Los legisladores provinciales que interactúan bajo el paraguas de “Juntos por el Cambio” lograron dar un gran gesto de unidad opositora al publicar, en consonancia con la apertura de sesiones encabezada por Martín Llaryora, un video coral en el cual los 32, al unísono, cuestionaron duramente las primeras medidas del nuevo gobernador.
Ese fue el recibimiento de los opositores a Llaryora, quien busca ampliar las fronteras de Hacemos Unidos por Córdoba para transformar la alianza en un “partido cordobés”.
Tras el discurso de apertura de sesiones ordinarias, la oposición enfocó las críticas a la “delegación de responsabilidades” que, entienden, Llaryora quiere hacer con los intendentes al hacerlos partícipes de la política de seguridad, con las guardias urbanas, y de la educación.
Luis Juez, el principal opositor en el recinto, pidió analizar el discurso de Llaryora en el marco de la continuidad de “un gobierno que lleva 25 años, no arrancó ayer”. “La provincia está fundida”, dijo Juez al enumerar la protesta docente por “salarios de hambre”, la situación de los “desbordados” hospitales públicos y de la obra social Apross, que, de acuerdo con la opinión de Juez, “está fundida”. “Hoy escuchamos una arenga partidaria, este acto se debió haber hecho en una unidad básica”, chicaneó.
El jefe de la bancada radical, Matías Gvozdenovich, calificó al discurso de Llaryora de “opaco, sin propuestas”, reflejo de un un “modelo agotado”. “Habló de la importancia de la educación con los docentes reclamando en la puerta, y su propuesta es que los intendentes comiencen a hacerse cargo de la educación, pero sigue sin coparticipar los fondos para la educación”, señaló el radical.
Al advertir que hay una “delegación de responsabilidades”, Gvozdenovich denunció que se “presiona a los intendentes para que se hagan cargo de la seguridad, pero solo sin transferir financiamiento”.
Para Brenda Austin, también de la UCR, se trató de “in discurso vacío que refleja más de lo mismo: una gestión con poca sustancia, sorda a las demandas reales, con promesas incumplidas en loop y navegando en piloto automático”.
La juecista Nancy Almada le apuntó a la política de seguridad que comanda el exjuecista Juan Pablo Quinteros, actual ministro del área: “Llaryora dice que Córdoba no para. En realidad, no paran de robarnos y cada vez más con más violencia”.
A su turno, el legislador Gregorio Hernández Maqueda, de la Coalición Cívica, dijo que Llaryora “le chupa las medias a los Intendentes para ver si se roba algún votito más en la Legislatura”. “Los subestima. Mejor sería que elimine la arbitrariedad en la remisión de fondos y programas para respetar su autonomía plena”, advirtió Hernández Maqueda. .
De acuerdo con la interpretación que hizo la radical Daniela Gudiño, Llaryora “desconoció a Schiaretti al expresar que hay que corregir todo” lo que heredó el actual mandatario.
Más allá de la chicana, se enfocó en los anuncios en educación. “Propuso que la currícula educativa sea elaborada por las escuelas, los sectores productivos y las municipalidades; pero no dijo cuál es su responsabilidad a través del Ministerio de Educación ni mencionó políticas que vayan a subsanar los problemas de comprensión lectora y en matemática en los estudiantes. La calidad de la Córdoba Educativa que anuncia es la nada misma”, dijo la radical.
“Llaryora dice una cosa y hace otra; habla de una Córdoba que no para y tiene a los docentes entre la indigencia y la pobreza; sigue inaugurando cascarones vacíos en los hospitales; habla de una provincia con una guardia urbana exitosa y seguimos siendo la tercer provincia más insegura; quiere delegar en los intendentes la gestión de la seguridad, la gestión educativa y la gestión sanitaria. Quiere delegar sus responsabilidades en los intendentes”, opinó Alejandra Ferrero, quien coordina el interbloque de Juntos por el Cambio.
Por fuera de Juntos
Para Luciana Echevarría, del MST, “la palabra de Llaryora se devaluó más que el peso”. “Hoy Llaryora dijo que Córdoba no se arrodilla, pero el que se hacía el malo con los pituquitos de Recoleta, terminó arrodillado frente a Milei y no dijo ni una palabra cuando amenazó con dejar a las provincias sin un peso”, recriminó la legisladora de izquierda.
“Esa actitud dócil, contrasta con los ataques a los trabajadores estatales a los que desde que inició la gestión no deja de maltratar. Lejos quedaron las promesas de campaña de mejorar los sueldos docentes, reintegrar el 82% móvil a los jubilados y aplaudir al personal de salud. Los despidos entre fiestas, las paritarias a la baja, los decretos flexibilizadores de la tarea educativa... esa es la política de Llaryora hacia los trabajadores”, opinó Echevarría
Desde Encuentro Vecinal, el legislador Rodrigo Agrelo puntualizó sobre dos ejes: seguridad y educación. “Bienvenidos más patrulleros y personal policial, pero si la delincuencia tiene su mayor origen en la exclusión social, como dijo el gobernador, hay que trabajar sobre el proyecto de vida de los chicos en los sectores más vulnerables”, opinó.
Luego, valoró como “interesante la propuesta de fortalecer la autoridad de las directoras de escuela”. Pero destacó que “un problema muy grave de la educación de Córdoba es la comprensión lectora; el 46% de los alumnos no comprende bien lo que lee, por lo que hay que trabajar fuertemente la lecto- escritura”.
