La presidenta del bloque de concejales de la UCR de la ciudad de Córdoba, Elisa Caffaratti, adelantó el rechazo al Presupuesto 2026 que se debate en el Concejo Deliberante. “Este presupuesto no mejora la vida de los vecinos, no ordena prioridades y avanza sobre los controles institucionales”, enfatizó.
En ese sentido, Caffaratti reconoció las bajas nominales en Comercio e Industria pero afirmó que la presión tributaria real no baja. “Queremos advertir que se mantienen fondos y sobrecargos que impactan directamente en Inmobiliario, Automotor y Comercio e Industria. Sólo por cargos en Epec y Aguas Cordobesas prevén recaudar más de $55 mil millones. Baja una alícuota, pero sube todo lo demás. La mochila tributaria sigue siendo la misma”.
Esa lectura dista de lo anunciado por el Gobierno de Daniel Passerini, que informó que el proyecto de Presupuesto 2026 de la plantea una reducción del 30% de todas las alícuotas para contribuyentes del régimen general de Comercio e Industria, por lo que el 85% del padrón obtendrá el beneficio. También anunció que no se incrementarán los mínimos por actividad y que el Inmobiliario se actualizará por inflación.
Caffaratti remarcó que el texto también modifica o deroga más de veinte ordenanzas vigentes: “Meten dentro del presupuesto cambios a fondos específicos, fideicomisos y destinos que deberían discutirse por separado. Esto es una ordenanza ómnibus disfrazada de Presupuesto. El objetivo es uno solo: menos control y más discrecionalidad.”
La concejal cuestionó la renovación de la emergencia económico-financiera y del transporte. Se preguntó: “Si el municipio está saneado, si vamos a un déficit cero cuál es el motivo de seguir prorrogando la emergencia económico administrativa”.
Gasto sin prioridades
Sobre el gasto, Caffaratti aseguró que el proyecto consolida un esquema de erogaciones crecientes, desordenadas y sin impacto real en la vida cotidiana de los cordobeses. “Este Presupuesto aumenta partidas que no explican resultados: crece la publicidad oficial, se incrementan los alquileres, se sostiene una planta política sobredimensionada y se mantienen estructuras paralelas que no rinden cuentas. A eso se suma una Guardia Urbana que, después de años y millones invertidos, no logró cumplir una función clara ni aportar soluciones concretas.”
Consideró que el gasto de Higiene Urbana es otro ejemplo evidente de esta lógica de gasto sin gestión: “Sumando las partidas de distintas áreas destinadas a Higiene Urbana, representa el 20% del gasto corriente del Municipio y sin embargo tenemos más de 300 basurales activos, recolección deficiente, superposición de organismos y tercerizaciones millonarias. Gastan como una ciudad modelo, pero vivimos en una ciudad sucia”.
La edil alertó que el proyecto habilita al Ejecutivo a tomar hasta USD 450 millones de deuda, entre obligaciones de corto y mediano plazo, sin detallar objetivos, destinos ni criterios de uso. “Ninguna administración puede endeudarse sin explicar para qué y bajo qué condiciones. Este presupuesto concentra poder, reduce controles y elimina contrapesos institucionales”, afirmó.
Qué dice el oficialismo
Desde la bancada oficialista en el Concejo, Martín Simonian, su titular, señaló: “Hoy dimos un paso fundamental para dotar a la ciudad de un presupuesto 2026 que brinde estabilidad fiscal, reducción de tasa de Comercio e Industria del 30% para el 85% de los contribuyentes y un equilibrio entre ingresos y egresos que va posibilitar un déficit del 0% para el año que viene, logro este que solo se dió en tres oportunidades en los últimos 20 años”.

El edil de Hacemos Unidos por Córdoba contestó que “el mantenimiento de la emergencia económica está justificada por la ‘deuda externa’ que la ciudad tiene a raíz del préstamo que solicitara Ramón Mestre de 150 millones de dólares cuyo destino aún hoy se desconoce”. Simonian completó: “En los dos años de la gestión del intendente Passerini ya se abonaron casi U$S 100 millones y los 50 millones restantes serán el año que viene”.
Sobre las críticas de los radicales, Simonian plateó: “Los concejales del radicalismo son muy buenos relatores de las cosas que hicieron muy mal cuando les tocó gobernar, deudas en dólares y el quiebre del sistema de transporte que puso en riesgo 1.850 puestos de trabajo”.

























