El senador entrerriano Edgardo Kueider, quien cumple prisión domiciliaria en Paraguay tras ser descubierto “in fraganti” en la Triple Frontera con 200 mil dólares que no pudo justificar, fue finalmente expulsado de la Cámara alta como proponía Unión por la Patria y de esa manera perdió los fueros y podrá ser arrestado en Argentina.
La Libertad Avanza, que impulsaba la suspensión, intentó a último momento dejar la sesión sin cuórum, pero el plan fracasó por un cambio de postura de aliados del PRO y la UCR que en el transcurso de la sesión decidieron acompañar la remoción, acorralados por un sorpresivo pedido de desafuero de la Justicia argentina.
El kirchnerismo juntó los dos tercios que necesitaba: el resultado fue 60 votos a favor, 6 en contra y 1 abstención.
De los 6 rechazos, 4 fueron del PRO: la cordobesa Carmen Álvarez Rivero, el entrerriano Alfredo De Angeli, la chubutense Andrea Cristina y el misionero Martín Goerling. Los restantes fueron el titular de la UCR bonaerense, Maximiliano Abad, y el correntino Carlos “Camau” Espínola, que compartía bloque con Kueider.
Al momento de la votación hubo cuatro ausentes: el santiagueño Gerardo Montenegro (Unión por la Patria), de viaje; el radical chaqueño Víctor Zimmermann, quien está de licencia; el propio Kueider; y dos senadores santacruceños, Antonio Carambia y Natalia Gadano. Carambia había estado en el recinto, pero sugestivamente lo abandonó poco antes de la definición.
La cordobesa Alejandra Vigo, que también convivía con Kueider en la misma bancada, votó a favor de la expulsión, al igual que Luis Juez, quien había firmado el proyecto para suspender al senador pero durante la sesión endureció su postura y terminó acarreando al oficialismo.
La única abstención fue del exgobernador salteño Juan Carlos Romero.
El rol de Juez fue clave: primero, el senador había garantizado que un puñado de sus senadores darían cuórum para sesionar, poniendo a La Libertad Avanza contra las cuerdas. Luego el cordobés firmó el proyecto de suspensión, pero este jueves se inclinó por la expulsión y no se movió de su banca.
Cumbre tensa
La remoción se logró tras una extensa cumbre improvisada entre la vicepresidenta Victoria Villarruel y jefes de bloque (con la excepción de Juez) en Salón Gris, durante un cuarto intermedio que se extendió durante una hora y sumó tensión al debate. Allí, según fuentes consultadas, el jefe del bloque oficialista, Ezequiel Atauche, presionó por la suspensión.
En el medio se difundió un comunicado de la Mesa Ejecutiva del PRO, liderada por Mauricio Macri, que se pronunciaba por la suspensión y el desafuero de Kueider. “Consideramos fundamental garantizar la transparencia y el respeto a las instituciones mientras se esclarecen los hechos”, expresó el partido amarillo.
Al terminar la reunión, los senadores oficialistas, junto a algunos del PRO y la UCR como Martín Lousteau y Carolina Losada, demoraron su regreso al recinto. Pero otros legisladores, como Juez y el radical Pablo Blanco, estaban firmes en sus bancas. Cuando vieron que el cuórum era un hecho, los libertarios y aliados emprendieron el retorno.
“Nosotros no somos los indicados para decidir si alguien cometió un delito. La Justicia va a actuar y espero que actúe con toda la fuerza de la ley”, sostuvo el libertario Atauche, pero finalmente se resignó: “Al no tener los números (para la suspensión), vamos a votar por la expulsión”.
La votación dejó a la vista la división del PRO: de los 7 senadores del partido, 3 votaron para echar a Kueider (Juez, la porteña Guadalupe Tagliaferri y la pampeana María Victoria Huala), mientras que otros 4 votaron en contra, en línea con el mandato partidario (Álvarez Rivero, De Angeli, Cristina y Goerling).

