Antes de llegar a ser el candidato a gobernador de Javier Milei en Córdoba, en 2027, hay otra parada en las urnas: la de este año, en la que se pondrán en juego nueve bancas a diputados nacionales. “Vamos a apoyar al Presiente electoralmente”, adelantó Luis Juez sobre su futuro político.
La definición abre la gran incógnita: ¿qué pasará con su sociedad con Rodrigo de Loredo? “Cómo llega a una banca y en qué escudería no es problema mío”, afirmó el senador, que, algo molesto, aclara que ese no es un tema fuerte. “Fuerte es la corrupción que hay en el Gobierno de Córdoba”, aseguró.
–¿Dónde está hoy Luis Juez?
–Donde estuve siempre, en el Frente Cívico.
–¿Y eso de “quiero ser el candidato de Milei”?
–Es una expresión de deseo, como en 2015 quería ser el candidato de Macri y me dijo que era (Oscar) Aguad. Me gustaría si a Milei le fuera bien. Me gustaría terminar con este ciclo de corrupción en Córdoba y me gustaría ser el candidato. Y como le dije a Macri en 2019: “Me encantaría, me toca a mí”. Y me dijo que era una interna del radicalismo y que tenían que resolverla en las Paso, que era un compromiso, que era Negri o Mestre. “Pero en2023 te acompañé”, me dijo. ¡Sí, porque te gané la interna de 2021! Bueno, esta es la historia de mi vida. Hoy tengo una expresión de deseo. Como Colapinto, ando buscando una escudería... Si corro con un karting con rulemanes, no hay problema porque a Juez le ganan seguro; pero como ahora hay una escudería, por ahí consigo un asiento y se vuelven locos.
–¿No hay manera de ser gobernador de Córdoba si no es con el apoyo de una fuerza nacional?
–No hay manera si no logramos convencer a gran parte de los responsables de este entramado de corruptela en Córdoba de que hay que terminar con estos ciclos, cada vez más viciosos. ¿Cómo se hace? Necesitás que tipos que tengan protagonismo y liderazgo nacional también les hagan saber a sectores importantes, que son los que toman decisiones, que no es conveniente la perpetuidad de un político en el poder. Lo intenté con Macri, pero me tocó un momento de mierda porque era íntimo amigo de Schiaretti. Y luego lo forcé y llegué. Ya que ustedes hicieron una cronología de los “saltos de Juez”, quiero pararme en ese tema. No porque me afecte, sino porque cuando uno hace un ejercicio de memoria, tiene que hacerlo con todo. Y yo no hice patrullaje ideológico cuando lo quieren hacer conmigo. Ustedes saben que tengo mi ideología, mis ideas y las defiendo como puedo. Y saben que nunca me moví de los valores en los que he estado. Con Néstor (Kirchner) estaba convencido de que la “transversalidad” podía ser una buena herramienta, pero siempre le dije: “Mirá la corrupción, tenés cuatro o cinco tipos muy fuleros, como Jaime, De Vido...”, y no me equivoqué. Me pasó con De la Sota. Estaba convencido, después de 18 años peleando contra el radicalismo, de que podíamos darle a Córdoba una cuota de decencia que no le daba el radicalismo. Y me di cuenta de que la corrupción era parte de la plataforma de gobierno, y me tuve que ir. Y me pasó con Binner. Ustedes dicen que me pasé al socialismo, pero no me fui con él por eso, sino porque era un tipo extremadamente decente y honesto.
–Usted lo plantea como si fueran relaciones personales. Pero hay proyectos políticos muy diferentes detrás de esas sociedades.
–El proyecto político nuestro es el de Córdoba. Ellos tendrán sus proyectos políticos y sus miradas. Yo tengo uno para Córdoba que vengo tratando de explicar para que la gente lo acompañe. A mí, no me cambia eso. ¿Por qué tengo que mimetizarme? ¿Por qué si hablo de Fulano me tengo que asociar a sus incónductas?
