La Justicia de EE.UU. autorizó un nuevo golpe para las finanzas argentinas. A pocos días de la ejecución de la garantía por U$S 325 millones en el caso Cupón PBI Londres, la jueza Loretta Preska aprobó el embargo de U$S 210 millones que serán entregados al fondo Attestor Master.
¿Por qué este embargo?
El embargo responde a reclamos de tenedores de bonos que entraron en default hace 23 años. Estos acreedores, conocidos como holdouts o fondos buitre, no ingresaron a los canjes de deuda ofrecidos por Argentina en 2005, 2010 y 2016.
Activos embargados: Los fondos embargados pertenecían a una cuenta del Banco Central en la Reserva Federal de Estados Unidos, utilizados para garantizar el pago de los bonos Brady. Estos bonos fueron emitidos a principios de los 90′s, durante la gestión de Nicholas Brady, para refinanciar la deuda acumulada en la década anterior.
Disputa de fondos: Además del embargo, la jueza Preska congeló U$S 100 millones hasta que los fondos Attestor Master y Bainbridge Fund resuelvan su disputa por estos fondos. Attestor Master reclama USD 460 millones, mientras que Bainbridge Fund reclama U$S 100 millones. Bainbridge Fund solicitó tomar posesión de parte de los colaterales de los bonos Brady, pero la jueza solo permitió congelar los U$S 100 millones.
Sebastián Maril, consultor de Latam Advisors, explicó que los holdouts tienen fallos a favor para embargar activos argentinos debido a que nunca cobraron tras el default de 2001. La Corte Suprema de Estados Unidos rechazó la apelación argentina en enero, allanando el camino para la orden de Preska.