La UCR logró mantener la unidad, con la excepción de Abad, que votó en contra. Pero más de un senador no quedó conforme con apoyar la expulsión.
“Esto sienta un mal precedente”, reconoció uno al salir del recinto. De hecho, el jefe de la bancada, el correntino Eduardo Vischi, fue uno de los que demoraron su ingreso al recinto después del cuarto intermedio.
El pedido de desafuero
Un sorpresivo pedido de desafuero y detención presentado por la jueza federal Sandra Arroyo Salgado horas antes de la sesión terminó de definir la suerte de Kueider. Los bloques dialoguistas, que promovían la suspensión, se vieron presionados ante el requerimiento judicial y arrastraron a La Libertad Avanza a votar por la remoción.
También jugó el peligro de que ninguna de las dos opciones alcanzara la mayoría necesaria. Es que, al comienzo de la sesión, ni la expulsión ni la suspensión tenían garantizados los dos tercios de los votos, y el Senado estaba a las puertas de un nuevo escándalo por el peligro de que no prosperara ninguna de las dos opciones y el legislador investigado saliera airoso.
“Es un tema que debería unificarnos. Hay cosas donde no podemos tener una mirada distinta. Estamos hablando de un acto indecoroso. ¡Estas cosas son inadmisibles! ¡Kueider ha dañado el honor de todos nosotros!”, bramó Juez, y defendió que el PRO haya bajado al recinto para garantizar el cuórum y “depurar la mugre” del Senado.
Con Kueider afuera del Senado, el kirchnerismo se hizo de una banca más, ya que el entrerriano será reemplazado por una dirigente de La Cámpora, Stefanía Cora.
De esa manera, el bloque quedó a tres senadores del cuórum propio y le complica al oficialismo el escenario para el año próximo. Si, en cambio, se aprobaba la suspensión, el senador no podía ser reemplazado.
El debate estuvo cargado de tensión y volvieron al recuerdo viejos escándalos del Congreso, como el de las coimas por la reforma laboral el año 2000 (conocido como “la Banelco”), el caso del “diputrucho” en 1992 en el marco de las privatizaciones, y hasta el asesinato del senador asesinado Enzo Bordabehere en 1935.
Desde el kirchnerismo, la mendocina Anabel Fernández Sagasti citó al propio presidente Javier Milei, que este miércoles en un streaming afirmó que “es un problema del kirchnerismo” y sostuvo que “si (Kueider) es un corrupto, lo tienen que echar a patadas en el culo”.
“El mismo presidente Milei está diciendo que es un problema de los kirchneristas. Bueno, acá venimos, a pedir la expulsión del senador Kueider”, reafirmó Fernández Sagasti, senadora del círculo íntimo de Cristina Kirchner, y advirtió que el caso es “un papelón institucional”.
La legisladora sostuvo que los senadores que buscaban suspender al entrerriano en lugar de removerlo tienen “miedo a que se sepa cómo se consiguieron los votos para la Ley Bases”, y “miedo a que si no lo protegen o encubren, cante más que Valeria Lynch”.
El libertario Abdala, presidente provisional del Senado, reclamó en cambio “una suspensión que sea ejemplar y que respete el reglamento y el debido proceso”. “No estamos bajo especulaciones políticas, no estamos por el ventajismo de una banca, no estamos en la ira. Tenemos que tener racionalidad y eficiencia”, dijo el puntano.
El correntino Carlos “Camau” Espínola, que comparte bloque con Kueider y votó en contra de echarlo, también fue cauto: “Si hay que echarlo lo vamos a echar, pero el derecho de defensa lo tienen todos los ciudadanos”.
Fracasó la expulsión de Parrilli
Como estaba previsto, naufragó el otro proyecto del oficialismo para excluir al senador kirchnerista Oscar Parrilli, involucrado en la causa por el memorándum de entendimiento con Irán. La iniciativa ni siquiera fue tratada porque necesitaba dos tercios de los votos para la habilitación sobre tablas y los senadores kirchneristas bloquearon el número.