El bloque de legisladores radicales volverá en estos días a insistir en la Legislatura provincial con un proyecto de modificación del Reglamento Interno, el que incluye la posibilidad de que se retomen de manera semanal las asambleas ordinarias.
En la bancada del oficialismo dieron el apoyo para que el miércoles de la semana próxima el tema tenga tratamiento, aunque advirtieron que “se analizarán los cambios”, y que tendría chanches sólo uno de los pedidos del arco opositor.
La propuesta a la que ya se le aprobó tratamiento preferencial para el miércoles 5 fue presentada por el legislador radical Miguel Nicolás, que desde el año pasado insiste con un proyecto para que se deje asentado por reglamento que las sesiones deben ser obligatorias y semanales.
En la nueva administración de Martín Llaryora, el oficialismo y la oposición aprobaron a fines de 2023 que las asambleas ordinarias sean los miércoles, pero no la periodicidad, por lo que Juntos por Cambio quiere que se retomen a prácticas legislativas de otros años, con la realización de debates semanales.
Pero ese no es el único punto que planteó el radical. Propuso también cambios que hacen al funcionamiento en cuanto a las autoridades.
En la propuesta se incorporó que los legisladores electos deben juzgar la validez de la elección, de los derechos y títulos, y para eso se debe conformar una Comisión de Poderes integrada con seis miembros de la primera minoría y cinco de las restantes minorías. Esto, según la oposición, para determinar en caso de una paridad legislativa.
Esto fue una cuestión que reclamaron algunos radicales cuando en 2023 Hacemos Unidos por Córdoba y Juntos por el Cambio habían obtenido igual número de representantes (33 cada uno).
Otra de las modificaciones es la incorporación de las presidencias de interbloques en las reuniones de Comisión de Labor Parlamentaria, algo que el PJ resistió al hacerle saber a la legisladora radical Alejandra Ferrero, titular del espacio de Juntos por el Cambio, que no podría participar por no estar bajo la normativa.
Además, el proyecto de Nicolás abre la posibilidad de que en la Comisión de Labor Parlamentaria pueda aumentarse el número de los miembros de algunas de las Comisiones Permanentes.
Plantea también que los proyectos de resolución, como los pedidos de informe, podrán ser ampliados de forma verbal en el recinto por 10 minutos. “Como caja de resonancia de la sociedad (la Legislatura), es necesario que la misma deje ser una tiranía establecida por una mayoría absoluta, sin ningún tipo de espacio para la representación de las minorías y funcione fielmente, respetando los espacios políticos opositores, sin importar el número de legisladores que la integren”, fundamentó Nicolás.
La última modificación del Reglamento Interno se dio el año pasado, cuando el oficialismo con parte de la oposición (con votos de la UCR) acompañó una propuesta del libertario Agustín Spaccesi, que fijó que los tratamientos de proyectos sobre tablas debían contar con el aval de los dos tercios de los legisladores presentes y no ya con mayoría simple.
Además, que a los 45 días podían ser nuevamente planteados en el recinto, en esa oportunidad, sí con la mayoría de los presentes.
La pelea por los cinco minutos
Pero hay un punto en cuestión que desde el año pasado se llevó buena parte de las discusiones entre el oficialismo y el arco opositor respecto del uso de los cinco minutos de reconsideración, es decir que, ante el rechazo de un tratamiento, el legislador autor de un proyecto pueda explayarse.
Esto tuvo numerosos cruces y varios intentos entre el presidente provisorio de la Legislatura, Facundo Torres, y el arco opositor en llegar a un acuerdo.
Esto -que obedece más a los usos y costumbres legislativos- sería el único punto que el PJ podría evaluar. “Hay algunas cosas, como los cinco minutos que podríamos acompañar, pero veremos qué dice el bloque porque esto está en análisis”, dijo un legislador de Hacemos Unidos por Córdoba.
Otros puntos
La posibilidad de retomar las sesiones ordinarias de manera semanal, tal como ocurrió en los últimos años, no es un tema que le interesa al llaryorismo y que la UCR intentará volver a instalar en los próximos días. Por lo que ya cursó el reclamo con al pedido a la Comisión de Asuntos Constitucionales para que trate el proyecto.
Sobre todo, porque con el juecismo, junto con la UCR, denuncian en cada una de las sesiones que “el oficialismo no quiere debatir”. Por lo que, a los minutos de reconsideración, le sumarán el reclamo de debates semanales.
Ya en octubre de 2024, el juecista Walter Gispert había presentado una modificación para “sesionar de manera ordinaria desde el 1° de febrero hasta el 30 de diciembre, al menos una vez a la semana, entre las 8 y las 14 horas”. “Esta medida surge como respuesta a las sesiones que han comenzado tarde y se han extendido hasta altas horas de la madrugada, afectando la calidad de las deliberaciones y las decisiones tomadas”, fundamentó.
“Hace ya unos cuantos meses está aceptado y hasta reivindicado que no está mal sesionar cada dos semanas”, expresó, por el contrario, un hombre de la Legislatura que no ve en esta ocasión el apoyo del PJ en este punto y que el proyecto prospere.