Lo nuevo funciona. El fuerte golpe electoral que dio La Libertad Avanza en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba) es la antítesis del eslogan que circula desde hace semanas gracias a la exitosa serie El Eternauta. Lo tradicional y lo establecido –lo que incluye a partidos políticos y dirigentes– se había aferrado a esa máxima como una especie de salvavidas y lugar de resistencia. Quedó expuesto: en Caba: lo viejo no funcionó como antes.
Para la mayoría de los porteños, el PRO de Mauricio Macri es un artefacto político de otro momento, que perdió la sintonía que antes sí conectaba con ellos. Lo nuevo es Manuel Adorni –como continuidad lineal y personal de Javier Milei–, quien quedó posicionado para ir por la principal ciudad del país y concretar, dentro de dos años, el asalto final a la matrix macrista.
Que los libertarios hayan duplicado en votos al PRO en su propio territorio exhibe la magnitud del logro de los “violetas” y también la profundidad del hueco al que cayeron los “amarillos”.

En Córdoba, el contundente resultado porteño también tiene su impacto político. Este es el peor momento de Macri desde que lanzó el PRO. Ese partido, que se construyó en esta provincia a imagen y semejanza del éxito porteño, está en plena crisis. Este duro revés no hará otra cosa que profundizarla.
El triunfo de Adorni empodera a los “puristas” libertarios y les da argumentos para las discusiones que vienen. “Si pudimos en Caba contra todos los pronósticos, ¿cómo no vamos a poder liderar una propuesta propia en Córdoba?”, razonan por estas horas de euforia quienes comandan las riendas libertarias en la provincia.
En La Libertad Avanza ya avisan sobre la nueva regla de oro: no va a existir una alianza de partidos; el que quiera sumarse, será bienvenido a las Fuerzas del Cielo.
El impulso de la victoria de Adorni llega, además, en un momento en el que hay ajuste de roles en la dirigencia mileísta cordobesa. No hay nada mejor que calibrar y perfeccionar la máquina sabiendo que funciona.
En cambio, quienes necesitaban de una Libertad Avanza fuerte pero no tanto –para que fuera más racional y generosa con los potenciales socios– están recalculando posiciones y estrategias. El balance es lineal: en Córdoba, como en el resto del país, se fortalecen los propios y pierden fuerza los eventuales aliados.

El radical Rodrigo de Loredo integra ese segundo lote. El excandidato a intendente capitalino tiene abierta la persiana para converger con los libertarios, pero su condición hasta este domingo parecía innegociable: sólo si encabezaba la propuesta. El tablero de Caba pone en crisis esa posición. Los libertarios tienen ahora un argumento de peso y constatable que no existía antes para resistir aquella pretensión del radical.
Cabe hacer una salvedad: en Caba, el mileísmo presentó a una de las figuras con mejor imagen pública luego del presidente Milei. En esta provincia, en cambio, La Libertad Avanza está lejos de ofrecer a alguien con semejante potencial electoral y nivel de conocimiento.
De Loredo tiene tarea por delante. Debe discernir qué es más conveniente: ser socio minoritario de los libertarios o accionista principal de una eventual alianza con el PRO de Macri, que está en su peor momento. Ambas opciones son inquietantes para el radical, que está obligado a renovar su banca si pretende tener sobrevida política para su objetivo provincial de 2027.
Luis Juez también es alcanzado por el nuevo escenario que se abre con el resultado porteño. El senador no tiene la urgencia electoral de su socio político. Su discurso de “acompañar” y “hacer lo que el Presidente diga” marida mejor con este momento de éxtasis libertario. Con no moverse de ese plan, le alcanzará para surfear el 2025.
En el Panal, el primer análisis es que la victoria de Adorni “desalienta” la constitución de un “frente de frentes” que desafíe al peronismo y al cordobesismo que construye el gobernador Martín Llaryora. Una posible atomización de los adversarios sería celebrada en el Centro Cívico. Igual, no deja de inquietar al oficialismo que nuevas fuerzas ingresen al juego grande y crean que tienen chances de disputar la provincia.
Si en Caba pasó, ¿por qué acá no? Como en 2023 a nivel nacional, lo nuevo volvió a demostrar que funciona.