país más la tasa del bono norteamericano a 10 años (4,19%).
Aunque este tema parece lejano en la preocupación de las familias, es seguido con suma atención por provincias y empresas, en cuanto a la posible colocación de deuda, y por los inversores.
Ese ratio es clave a la hora de ponderar los futuros rendimientos de un emprendimiento.
Córdoba, lejos
Los anuncios que se suceden diariamente sobre grandes inversiones no incluyen a Córdoba, salvo el desembarco de marcas internacionales de consumo.
El Gobierno provincial decidió poner en marcha un “mini Rigi” (Régimen de Incentivo de Grandes Inversiones) para ciertas inversiones.
Tendrán alícuota cero de Ingresos Brutos las que se destinen a salud, a educación, a las regiones sur-sur y noroeste, además de las industrias que facturen menos de $ 3,2 millones anuales y destinen al menos 1,2% ($ 384 mil) a nuevos proyectos.
Si bien la inversión que se exige es pequeña, también es reducido el universo que se beneficiaría dado el monto máximo de facturación, evalúan los estudios contables que atienden a esas empresas.
Córdoba ya atravesó una campaña récord de trigo, con un valor bruto superior a U$S 1.300 millones, y espera buenos números para las de soja y de maíz.
Este será, otra vez, el sector más dinámico, ya que la industria metalmecánica siente el impacto de la importación de vehículos -hoy concentra la mitad de las ventas- y de los planes a mediano plazo de Renault y de Fiat, junto al estancamiento en Iveco y en Volkswagen.
Más allá del éxito en los últimos feriados, el turismo en las sierras aún carece de reservas importantes. Las salidas se han acortado en días y se limitan a los fines de semanas.
El calor del verano no beneficia a todos por igual.
