La inflación de febrero fue de 6,6%, y de esta forma la interanual trepó a 102,5%, impulsada por un fuerte avance de 9,8% en los alimentos, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Luego del 6 % de enero, el dato del mes pasado confirmó la dinámica ascendente de los precios, que de acuerdo a las primeras proyecciones se mantendrá con similar vigor en marzo.
En Córdoba los resultados de la medición fueron todavía peores que los nacionales: el IPC provincial arrojó una suba de 7,54%, pero el rubro alimentos y bebidas tuvo un salto mensual del 12,35%. La suba interanual de precios, no obstante, no llegó a los tres dígitos: 97,35%.
Para la consultora LCG, la tendencia de las últimas cuatro semanas revela un aumento en alimentos del orden de 6,4%.
En tanto, en base a datos recolectados en los primeros 15 días la Fundación Libertad y Progreso estima que la inflación de marzo puede alcanzar el 6,8%.
“Si bien hay que tener en cuenta que marzo es un mes particularmente complicado por el factor estacional, también hay que destacar que no se ve un cambio sustancial en las variables monetarias y fiscales para creer que la inflación pueda disminuir de manera sostenida en los próximos meses”, explicó el economista Lautaro Moschet.
En tanto, para EcoGo el relevamiento de la primera semana de marzo apunta a una inflación de 7,2% para el mes en curso.
Frente a este escenario comienza a tambalear el plan que ideó el equipo económico para alinear expectativas inflacionarias en el orden de 4%.
Con el cierre de febrero, el primer bimestre registró un aumento de 13,1% y en consecuencia el primer trimestre podría culminar con una suba acumulada superior a 20%.
Por tanto, los acuerdos con actualizaciones de 4% (alimentos, combustibles, educación) quedarán rezagados y en riesgo de incumplirse.
Consenso con los gremios
Al mismo tiempo voltea la pretensión del Gobierno de lograr un consenso con los gremios para moderar las subas salariales por paritarias. La próxima semana habrá un test clave para tantear ese terreno cuando se reúna el Consejo del Salario Mínimo Vital y Móvil para definir la actualización desde abril.
En febrero, los alimentos subieron 9,8%, con fuerte incidencia de la carne que observó un alza promedio de 30%.
También se insinuó el impacto de la gripe aviar, ya que el pollo avanzó 6,8% y los huevos 13,2%. Cabe esperar que en la medición de marzo estos incrementos sean aún superiores.
Dentro de frutas, se destacó el aumento de 72% en la naranja. A su vez los panificados registraron alzas de 5,4%, mientras que el arroz tuvo un avance de 14,6%.
Este resultado también interpela la efectividad del programa “Precios Justos”, cuyo objetivo era anclar expectativas para evitar aumentos en la canasta básica.
Dado el fuerte aumento en toda la gama de alimentos, se espera un alza importante en las canastas que miden la pobreza y la indigencia.
A su vez, como los salarios no acompañaron esta evolución habrá un incremento en la cantidad de habitantes de la Argentina que no cubren sus necesidades básicas.
En lo que respecta a alquileres y tarifas de públicos el incremento en febrero fue de 4,8%. El rubro salud observó un alza de 5,3% por aumentos en los medicamentos y cuotas en prepagas.
Otro ítem de fuerte incremento fue “comunicación” con un alza de 7,8%, mientras que transporte exhibió un repunte de 4,9%.
La indumentaria moderó su ritmo de subas de los meses anteriores con un alza de 3,9%.
Los rubros vinculados a la temporada de verano también empujaron el índice hacia arriba con avance de 6,1% en “recreación” y 7,5% en restaurants y hoteles de 7,5%.
Estas fuertes variaciones preocupan de cara al futuro porque el FMI le pidió al gobierno que no demoré más la quita de subsidios y el aumento de tarifas, lo cual impactará en los próximos meses.
Pero el otro dato de gran repercusión es el aumento de 7,7% en la inflación núcleo, que es la que despeja de factores estacionales la variación del IPC.
Con esta indicador en el orden del 5% el Banco Central pudo mantener la tasa de interés sin variación en el 75% en los últimos meses, pero ahora deberá revisar su política para cumplir con establecer una tasa de interés real positiva, tal el compromiso firmado con el FMI.
