“En Córdoba también hubo una marcha con barras que pedían por los jubilados. ¿Alguien se enteró? No. Porque nosotros dejamos que se expresaran, pero no provocamos”, explicaba, días atrás, un funcionario de Seguridad de la Provincia de Córdoba.
Su referencia era sobre lo sucedido el miércoles 12 de marzo en Capital Federal, en una manifestación violenta que terminó con un fotógrafo al borde de la muerte, mobiliario urbano destrozado y múltiples cuestionamientos a la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, por su accionar.
El tema de la protesta social ha sido clave en las nuevas gestiones, que en su primer año han buscado liberar calles y evitar piquetes tanto en la ciudad de Buenos Aires como en Córdoba capital.
Lo sucedido frente al Congreso de la Nación la semana pasada y la marcha en la plaza San Martín en Córdoba fueron los dos modelos puestos en acción por los libertarios y por el peronismo local, respectivamente. Políticas de seguridad que aplican protocolos, esquemas y lógicas diferentes a la hora de las marchas por las calles. Algo que, desde el Panal, destacan como positivo, sobre todo por los resultados obtenidos en 2024.
La Voz le pidió al Ministerio de Seguridad, que dirige Juan Pablo Quinteros, el dato sobre la cantidad de piquetes que enfrentó Córdoba el año pasado. Según información oficial, fueron 78 (la fuente es el 911, al que se llama para alertar a la Policía). Hubo dos meses sin cortes (noviembre y diciembre) y un pico en julio, con 14.
Siempre según datos oficiales, eso significó una baja del 73% (217 piquetes menos que en 2023).
¿Se cumplieron los objetivos planteados al comenzar la gestión? Responde Quinteros: “Al haber un protocolo judicial, es el Ministerio Público Fiscal el que debe analizar a posteriori si se alcanzaron los objetivos en relación con la dinámica, el desarrollo y la finalización de eventos como piquetes y manifestaciones. El Ministerio de Seguridad siempre pone a disposición del orden público, a través de la Policía de Córdoba, todos sus recursos”, expresó el ministro.
Y agregó: “En Córdoba, se garantizan el derecho a circular y el derecho a peticionar, en el marco de las disposiciones judiciales vigentes”.
Quinteros se refiere al protocolo que se aplica en Córdoba, más laxo que el de Buenos Aires, donde no se permite ningún corte, ni siquiera movilizaciones por la vereda. Aquí, las fuerzas de seguridad no reprimen, pero obligan a que los manifestantes se vayan moviendo y, así, van liberando la circulación.
Según viene sucediendo en las últimas protestas, una vez producida la concentración, se da intervención al Ministerio Público Fiscal, que dispone las acciones por realizar por parte de la Policía, a través de las fiscalías a cargo de Guillermo González y de Ernesto de Aragón.

Además de la Provincia, hay otros datos que también muestran una baja, aunque difieren en los números. Por ejemplo, la consultora Diagnóstico Político, dirigida por el politólogo Patricio Giusto –que realiza un monitoreo mensual de la conflictividad social a nivel nacional–, dice que Córdoba cerró el año pasado con 248 piquetes, un 39% menos que en 2023 (cuando se habían registrado 407).
Consultado por este medio, Giusto explicó que para el conteo utiliza como fuentes los principales medios de comunicación de la provincia, como La Voz, Cadena 3, El Doce, Puntal de Río Cuarto, y el propio Gobierno de Córdoba, entre otros.
La Cámara de Comercio, conforme pero pide más
La Cámara de Comercio realiza, desde 2018, un seguimiento exhaustivo de los cortes y piquetes que afectan específicamente en el área central de la ciudad de Córdoba y alrededores.
A diferencia del Gobierno y de la consultora Diagnóstico Político, que miden en toda la provincia, los comerciantes relevaron que, entre 2023 y 2024, hubo en la Capital un crecimiento de manifestaciones.
Según los datos de la cámara, el año pasado se produjeron 50 protestas, contra 39 del anterior. El crecimiento fue del 28%. En el desagregado, la cantidad de cortes de calzada completa se mantuvo casi igual (29 contra 28), pero lo que subieron fueron los de media calzada (de 11 a 21).
“Los piquetes casi cesaron. Las organizaciones sociales ya no están en el Centro. Pero lo que notamos es que se incrementaron los reclamos salariales, que aumentaron el año pasado”, analiza José Viale, presidente de la cámara.
