La inflación promedio en Córdoba en febrero fue del 3,7%, un punto y medio más que abril y 1,3 puntos por encima de la media nacional, que fue del 2,4%.
Pero uno de los datos más salientes es el fuerte repunte que registró el precio de los alimentos para consumir en el hogar, con un 5,6%, más del doble que en enero (2,4%).
Hay que retroceder hasta abril del año pasado, cuando comenzaba a bajar la inflación tras la devaluación de diciembre, para encontrar un registro superior. En ese mes los alimentos aumentaron un 5,8%, con el nivel general del índice de Córdoba en 6,7%.
Así, mientras hace 10 meses los alimentos traccionaban hacia abajo el promedio, el mes pasado fue al revés, lo elevaron.
La causa principal del aumento de los alimentos en Córdoba se asienta en el incremento del precio de la carne vacuna. Ese ítem, de acuerdo con el relevamiento de la Dirección General de Estadística y Censos, subió 9,3% el mes pasado. La carne había subido 3,2% en enero y 11,3% en diciembre luego de un año de haber aumentado por debajo del promedio ponderado de los precios en Córdoba.
La suba de la carne no es un tema menor, especialmente en Córdoba, donde representa casi el 10% de la canasta.
Los otros factores que impulsaron el precio de los alimentos hacia arriba en Córdoba fueron las frutas (5%), aceites (4,2%) y pescados (5,1%).
Por el contrario, aumentaron menos que el promedio el pan (2,8%), lácteos (2,2%), azúcar y dulces (3,5%) y otros alimentos (3,7%).
En lo que va de marzo, se advierte un fuerte incremento del precio del pollo, del orden del 25%. Las causas son varias. Por un lado, las inundaciones en la zona de Entre Ríos, sumado a incrementos estaciones habituales en esta época para ese productos y a un reacomodamiento de precios siguiendo la suba de la carne de vaca.
Inflación núcleo
Un dato preocupante es que en febrero, de la mano de los alimentos (a partir de la carne), se produjo un fuerte aumento de la inflación núcleo en Córdoba, aquella que no está impactada por los precios estacionales ni por los regulados.
En efecto, “resto IPC” subió en febrero un 4,1%, el mayor incremento en 10 meses. En abril del año pasado había trepado un 6,9% y desde entonces nunca superó el 4%.
El mes pasado, en tanto, los bienes y servicios estacionales registraron una variación negativa (-0,2%) respecto al mes anterior. Y los regulados tuvieron un incremento de 3,3%.