El presidente Javier Milei protagonizó este viernes un episodio de furia durante su discurso ante el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Estados Unidos, debido a las constantes interrupciones de su teléfono celular, transmitido en vivo por Instagram.
En su segundo día en Estados Unidos, Javier Milei se presentó en el BID. Sin embargo, el inicio de su discurso se vio interrumpido por un hecho que desató la furia del mandatario.
Qué dijo Milei: su ataque de furia por las interrupciones
A diferencia de otras ocasiones, Milei decidió transmitir su discurso en vivo a través de su cuenta personal de Instagram, utilizando su teléfono celular, mientras uno de sus asesores lo filmaba desde el auditorio. El teléfono del presidente no paraba de sonar, generando incomodidad entre los presentes, incluyendo a Karina Milei.
Ante la insistente interrupción, Milei explotó: “Sí, está tremendo ese el teléfono. ¿Es el mío, no?”, preguntó Milei. Su asesor le respondió que lo estaban llamando a propósito para molestarlo. El presidente, dirigiéndose a los presentes, explicó que antes de comenzar el discurso habían anunciado la transmisión por Instagram, y añadió: “siempre hay un imbécil malnacido”.
“El que está haciendo esto, sabe que está interrumpiendo la charla. Argentina es así, tiene un montón de cabeza de termos que hacen este tipo de cosas. En algunos casos les decimos cabeza de pulpo porque el pulpo tiene su aparato digestivo en la cabeza, con lo cual la tienen llena de excremento”, arremetió Milei.
“Ahí sigue el cabeza de pulpo. Y no va a parar porque no quieren que se transmita esto”, sentenció el mandatario. Finalmente, lograron silenciar el teléfono y Milei pudo continuar con su discurso, titulado “El modelo económico argentino”.
Este incidente se suma a otras quejas de Milei sobre supuestos intentos de sabotaje, como el que denunció durante una entrevista en A24. “No me sorprende, el estudio estaba lleno de gente haciendo ruido. Parece que las mañas que utilizaron en la campaña electoral del 2023 intentaron replicarlas”, se quejó el libertario.