El dirigente empresarial destaca que las protestas del SEP, de la UEPC o del Suoem son muy diferentes, con una lógica propia. “Cuando se consigue el objetivo de un aumento de sueldo, se terminan”, dice, en referencia a las manifestaciones del año pasado, sobre todo las realizadas en media calzada. “Eso nos devolvió una semana por mes, promedio, que es lo que perdíamos por los piquetes y por los acampes anteriores”, agrega.
Además, y más allá del crecimiento de las protestas, el dirigente empresarial destaca que la cantidad relevada en los últimos años fue muchísimo más baja que lo que venía sucediendo cinco años atrás, por ejemplo, cuando llegaron a contabilizar hasta 122 piquetes (72 con corte de calzada completa).

Si bien Viale valora el cambio de escenario a partir del año pasado, afirma que personalmente estaría de acuerdo con aplicar el protocolo de Bullrich en Córdoba, para no permitir ningún tipo de corte. “Se lo he dicho al ministro Quinteros. Pero él me dice que es mejor que el corte sea por poco tiempo y pase rápido”, reveló.
Para justificar su intención, Viale subraya que al final “es el comerciante el que termina pagando los costos” de las protestas, especialmente en el corredor del Centro de Córdoba, el elegido para las manifestaciones, sean estas por reclamos salariales o para pedir alimentos.
“El comerciante ve la calle cortada y se indigna. Sea quien sea”, cerró.
A nivel nacional
Uno de los principales objetivos del gobierno de Javier Milei desde que llegó a la Casa Rosada fue reducir la cantidad de piquetes y cortes en todo el país. Para lograrlo, Bullrich implementó un protocolo que tuvo un impacto significativo, aunque con consecuencias duras, como se mencionó.
En su discurso de apertura de sesiones en el Congreso, Milei había asegurado que su gobierno “había logrado reducir los piquetes de 8.200 a cero”. Esa afirmación es falsa. Sin embargo, sí hubo una disminución de los cortes en todo el país, aunque estén lejos de desaparecer.
En 2024, según Diagnóstico Político, la cantidad de cortes en calles y rutas cayó un 27% en comparación con 2023, alcanzando un total de 5.996: la cifra más baja en los últimos cuatro años.
La mayor caída se registró en la ciudad de Buenos Aires (Caba), con un descenso del 51%. Esto se atribuye a la aplicación estricta del protocolo antipiquetes y al despliegue frecuente de fuerzas federales. En el resto del país, la tendencia también fue a la baja, aunque con diferencias entre provincias.
Santa Fe, que comparte características sociales y económicas con Córdoba, tuvo una caída del 26%, pasando de 677 a 503 cortes.
No en todas partes hubo menos cortes. En La Rioja, los piquetes subieron un 11%, pasando de 74 en 2023 a 82 en 2024. Lo mismo ocurrió en Misiones, donde el número aumentó de 355 a 394 (también un 11% más)
El impacto del protocolo y otros factores
La baja de piquetes en la Capital Federal fue clave para la estrategia del gobierno libertario, ya que cada corte en Caba se amplifica en los medios de comunicación. Para lograrlo, Milei combinó dos estrategias: la acción represiva de Bullrich, con la interrupción de cortes, y la gestión de Sandra Pettovello, ministra de Capital Humano, que bloqueó el financiamiento de organizaciones sociales, incluso con denuncias judiciales por presunta extorsión.
Lo curioso es que la caída en la cantidad de piquetes coincidió con un escenario socialmente muy duro, ya que se produjo junto con un ajuste económico drástico que llevó la pobreza por encima del 50% en el primer trimestre de 2024.
Diagnóstico Político señala que las organizaciones sociales, debilitadas por el desprestigio y los procesos judiciales contra sus líderes, perdieron protagonismo en las protestas. Su lugar, como explicó Viale, fue ocupado por trabajadores estatales que pidieron por recomposición salarial, y también por grupos de vecinos.
De todas maneras, y a pesar de esta tendencia, en 2024 las organizaciones sociales volvieron a encabezar la lista de sectores que más protestaron.
Desde 2009, la consultora ha registrado un total de 91.259 piquetes en Argentina, lo que da un promedio de 5.704 cortes anuales.
La nota destacada es que, con 5.996 piquetes en 2024, el número sigue por encima de ese promedio histórico.