Como a todos los sectores de la economía, los salarios de los empleados estatales provinciales sufrieron el fogonazo inflacionario de diciembre del año pasado, que repercutió de manera negativa en los aumentos de enero, que no reflejaron la escalada de los precios de aquel mes, que en Córdoba estuvo cerca del 25%.
En sus primeros días de gestión, el nuevo gobernador Martín Llaryora se vio obligado a tomar medidas de ajuste, que determinó una pérdida de los salarios de los estatales, y también en los haberes de los jubilados, en la carrera contra la inflación.
En septiembre del año pasado, el entonces gobernador Juan Schiaretti firmó el último acuerdo paritario, con cláusula gatillo, que les garantizaba a los estatales no perder contra la inflación. Pero, durante el último trimestre de 2023, se aceleró la inflación que hizo crujir las finanzas de la Provincia.
Si se cumplía el último acuerdo paritario que firmó Schiaretti, el flamante gobernador tendría que haber aumentado un 24,19% los salarios de enero de este año, que se regían por la inflación del mes anterior.
Llaryora hizo una presentación ante la Secretaría de Trabajo de Córdoba, desconociendo el acuerdo que firmó su antecesor, en otro contexto económico nacional.
Luego de arduas negociaciones, finalmente los gremios aceptaron un aumento del alrededor del 9% para enero, admitiendo una sensible pérdida respecto a la inflación del mes anterior, que se ubicó cerca del 25%.
El ajuste no terminó con desconocer el acuerdo firmado por Schiaretti. Llaryora impulsó un aumento del 2 puntos de los aportes personales de los agentes públicos. El objetivo fue oxigenar la Caja de Jubilaciones de Córdoba, ante el incumplimiento de la Anses de enviar los fondos que estaban comprometidos en el Presupuesto nacional 2023.
En marzo pasado, Llaryora también debió afrontar un fuerte déficit de la obra social provincial (Apross), que ese mes tuvo un rojo de casi cinco mil millones de pesos.
Ante esta situación, el gobernador también decidió subir dos puntos los descuentos para la Apross. Además, de crear un fondo (Fosaet), que significó un aporte extra de los agentes de casi 2.500 pesos por cada carne.
El primer semestre del año cerró con un recorte del poder adquisitivo de los salarios de los estatales cordobeses superior al 12%. El mismo impacto negativo tuvo en los haberes de los jubilados provinciales, que también en gran medida padecieron el diferimiento en el cobro de los aumentos de los activos.
En el último semestre, con el descenso de la inflación, los estatales firmaron acuerdos con cláusula gatillo que le garantizaron no perder contra la inflación. Además, hubo pagos no remunerativos que les permitió a los salarios estatales recuperar parte de lo perdido.
Como los acuerdos con cada gremio tiene particularidades, es imposible determinar cuál fue la caída durante este año de los salarios públicos, respecto a la inflación. Pero seguramente se acercará a la pérdida de las jubilados que ubicará en el 9%, luego de contabilizar la inflación del corriente mes.
Teniendo en cuenta este contexto, y por la mejora en la recaudación de los últimos dos meses, el gobernador decidió otorgarles un bono de 100 mil pesos a los jubilados y pensionales que cobran un haber de hasta 1.300.000 pesos. Lo recibieron 78 mil pasivos. La medida tuvo un costo fiscal para el Gobierno de 7.800 millones de pesos.
Para compensar a los activos, los empleados públicos percibirán también un bono de 100 mil pesos el próximo 18 de enero. Se trata de una mejora que se acordó en el último acuerdo paritario.
Los docentes no percibirán esta suma no remunerativa, ya que recibieron otras mejoras en la paritaria que firmaron antes que el resto de los gremios.
Lo que viene
El gobernador Llaryora consiguió entre septiembre y octubre firmar con los estatales acuerdos paritarios hasta marzo venido. Esto le permitió al Gobierno provincial terminar el año sin conflictos y no tener reclamos salariales hasta después del verano.
Los docentes (UEPC) serán los primeros en discutir salarios, en febrero próximo. Con una mejora en la recaudación y con la inflación en descenso, en la mesa de las negociaciones que encabeza por el Gobierno, el secretario General de la Gobernación, David Consalvi, los gremios buscarán recuperar parte de lo perdido durante este año.
En marzo, serán el resto de los gremios de la administración pública y salud los que se sentarán a negociar con el mismo objetivo de mejorar el poder adquisitivo de los salarios.
Además, el próximo será un año electoral, y los gremialistas estatales cordobeses tienen un particular olfato para presionar a los gobernantes de turno, cuando asoman las urnas en el horizonte cercano.