Mientras en la Casa Blanca Donald Trump declaraba: “Queremos ayudar a la Argentina”, “creemos que Milei va en la dirección correcta”, y advertía que “si no gana, no seremos igual de generosos”, a 8.396 kilómetros de distancia, en la sede central del Indec en Buenos Aires, el Gobierno nacional recibía una noticia que, al igual que el respaldo del magnate, puede leerse de dos maneras: la inflación.
El 2,1% que marcó el índice de precios al consumidor en septiembre es una cifra positiva, como el espaldarazo de 20 mil millones de dólares de Trump, porque confirma una tendencia: se mantiene en torno al 2% mensual desde marzo. Además, la variación interanual continúa a la baja: se ubicó en 31,8%.
Sin embargo, no todo es tan alentador. El dato del organismo que dirige Marco Lavagna muestra un repunte respecto de los meses previos y deja en claro que, tras un trimestre completo, la inflación mensual volvió a subir, marcando la tasa más elevada desde abril (2,8%). Con este ritmo, el objetivo del ministro Luis Caputo de cerrar 2025 con una inflación punta a punta por debajo del 25% ya no luce posible. Para lograrlo, necesitaría que el IPC no supere el 1% en ninguno de los tres meses finales del año, algo impracticable.
De acuerdo con los datos oficiales, la división del IPC nacional que más subió en el mes fue “Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles”, con un alza del 3,1%, impulsada principalmente por incrementos en los alquileres. En segundo lugar se ubicó “Educación”, también con una suba del 3,1%. En cuanto al impacto regional, “Alimentos y bebidas no alcohólicas” fue la división con mayor incidencia en la mayoría del país.
Las menores subas del mes se dieron en “Recreación y cultura” (1,3%) y en “Restaurantes y hoteles” (1,1%). Al analizar el comportamiento por categorías, los precios Regulados encabezaron las subas con un 2,6%, seguidos por los Estacionales (2,2%) y el IPC Núcleo (1,9%).
Las principales consultoras privadas esperaban un leve repunte en la inflación de septiembre, que finalmente fue algo menor al anticipado. EcoGo proyectaba un 2,3% mensual, señalando una dinámica “especialmente sensible” en las semanas previas a las elecciones del 26 de octubre, con presión sobre los alimentos y el tipo de cambio. En la misma línea, el relevamiento de Orlando Ferreres estimó un 2,2% para el índice general.
Otros informes, como el del Instituto de Estadística de los Trabajadores (UMET) y la Dirección de Estadísticas de la Ciudad de Buenos Aires, también registraron una inflación mensual del 2,2%, marcando una aceleración respecto de agosto.
Octubre y elecciones
En relación con la inflación de octubre, la consultora EcoGo estima que se ubicará en el 2,6% mensual. Atribuye esa proyección a la “incertidumbre” que persiste en el tramo final hacia las elecciones, tanto por el posible resultado como por el rumbo que tomará la política económica tras los comicios. Esa situación, señala, mantiene la inflación en esos niveles.
EcoGo destaca, no obstante, que “el salvataje de [Scott] Bessent, con la intervención en el mercado de cambios y el anuncio de un swap, junto con las últimas declaraciones de Caputo que apuntaron a que no habría dolarización por ahora, contribuyeron a calmar los mercados”.
Por su parte, el último informe del Centro de Estudios de la Nueva Economía de la Universidad de Belgrano, que dirige Víctor Beker, sostiene que la economía argentina logró evitar una “megadevaluación” gracias al acuerdo de urgencia con las cerealeras y al respaldo del Tesoro de Estados Unidos. Sin embargo, advierte que “la letra chica del apoyo estadounidense” es clave y continúa presionando sobre los dólares financieros.
El informe señala que el “salvataje” de 7.000 millones de dólares aportado por las exportadoras se concretó en un contexto de fuerte corrida cambiaria, y que la eliminación de retenciones por 72 horas fue una medida “hecha a la medida del sector exportador”. Advierte también que este tipo de concesiones, si bien útiles en el corto plazo, pueden generar tensiones hacia adelante: “¿Aceptarán los productores liquidar la producción sin el incentivo de recibir el precio pleno?”, plantea.
En el plano social, el trabajo entiende que el impacto del ajuste “ya está pasando factura”. Con base en datos de empleo e ingresos relevados por la consultora Bumeran, Beker advierte que “el 86% de los encuestados afirmó que sus ingresos no le permiten llegar a fin de mes” y que la informalidad laboral alcanzó el 43,2%. El informe vincula estos datos con el resultado adverso que tuvo el oficialismo en los comicios en la provincia de Buenos Aires y se pregunta si ese malestar podría replicarse en otros distritos durante las elecciones del 26 de octubre.
Condición
Las elecciones del 26 de octubre serán determinantes para la evolución de precios en noviembre y diciembre, por su impacto político, cambiario y fiscal inmediato. Definirá el margen de maniobra para ajustar tarifas, por ejemplo.
En Córdoba, 1,8% el mes pasado y 23% en 2025
Alimentos y bebidas. Subieron 1,6% en septiembre. Se mantienen por debajo de ese incremento desde mayo.
Estacionales. Fuerte aumento de frutas (+10) y verduras (6,4%).Esto impactó en la suba de los alimentos.
En baja. El ítem “Calzado” bajó en el mes de septiembre (-0,1%). La indumentaria subió 1,3% y acumula sólo 7% en 2025.
Facturas de servicios. El agua en Córdoba subió 1,9% en septiembre; la luz, 1,6%; y el gas natural, 1,4%.
Nafta. En Córdoba, hubo aumentos de la nafta (3%), de las cuotas de los colegios (2,8%) y de las prepagas (1,9%).