El debut de Miguel Siciliano como ministro de Vinculación y Gestión Institucional dejó un mensaje más nítido que cualquier comunicado: su primera actividad oficial fue reunirse con Daniel Passerini. El gesto está cargado de política. No sólo porque Provincia y el municipio necesitan coordinarse en un comienzo de gestión todavía movedizo, sino porque ambos dirigentes llegan a esta foto arrastrando una historia de tensiones, recelos y proyectos personales que nunca terminaron de encajar.
Siciliano, que fue uno de los armadores políticos de Martín Llaryora durante su paso por la Municipalidad, salió fortalecido del cierre del año. Su designación en un ministerio clave —nexo directo con intendentes, organizaciones y sectores intermedios— reavivó la lectura que circula desde hace rato, y es que tiene vocación de competir por la intendencia en 2027.
No lo dice en público, pero tampoco hace demasiado por desmentirlo. Su estilo hiperactivo y su entramado territorial lo colocan, desde el arranque, en la línea de largada.
Del otro lado, Passerini enfrenta el desafío de gobernar la Capital sin que la interna del oficialismo lo erosione prematuramente. Aunque fue el heredero natural de Llaryora, su relación con parte del llaryorismo histórico (donde Siciliano ocupa un lugar destacado) nunca fue fluida.
Hubo algunos ortocircuitos durante la campaña, roces por el armado del gabinete municipal y diferencias sobre la orientación política del proyecto.
Primera
En ese marco, la reunión que Siciliano decidió destacar como su “primera” tuvo el sabor de una jugada cuidadosamente pensada. En el posteo, el ministro subrayó que fue por “indicación del gobernador”.
Un modo sutil de dejar en claro quién ordena las prioridades. También un mensaje interno: puede haber aspiraciones futuras, pero hoy la línea es trabajo conjunto. Al menos en la superficie.
“Conversamos sobre la agenda conjunta entre Provincia y Municipio para avanzar en obras claves para la ciudad, fortalecer el trabajo con instituciones fundamentales como clubes, iglesias y organizaciones sociales, y coordinar acciones que mejoren la vida de los vecinos y vecinas de nuestra Capital”, posteó Siciliano.
Y agregó: “Se viene una etapa de mucho trabajo en equipo y grandes acciones y noticias para nuestra Ciudad de Córdoba”.
Se sabe que Passerini busca estabilizar su perfil de intendente en ejercicio, lejos del ruido de la competencia adelantada. Necesita mostrar gestión, evitar que el municipio quede atrapado en especulaciones y, sobre todo, mantener la iniciativa política.
