El gobernador Martín Llaryora volvió este martes a levantar una de las banderas más duras del “cordobesismo”: el reclamo por la baja de las retenciones al campo. Y lo hizo junto a sus pares Maximiliano Pullaro, de Santa Fe, y Rogelio Frigerio, de Entre Ríos, para ampliar el volumen político de un tema que es central para las tres administraciones.
Fue una reunión cargada de significado político, ya que, si bien son mandatarios de distintos partidos, la alineación en la Región Centro se propone como un fuerte mensaje hacia la Capital Federal.
Con el dato, no menor, de que el próximo 6 de febrero, el ministro de Economía, Luis Caputo, recibirá a la Mesa de Enlace (ver página 4). ¿Habrá algún anuncio? “No hay nada concreto, pero la especulación es que, si los recibe, tendrá algo que decirles”, decía una alta fuente del Centro Cívico cordobés.
Como sea, este martes, en Santa Fe, Llaryora no ahorró calificativos negativos al momento que vive el campo, entre la baja de los precios internacionales, los problemas con el clima y la fuerte presión fiscal que mantiene la Nación sobre los productores.
“Si no se bajan urgente las retenciones, el campo se puede fundir”, dijo el gobernador de Córdoba frente a Pullaro y a Frigerio, que compartieron el diagnóstico.
“Es la hora del campo. Se lo estamos diciendo a tiempo”, agregó Llaryora en un mensaje a la administración de Javier Milei, que, dijo, servía de “ayuda” a la Nación para que advierta el daño de las retenciones.
Desde que asumió, el Presidente mantiene derechos de exportación del 33% para la soja y sus derivados, y del 12% para el maíz y el trigo.
Es más: en diciembre de 2023, se llegó a debatir si, en el caso del trigo y el maíz, ese porcentaje subía al 15%, algo que el campo rechazó de cuajo.
Qué dijo Llaryora
“La baja de las retenciones, en un momento tan difícil para el campo, debe ser urgente”, afirmó Llaryora. Y agregó: “Siempre fueron un mal impuesto. Somos el único país que las paga, y por eso vivimos en una continúa etapa de decadencia”.
Para el cordobés, el sector no ha perdido más “gracias al esfuerzo de los productores”, que siguen invirtiendo a pesar de que no los ayudan.
Llaryora explicó que hoy la producción se ve asfixiada por tres variables: la caída de los precios internacionales, los problemas climáticos y las “malditas retenciones”.
“Si no hay un cambio rápido, podemos tener un colapso, como sucedió en la década de los ’90. Es la situación que queremos alertar”, expresó.
“Queremos que bajen las retenciones para que ese dinero quede en manos de los productores. Para que puedan salir adelante. Porque los productores no ponen la plata en las Islas Caimán, la ponen en producir más”, agregó el cordobés.
“El campo no da más. Si no tomamos decisiones rápidas, y si el clima nos da una mala pasada, y con los precios internacionales que tenemos..., el campo se puede fundir”, describió Llaryora en su pedido.
“Ayudar al Gobierno”
Una de las preguntas de la prensa a los gobernadores fue si la conferencia era “una demostración de fuerza” al Gobierno nacional y si, de no haber medidas, se podía “romper relaciones” con Milei en un año electoral.
Frigerio dijo que era “una necesidad” del principal sector productivo del país. “Defender al campo es defender nuestras provincias”, respondió.
Llaryora entonces tomó la palabra y agregó contexto a la respuesta. “Los tres, cuando fue lo de la ley Bases, nos opusimos. Fue cuando nos quisieron meter otras retenciones (a la industria). Nos opusimos cuando nos querían imponer un 15% de retenciones al valor agregado. Eso dio mucha discusión y se bajó...”, recordó.
Allí, Llaryora volvió a dejar claro el delicado equilibrio que busca en su relación con el Gobierno nacional, al remarcar que el pedido de bajar de retenciones no es oposición contra la gestión libertaria.
“Esto no tiene que ver con un enfrentamiento político. Tiene que ver con una defensa de la producción y del empleo. Es una responsabilidad histórica”, resumió, y agregó: “Y creo que también es una ayuda que le damos al Gobierno nacional cuando vemos que hay medidas con las que se va a equivocar, y le va a ir muy mal a la Argentina”.
Según el cordobés, con sus pares han acompañado muchas iniciativas del Gobierno nacional. “Pero hemos puesto el stop en aquellas que consideramos negativas”, subrayó.
Para Llaryora, Argentina necesita un campo próspero para producir. “Porque, si ese motor se apaga, no sólo va a dejar de recaudar la provincia. También, el país”, cerró.
La dura respuesta de Caputo
Horas después del reclamo de los gobernadores de la Región Centro, el ministro de Economía, Luis Caputo, lanzó su respuesta y dijo que el gobierno de Milei “vino a bajar impuestos”.
“Sólo que, producto del desastre heredado y de nuestro pésimo historial crediticio, sólo podemos hacerlo si tenemos superávit fiscal. Costó mucho evitar una hiperinflación y lograr lo que hemos logrado en apenas un año”, dijo.
Caputo dijo que, desde que asumió, ya bajaron “más impuestos que cualquier otro gobierno”, entre ellos el más importante: el inflacionario. Y alertó: “No necesitamos a nadie que nos lo venga a recordar porque a eso hemos venido”.
Luego, apuntó a las provincias y a los municipios: “Les digo que están cordialmente invitados a esta tarea. Todavía no hemos visto una provincia reducir Ingresos Brutos, sin lugar a dudas EL PEOR IMPUESTO que una economía puede tener. Al contrario, muchas lo han subido, y algunas a niveles aberrantes”.
“Ni hablar de algunos municipios, que están directamente estafando a sus vecinos con tasas municipales que no tienen ninguna correlación con las prestaciones que brindan; es decir, contrariamente a lo que dice la ley”, desafió.
“El país lo construimos entre todos: Nación, provincias y municipios. Ojalá seamos cada vez más los que entendamos que la forma más saludable para bajar impuestos es bajando el exorbitante nivel de gastos que aún hoy algunas provincias y municipios tienen”.