La comisión investigadora de la presunta estafa cripto cometida por el presidente Javier Milei hizo estallar por los aires la composición entera de la Cámara de Diputados. Una maniobra de Martín Menem y el PRO para trabar el funcionamiento desencadenó una insólita ola de nuevos bloques e interbloques para ganar lugares, que hizo partir al kirchnerismo pero también se llevó puesto al radicalismo. El resultado, hasta el momento, es un desconcertante empate en 14. La oposición acusa al presidente de la Cámara de Diputados de desatar una guerra y busca salidas para no quedar sin quórum.
Los promotores de la investigación del caso $Libra quedaron atrapados en el propio proyecto que aprobaron el último martes en la Cámara de Diputados. Según el mecanismo ideado por los radicales de Democracia para Siempre, que generó un caos inédito, la comisión debe integrarse de la siguiente manera: los bloques o interbloques de cinco integrantes tendrán un diputado, y aquellos con más de cinco tendrán dos diputados y adicionarán uno más por cada 20 miembros.
La figura del “interbloque” fue pensada para contener al Frente de Izquierda, que al tener bloques fragmentados se quedaba sin representación. Pero Menem y Cristian Ritondo, jefe del bloque PRO, descubrieron allí un resquicio para conformar sus propios nuevos interbloques y así ganar más sillas. De esa manera, La Libertad Avanza se alió a una tucumana y llegaron a 40, y el PRO hizo lo propio con el MID y un fueguino, alcanzando 41. Así fue como colocaron en la comisión un diputado más cada uno.
Enfurecidos, los bloques de la oposición activaron contactos de emergencia para definir cómo responder a lo que consideraron una “trampa”. Los diputados Oscar Agost Carreño y Nicolás Massot, los elegidos de Encuentro Federal para integrar la comisión, le enviaron una nota a Menem para intimarlo a que se abstenga de conformar el cuerpo de esa manera, bajo amenaza de recurrir la resolución.
Por el contrario, Unión por la Patria decidió tomar otro camino y entró al pantano generado por los libertarios. Dos kirchneristas, Julia Strada y Mónica Macha, se fueron del bloque y formaron un interbloque de seis con la izquierda para garantizar un lugar, porque el FIT se había quedado con cuatro miembros por la inoportuna renuncia de una legisladora y quedaba afuera de la comisión, donde se requiere un mínimo de cinco.

Pero, como en el juego de la soga, del lado de Milei también hicieron fuerza. Los seis radicales apodados “con peluca” (entre ellos el cordobés Luis Picat) formaron un bloque aparte de seis, bautizado “Liga del Interior”, y así se abrocharon dos lugares, por lo que se le restó uno a la UCR de Rodrigo De Loredo.
“Lo estábamos hablando hace mucho, había que digerirlo y avanzar. $Libra es la excusa”, comentaron a La Voz en el grupo “mileísta”. El Gobierno, vía Menem, había presionado con fuerza para que el radicalismo enviara a los “pelucas” a la comisión, pero el bloque de De Loredo debía hacer equilibrio con el sector más opositor a Milei. Ahora en la UCR hay malestar con el oficialismo porque, dicen, hizo que se terminara de romper el bloque.
“La desesperación del Gobierno incentivó todo esto. Están al nivel de los K, solo que en vez de dividir, suman. No sabemos cómo va a terminar este enchastre”, lamentan por lo bajo en el bloque radical, que había votado junto con La Libertad Avanza en contra de la comisión investigadora y de la interpelación a funcionarios.
Cómo quedaría la comisión
Con la nueva e inédita reconfiguración de la Cámara, que se conoció en plenos anuncios económicos del Gobierno, la comisión quedaría integrada por 28 miembros. Se necesitan 15 para el quórum, pero tanto el bando oficialista como el opositor tienen 14 cada uno. Así, los impulsores de la investigación a Milei quedarían en minoría para sesionar y designar autoridades.
La facción del oficialismo y aliados quedó de la siguiente manera: cuatro del nuevo interbloque La Libertad Avanza-CREO (Gabriel Bornoroni, Nadia Márquez, Nicolás Mayoraz y Paula Omodeo), cuatro del PRO-MID (Cristian Ritondo, Silvana Giudici, Martín Mquieyra y Oscar Zago), dos de la UCR (deben definir entre Karina Banfi, Soledad Carrizo y Lisandro Nieri), dos de la nueva Liga del Interior (Pablo Cervi y Francisco Monti) y dos de Innovación Federal que quedaron “en reserva”.
Del bando opositor quedaron seis de Unión por la Patria (Pablo Carro, Rodolfo Tailhade, Carolina Gaillard, Juan Marino, Sabrina Selva e Itai Hagman), dos de Encuentro Federal (Oscar Agost Carreño y Nicolás Massot), dos de Democracia para Siempre (Danya Tavela y Fernando Carbajal), dos de la Coalición Cívica (Maximiliano Ferraro y Mónica Frade) y dos del nuevo interbloque del kirchnerismo y la izquierda (Julia Strada y Christian Castillo).
Ahora la pelota pasó a manos de Menem, que el martes debe firmar la resolución con los nombres de los integrantes de la comisión. La primera reunión del grupo de trabajo $Libra está prevista para el 23 de abril, un día después de la interpelación al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y otros funcionarios del Gobierno.
En la oposición arden los teléfonos, entre el enojo con Menem, la catarsis y pases de factura por el resultado del proyecto que tanto costó aprobar. Aunque hubo quienes, con la mente en frío, repararon en un dato: como el bloque Innovación Federal aún no nombró diputados (pidió reserva de nombres) y el viernes a las 20 venció el plazo para las nominaciones, sostienen que deberían quedar afuera.

Innovación Federal es un bloque de ocho miembros que responden a los gobernadores de Río Negro, Salta y Misiones, y que son afines a Milei. En la sesión por el “criptoescándalo” se borraron por completo, lo que abrió especulaciones. Sin esos diputados, la comisión quedaría con 14 representantes de la oposición y 12 del oficialismo y aliados. La lapicera la tiene Menem, pero le darán batalla.
La oposición tiene una oportunidad en la sesión informativa del próximo miércoles, a la que asistirá Francos a brindar su informe de gestión mensual, donde promete responder sobre el caso de la criptomoneda. Una de las posibilidades en análisis es aprovechar el recinto para aprobar una moción interpretativa que aclare que la comisión investigadora debe integrarse según la conformación vigente cuando se aprobó el proyecto.