El respaldo del Gobierno de Córdoba al DNU que le permite al presidente Javier Milei tomar nueva deuda en el marco del inminente acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) tiene motivos contantes y sonantes: la administración de Martín Llaryora prepara la emisión de un nuevo bono en dólares a ocho años para el momento mismo en que ese acuerdo esté cerrado.
El objetivo de la Provincia es aprovechar la ventana propicia que se espera en los mercados tras un acuerdo con el Fondo. El equipo económico que conduce el ministro Guillermo Acosta planea que Córdoba sea el primer Estado subnacional que salga con una colocación internacional y aspira a obtener entre U$S 400 millones y 450 millones.
La colocación tendrá como objetivo el financiamiento de infraestructura, pero se sabe que el dinero es fungible. En la práctica, la Provincia busca cubrir con nueva deuda la mayor parte de los vencimientos en dólares por U$S 486 millones que operan este año. En junio y diciembre próximos debe pagar las últimas dos cuotas de U$S 120 millones correspondientes al capital del bono 2025, y también una cuota de U$S 130 millones del bono 2027.
El nuevo bono a emitir tendrá vencimiento en 2033, con pagos semestrales de intereses y pago del capital en los últimos tres años. En el Panal sostienen que no se convalidarán tasas de más de un dígito, similares a las de los bonos vigentes. El 2025 rinde en el mercado secundario 8,86%, el 2027 rinde 9,8% y el 2029 rinde 8,8%. Si las ofertas están en esa línea, es probable que la Provincia tome U$S 450 millones.
Diálogo fructífero
Esa emisión fue uno de los temas centrales de conversación de la reunión que el 6 de marzo pasado tuvieron Llaryora y Acosta con el ministro de Economía de la Nación, Luis Caputo, y el secretario de Hacienda, Carlos Guberman. De hecho, la gestión de los avales nacionales ya está en trámite y preacordada. La autorización final se solicita el día de la colocación, que será luego de que el acuerdo con el FMI quede firme.
En esa reunión de Llaryora con Caputo también se destrabaron los avales para un crédito por U$S 125 millones que la Provincia contrajo con fondos de Arabia Saudita y Kuwait para una nueva etapa del acueducto Paraná-Córdoba.
Además formaron parte de esa conversación los avales necesarios para que la gestión municipal de Daniel Passerini pueda emitir el martes próximo letras y un título por un total de 80 mil millones de pesos, que pueden ampliarse hasta los 100 mil millones si hay ofertas abundantes. Con esos recursos, el municipio se garantiza el pago de las dos cuotas de U$S 25 millones que debe afrontar a fin de marzo y a fin de septiembre.
El buen diálogo del equipo económico de la Provincia y la Nación también incluye conversaciones fluidas respecto del acuerdo de compensación de deudas y la normalización de los envíos de la Anses a la Caja de Jubilaciones.
Para la administración Llaryora, la recuperación del flujo de envíos al sistema previsional –se trata de unos 20 mil millones de pesos mensuales– y la disponibilidad de dólares para cubrir el exigente calendario de vencimientos 2025 representarían la resolución de las dos principales urgencias económicas. La tercera ya fue resuelta la semana pasada, cuando el gremio docente acordó una paritaria anual. Si los tres frentes se encarrilan, el cordobesismo pasará un año electoral sin grandes sobresaltos.
El año pasado, la Provincia salió al mercado sólo para emitir deuda en pesos y con eso abordar los vencimientos en moneda extranjera. Primero fue en mayo, con $ 120 mil millones (Títulos de Deuda Clase 2), y después en diciembre, con un monto similar (Títulos de Deuda Clase 4). El segundo fue etiquetado como “un bono para obras”. En el Panal están convencidos de que el acuerdo con el FMI es la puerta de reingreso del país a los mercados externos y al financiamiento en dólares.