Todos los gobernadores están tratando de determinar qué implican las palabras que el sábado pasado pronunció ante el Congreso el presidente Javier Milei sobre la intención nacional de avanzar en una “reforma impositiva integral”.
Milei indicó que el objetivo de esa reforma es “reducir en un 90% la cantidad de impuestos y tener solamente seis impuestos, terminando con el infierno logístico que implica tributar en Argentina”.
Luego mencionó un segundo objetivo: “El espíritu de la reforma en la que estamos trabajando es brindarle autonomía fiscal a las provincias en los impuestos que hoy recauda el Estado nacional en su nombre. De este modo, el Estado nacional establecerá un piso mínimo para cada impuesto, sustancialmente inferior al total actual, y luego las provincias podrán elevarlo a su criterio, lo que indudablemente generará una competencia fiscal entre las provincias que dinamizará así sus economías”.
El gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, también está en la misma tarea que sus pares: determinar qué significa lo que anunció Milei. No obstante, la primera reacción del Panal es positiva: coinciden con el Gobierno nacional respecto de que la discusión sobre la recaudación y la distribución de los recursos impositivos es muy necesaria.
Aceptación con queja
No solo eso, consideran que es urgente que un Estado nacional que solo piensa en achicarse y casi no presta servicios en las provincias deje de quedarse con la mayor parte de los impuestos. Recalcan que esa realidad se agudizó con los ajustes que aplicó Milei.
En Córdoba repiten que el desfinanciamiento de la Caja de Jubilaciones por parte de la Anses también es un tema impositivo –la Nación se queda con el porcentaje de los impuestos que van a financiar el sistema previsional–, como también lo es la falta de distribución de un impuesto de asignación específica como el que se cobra sobre los Combustibles. Ni hablar de las retenciones a las exportaciones agrícolas, de las que no vuelve un peso a la Provincia.
“Estamos dispuestos a dar esa discusión, que es muy necesaria. Córdoba va a resultar beneficiada si el esquema supone mayor equidad. La Provincia está muy preparada para recaudar, y también dispone de numerosas herramientas de política tributaria para ofrecer incentivos y generar competitividad”, indicaron desde el Panal.
Llaryora apoya especialmente la iniciativa de ir a un sistema simplificado. No obstante, en el Panal piensan en un esquema en el que las provincias cobren los impuestos y los coparticipen a la Nación. Esa iniciativa está inspirada en una idea del exministro de Finanzas, Osvaldo Giordano, que propone unificar el actual IVA nacional con Ingresos Brutos provinciales y tasas municipales, de modo que el “súper IVA” que evite la superposición impositiva de los tres niveles de Gobierno sobre el mismo hecho imponible. El exgobernador Juan Schiaretti propuso una idea similar cuando fue candidato a presidente.
No obstante, a simple vista, no es eso lo que planteó Milei ante el Congreso: habló de una reducción significativa de los impuestos que se coparticipan a las provincias y de autonomía provincial para subirlos en cada jurisdicción. Como sea, se trata de una discusión de enorme complejidad, que requiere habilidades extraordinarias en materia de negociación política y búsqueda de consenso, dos rubros en los que la gestión Milei no se destaca especialmente.
Esto es así porque un cambio en las relaciones fiscales como el que se está planteando implica la modificación o incluso la derogación del régimen de Coparticipación Federal de Impuestos y por tratarse de una ley-convenio, requiere del acuerdo de todos los gobernadores y de la anuencia de todas las legislaturas provinciales, pero además desde 1994 la Coparticipación tiene rango constitucional.
Disparidad
La discusión es especialmente complicada, además, por la enorme disparidad existente entre las provincias argentinas. Los datos de la Dirección Nacional de Investigaciones y Análisis Fiscal del Ministerio de Economía indican que a fin de 2023 la Ciudad de Buenos Aires era el distrito con mayor autonomía financiera, ya que recaudaba por sí misma el 91% de los los recursos para financiar sus gastos.
Las otras provincias en las que los recursos propios superaban a los recursos de origen nacional eran Neuquén (83%), Chubut (67%), Buenos Aires (63%), Santa Cruz (62%), Córdoba (57%), Mendoza y Tierra del Fuego (ambas con 55%) y Misiones (51%).
En cambio, en 15 provincias los recursos propios son iguales o menores a los nacionales, en un listado que incluye a La Pampa (50%), Santa Fe (49%), Entre Ríos (43%), Salta (38%), Río Negro (37%), Chaco (34%), San Juan y Tucumán (las dos con 33%), Corrientes (31%), Catamarca, La Rioja y San Luis (30% en cada caso), Jujuy (28%), Formosa (27%) y Santiago del Estero (24%).