Horas antes que el presidente Javier Milei inaugure el período de sesiones ordinarias del Congreso, acto que se realizará este sábado en el inusual horario de las 21, el analista político Lucas Romero, titular de la consultora Sinopsys, adelantó en una entrevista que será transmitida en Voz y Voto (sábado a las 19.30, por el Doce) que el Presidente enfrenta un “escándalo muy peligroso para el Gobierno porque es innegable la responsabilidad objetiva de Milei en la estafa”, lo que podría generar una “resistencia política”.
Es más: Romero advierte que “hasta se puede sospechar de la responsabilidad subjetiva del Presidente (en el criptoescándalo) y esto afecta estructuralmente tres planos muy relevantes de la autoridad presidencial: la credibilidad, la honestidad y la inteligencia”, lo que pegaría de lleno en la línea de flotación del libertario.
De acuerdo con el análisis del director de Synopsis, “el Presidente ha quedado en una situación en la que para verlo inocente hay que verlo muy tonto, y eso es muy peligroso para la mirada que la gente puede tener sobre la máxima autoridad política del país”.
De acuerdo con los registros de Sinpsys, no sólo se habló mucho de Javier Milei, sino que “se habló mal de Javier Milei”. “Casi el 80% de las menciones tenían sentimientos negativos, eran menciones con interpretaciones o referencias negativas al hecho”, dijo Romero.
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Para el encuestador, es lógico que la crisis horade la imagen de Milei “porque las explicaciones que el Presidente ha dado han sido muy pobres, muy endebles, muy livianas en términos de ofrecer explicaciones a este involucramiento que ha tenido en esta estafa”.
La estrategia de “fugar hacia adelante” planteada por el Gobierno al intentar instalar otras polémicas en la agenda pública reforzó la “ausencia de explicaciones”. Por ahora, Milei y el Gobierno parecen convencidos que el camino para salir del escándalo no es el de las explicaciones, sino el de alimentar nuevas polémicas.
Para Romero, aún sin estas explicaciones contundentes respecto de su eventual responsabilidad en la estafa con criptomonedas, “Milei no va a perder el 100% de su imagen pública positiva con este hecho”, la que seguirá atada a un “contexto que está fuertemente condicionado por el proceso económico”.
“La sociedad argentina fue a votar en 2023 traumatizada por la inflación, aterrorizada por el deterioro del contexto económico y reclamando con urgencia soluciones económicas, y este es un Presidente que en esa faceta, en ese plano, si bien es discutible con matices, el programa económico está logrando algunos resultados que pudieron ayudar a construir la percepción pública de que la economía se está solucionando o que la economía está yendo en buen camino”, explica Romero.
En ese marco, “el camino de salida (de la crisis) más fructífero para el Gobierno es concentrarse en sostener la recuperación económica, en generar resultados positivos”, dijo Romero. Recordó cuando en la década de 1990 cuando, ante un Gobierno con múltiples hechos de corrupción investigados, se impuso la frase “roban, pero hacen”.
“Faltan las derivaciones más complicadas del asunto que son las judiciales, tanto en Argentina como en Estados Unidos, y eso va a tener un impacto muy significativo en la forma en que la gente procese este hecho, pero en todo caso podríamos estar frente a un evento en donde la gente se vea sometida a este dilema: tolerar algo que no me gusta porque me está resolviendo los problemas económicos”, advirtió Romero, al anticipar que el escándalo, lejos de resolverse, está en pleno proceso.
Los jueces por decreto
En este marco, una de las jugadas que parecen destinadas a “fugar hacia adelante” es la designación por decreto para integrar la Corte Suprema de Justicia de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla (ya incorporado al alto tribunal). Para Romero, “este Gobierno ha llevado sus facultades al límite del marco institucional y hasta (para algunos) extralimitándose en el uso de facultades, que gobierna sin Presupuesto, es decir, con extrema discrecionalidad presupuestaria; y ahora suma la designación de jueces de la Corte Suprema a través de un decreto simple”.
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“Estos hechos constituyen una mala calidad institucional para el funcionamiento de este Gobierno, y lo mejor que puede hacer Milei es tratar de ir a buscar los acuerdos porque, aún gobernando en hiperminoría, empieza a querer imponer sus decisiones y esto pudiera afectar, insisto, la legitimidad con que la opinión pública vea la acción del gobierno”, destacó Romero.
En este marco, en el horizonte queda por despejar qué hará la oposición, que facilitó el primer año de gestión y le habilitó un “año de excepción” a través de superpoderes y “ausencia de resistencia política”.
“El escándalo $Libra habilita a ejercer un tipo un poco más intenso de oposición política, de resistencia política”, dice Romero, quien remarca: “Podríamos tener un Congreso que empieza a ofrecerle otro tipo de resistencia y esto condicionar ese estado de excepción que venimos viendo en materia de gobernabilidad”.
“Probablemente lo que veamos es una respuesta gradual. No vamos a ver una oposición que se le va a poner en firme al Gobierno, pero sí podemos ver que empieza a crecer un poco la resistencia política que la oposición le ofrece a este Presidente. ¿Por qué? porque la gente pudiera empezar a ver un poquitito menos bien al Presidente a partir de estos hechos, en particular de este hecho tan escandaloso”, señaló Romero.