La motosierra del presidente Javier Milei apuntó también a podar el financiamiento a los piqueteros. Sin recursos nacionales, en Córdoba, las organizaciones sociales más importantes se recostaron en las gestiones del gobernador Martín Llaryora y del intendente Daniel Passerini, que pasaron a sostener a las cooperativas que integran la denominada economía popular.
El Gobierno nacional cortó toda asistencia financiera a las cooperativas que manejaban los piqueteros. Además, liberó de brindar contraprestación a los beneficiarios de lo que era el plan Potenciar Trabajo, con lo cual las organizaciones sociales se quedaron sin administrar jugosas cajas con las cuales prestaban asistencia, pero también construían poder por su capacidad de movilización en las calles.
No todas las organizaciones piqueteras recibieron la misma cantidad de fondos en los gobiernos kirchneristas, y también durante la gestión de Mauricio Macri. Fueron cuantiosos los recursos nacionales destinados a la asistencia social y los piqueteros tuvieron mucha influencia en la última década, hasta la llegada de Milei al poder.
Ahora, sin financiamiento de la Nación, y con algunos dirigentes con causas judiciales, la asistencia del Gobierno nacional es directa a través de tres programas: Asistencia Universal por Hijo (AUH), la Tarjeta Alimentar y lo que fue el Plan Potenciar, que fue dividido en dos: Volver al Trabajo y Acompañamiento Social.
No es cierta la afirmación que señala que la gestión libertaria cortó “todos” los planes sociales. Con estos tres programas directos a los beneficiarios, el Estado nacional sigue llegando a un universo de más de 10 millones de personas con un presupuesto de casi un billón de pesos mensuales.
Este volumen de fondos para el asistencialismo del Estado nacional explica en parte la escasa reacción de los sectores de menores recursos a las políticas de ajuste de Milei.
Lo que sí cortó de cuajo el gobierno libertario fue la entrega de alimentos para comedores populares y el financiamiento a las cooperativas, que, llamativamente, tuvieron un auge durante la gestión de Macri.
Lo de llamativo tiene que ver con que el fundador del PRO llegó a la presidencia con la promesa de “reconvertir” la asistencia social. No sólo que no lo hizo, sino que alimentó la estructura y el poder de las organizaciones piqueteras.
La realidad en Córdoba
El áspero recorte libertario a piqueteros tuvo impacto en Córdoba. Algunas de las principales organizaciones piqueteras hoy trabajan con cooperativas que son financiadas por la Provincia y por el municipio capitalino.
Hay dos sectores entre los piqueteros. Los que integran la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (Utep) y los que están dentro del Bloque Piquetero.
La Utep es liderada por el Movimiento Evita, que, desde mucho antes que Llaryora llegara al Centro Cívico, ya se había sumado al oficialismo provincial. También hay otras organizaciones, como Barrios de Pie y la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y la MTE, entre otras.
“El Evita” y Barrios de Pie son las más cercanas al oficialismo provincial, incluso trabajan políticamente con el PJ cordobés, lo que incluye a la gestión del intendente Passerini.
Mariano Lorenzo es legislador provincial oficialista y proviene del “Evita”. Hay funcionarios provinciales y en el municipio de esa organización.
Mientras, el Bloque Piquetero está integrado por organizaciones de izquierda, que lidera el Polo Obrero. No trabajan con la Provincia, pero mantienen diálogo con la gestión llaryorista y con el municipio.
Ambos sectores de los piqueteros cordobeses cuestionan al Gobierno nacional, pero admiten que en Córdoba hay diálogo con las administraciones de Llaryora y de Passerini.
Los piqueteros locales reconocen que la baja de la inflación y el mantenimiento de los mencionados tres planes sociales inciden para que hayan bajado los reclamos sociales en las calles, más allá de la falta de entrega de alimentos.
Pablo Montes, referente del “Evita” en Córdoba, resaltó las políticas sociales de la gestión provincial y del municipio capitalino.
“La Provincia y el municipio mantienen el financiamiento a las cooperativas, que es una salida para los desocupados. La situación social es complicada, pero hay que admitir que la baja de la inflación llevó cierto alivio a los sectores más postergados, aunque nos preocupa el aumento de la delincuencia en los barrios populares. Los comedores son una contención, pero es difícil sostenerlos”, dijo el dirigente social.
Silvia Quevedo (Barrios de Pie) es otra dirigente social que está trabajando con el oficialismo provincial. Integra la agrupación política Córdoba Futura, que lidera la ministra de Desarrollo Humano provincial, Liliana Montero.
“La gestión de Milei no se preocupa por la situación de los más pobres, aunque las organizaciones sociales también debemos hacer una autocrítica porque no les garantizamos derechos a los que menos tienen. Muchos se cansaron de depender de un plan social. Hay que cambiar la lógica y devolver la dignidad a los más pobres”, resumió Quevedo.
Entre los dirigente piqueteros más críticos, está Emanuel Berardo, líder del Polo Obrero en Córdoba. “Milei estigmatizó a las organizaciones piqueteras, especialmente a las más combativas, como el Polo Obrero. Han criminalizado la protesta social. Nosotros no desaparecimos; seguiremos reclamando en las calles. Este es un gobierno antipopular, al que no le importan los pobres”, cuestionó la cabeza de la organización social que a nivel nacional tiene a algunos de sus referentes con causas judiciales.
Mientras tanto, Rosalía Cáceres, que proviene del “Evita”, es la dirigente social con el cargo más alto en la gestión de Llaryora. Es secretaria de Economía Familiar del Ministerio de Desarrollo Social. En línea con lo que suele ser el discurso del gobernador, la funcionaria expresó. “En Córdoba, la Provincia y el municipio acompañan con créditos y capacitación para las cooperativas de la economía popular. Creemos que el equilibrio fiscal debe ser una meta, pero con la gente adentro. No se puede aplicar un plan de ajuste sin contención social”, concluyó Cáceres.
En este contexto, las organizaciones piqueteras más cercanas al oficialismo cordobés y las de izquierda están organizando una masiva protesta en Córdoba en contra de la gestión de Milei. La manifestación no tiene fecha confirmada, pero será el 11 o el 12 de diciembre. Dicen que será el primer reclamo masivo en Córdoba en contra de la gestión libertaria.