“El banco central de Argentina elevó este lunes su tasa de interés de referencia en 600 puntos básicos hasta el 97%, según un anuncio oficial”, dice el People’s Daily China. “BREAKING: Argentina eleva la tasa de interés 600 puntos básicos y se ubica en 97%”, publica The Spectator Index.
“El Banco Central de Argentina sube las tasas al 97% para combatir la galopante inflación”, dice Reuters.
Los medios internacionales se hacen eco de la decisión del Banco Central de elevar la tasa de interés, como parte de la serie de medidas anunciadas por el Gobierno nacional, con Sergio Massa en Economía, para tratar de morigerar la inflación.
Hay que recordar que el viernes el Indec publicó una inflación del 8,4% para abril, un dato récord en 20 años y que complica toda chance de la alianza gobernante de lograr seguir en el gobierno más allá de diciembre.
En efecto, “en pos de mantener el incentivo al ahorro en pesos, el BCRA elevó la tasa de interés mínima garantizada sobre los plazos fijos de personas humanas, estableciendo el nuevo piso en 97% anual para las imposiciones a 30 días hasta 30 millones de pesos (154% de TEA)”, indicó la autoridad monetaria en un comunicado.
Para el resto de los depósitos a plazo fijo del sector privado, la tasa mínima garantizada se establece en 90% (138% de TEA), agregó.
La suba de 600 puntos básicos de la tasa de política monetaria implicó, además, que la “tasa de interés nominal anual de las Letras de Liquidez (Leliq) a 28 días pasó a 97% (155% en términos efectivos anuales, TEA)”.
“La nación sudamericana, segunda economía de la región, registró una inflación mensual del 8,4% en abril, muy por encima de las previsiones de los analistas del 7,5% y la más alta en décadas. Eso llevó la tasa de 12 meses a un sorprendente 108,8%”, explica Reuters.
Y agrega: el aumento de los precios ha empujado a una de cada cuatro personas a la pobreza en un país que lucha desde hace décadas con una alta inflación, una deuda cíclica y crisis monetarias.
“Nos han convertido en un país de mendigos”, le dijo a Reuters Carlos Andrada, un trabajador por cuenta propia de 60 años, mientras buscaba ofertas en un puesto de verduras de un mercado en las afueras de la ciudad de Buenos Aires.”Uno se desespera porque después de trabajar toda la vida, tiene que pelear solo para conseguir un tomate”, agregó.
