La renuncia del ministro de Salud, Diego Cardozo, llegó en un momento político inoportuno para el gobernador Juan Schiaretti, quien prepara su lanzamiento nacional, para la segunda quincena de septiembre.
Habrá que esperar el veredicto de las urnas, pero en el Centro Cívico están muy entusiasmados con los números que les marcan sus encuestas para los comicios municipales de Marcos Juárez, que serán el 11 de septiembre.
Siempre según los datos que manejan en la Provincia, Verónica Crescente, la candidata opositora en esa ciudad del sudeste provincial, le podría brindar al schiarettismo un triunfo que hasta hace un mes parecía imposible en el lugar donde nació electoralmente Cambiemos, hoy Juntos por el Cambio.
En este contexto de optimismo para el mandatario provincial, la renuncia del ministro Cardozo es un inesperado tropiezo.
En los 10 años no consecutivos que el gobernador lleva en el poder provincial, es la primera vez que un miembro de su gabinete tiene que renunciar obligado por una causa judicial.
La salida de Cardozo es una derivación directa del doloroso caso de los fallecimientos de cinco bebés en el Hospital Materno Neonatal.
El ya exministro de Salud no está por ahora involucrado en la causa que sigue el fiscal Raúl Garzón, pero su renuncia es un dato concreto que podría anticipar que será imputado en los próximos días.
Se sabe, y no es novedad, que en este y en todos los gobiernos provinciales, los gobernantes de turno tienen información privilegiada de lo que sucede en las causas judiciales que involucran a la gestión.
Certeza
En este sentido, también hay que considerar casi como una certeza que la probable imputación de Cardozo no afectará a quien ocupaba una de las secretarías del Ministerio de Salud y ahora lo reemplazará: Gabriela Barbás.
Que asuma alguien “de adentro, del sistema”, como calificó un funcionario muy cercano al gobernador al encumbramiento de Barbás, es un intento del oficialismo por bajarle los decibeles al cambio en el Ministerio de Salud.
De algún modo, el Gobierno trata de transmitir que la demora o directamente la falta de denuncia del ministerio de Salud se debió a un error del ahora exministro.
No obstante, la oposición tiene una postura diametralmente opuesta: el objetivo político es que las secuelas del caso Neonatal también las pague el gobernador y no sólo Cardozo.
Juntos por el Cambio complicó este miércoles la ya delicada situación del entonces ministro de Salud. Los legisladores opositores aseguraron que según fuentes judiciales, Cardozo nunca presentó una denuncia sobre lo que estaba ocurriendo en el Neonatal.
El dato que agrava la situación, es que el propio Cardozo admitió 10 días atrás, que él tenía información desde el 20 de marzo pasado de que algo sucedía en la maternidad.
De confirmarse lo que denunciaron los opositores, la situación de Cardozo es comprometida en la causa y va camino a ser imputado por el supuesto delito de omisión de los deberes de funcionario público, acusación de la cual deberán defenderse la exdirectora del Neonatal y dos jefas de áreas.
Más allá de que se trata de un caso muy doloroso, como las muertes de bebés en circunstancias que se investigan, las consecuencias políticas ya llegaron al Centro Cívico, en un momento inoportuno, cuando el gobernador está pensando y trabajando en su futuro político.