–¿Y por qué Milei apoyaría su proyecto?
–No sé, no voy a hacer futurología... Capaz porque le puede interesar terminar con la corrupción en Córdoba o por tener una provincia mejor. Vamos a escuchar al gobernador en el norte de Córdoba. Se fue a un lugar adonde no fueron nunca en los últimos 25 años y donde no hicieron ni bosta. Ni una canilla de agua llevaron. Pero ahora se hace el populista y federal. Y va porque no lo puede hacer en Córdoba porque hay un fastidio monstruoso. Les debe estar llegando el Inmobiliario Urbano, el agua, la luz... Estamos entre las provincias con el kilovatio más caro y no hay una sola obra de transporte de energía. La boleta de la luz es usuraria. Bueno, supongo que a Milei le interesaría tener un gobernador austero, que en vez de contar con 26 ministerios pueda funcionar con 10, que en vez de tener semejante despilfarro del dinero público lo pueda ordenar y reestructurar.
Milei, el discurso de Davos y el femicidio
–Hay otra parte de Milei, más complicada. La del discurso de Davos, por ejemplo. Y que además incluye el proyecto de eliminar la figura del femicidio. ¿Comparte eso también?
–¿Me han visto compartirlo? Soy abogado hace 40 años, ¿me han visto defender juicios contra el femicidio? ¿Cuál fue la conducta de mis diputados nacionales cuando se incorporó la figura del femicidio en el Código Penal? ¿Cómo votaron Ernesto Martínez, Susana Masarela, Graciela Vilatta?
–Lo apoyaron.
–¿Y entonces?
–¿No le hace ruido?
–Milei tendrá una agenda que es la que dijo en campaña. Podré compartir o no un montón de cuestiones y podré tener diferencias. ¿Cómo voté este año? ¿Cómo lo hice con el tema universitario? ¿Cómo defendí la educación pública? ¿Cómo voté el tema de los jubilados? ¿Creen que Milei me llamó para cagarme a pedos? No, nada. Con el tipo tengo una relación que me permite decir eso y que no lo iba a acompañar. Recuerdo que me dijo que iba a proponer a (al juez) Lijo y le dije que no lo iba a votar de ninguna manera. ¿Por qué ahora debería mimetizarme con cosas que no he compartido?
–Entonces, ¿Milei acompañaría el proyecto en Córdoba de alguien que no comparte todo eso?
–Es una opinión con respecto a determinadas cuestiones.
–Pero no son cuestiones menores.
–Además, lo aclaró. Igual, ha habido una saña... y está bien. No vengo a hacer mileísmo, no soy de La Libertad Avanza, y no voy a terminar diciendo: “¡Viva la libertad, carajo!”. Antes, teníamos un presidente que la cagaba a trompadas a la mujer y nadie decía nada... Y de última, que lo explique Milei. Son cosas que dijo en un foro y que cuando reflexionó se dio de cuenta que, de alguna manera, había dicho algunas cosas..., aunque también probablemente era mucho más fácil sacarlo de contexto. Pero no me pongan en exégeta de Milei, no soy su títere ni ando explicando como la muda de Cristina qué mierda quiso decir.
–La pregunta es si usted comparte sus dichos.
–Soy alguien que cree que hay que eliminar privilegios. Y hay que ser muy cuidadoso con los derechos. Hay que explicarles a algunos tipos que hay una diferencia entre un derecho y un privilegio. ¿Ustedes creen que estoy en condiciones de eliminar un derecho de accesibilidad a las personas con discapacidad?
–¿Cuáles serían los privilegios?
–Estoy diciendo que, si se plantea el tema, y hay que dar el debate, hay que esclarecerlo como corresponde. Como con el feminicidio, porque no todos los países lo incorporaron en su Código Penal. Los jueces pueden calificar el tema del homicidio conforme a como suceda. Hubo posturas de tipos extremadamente defensores de los derechos de la mujer que decían que no hacía falta, que era una exageración. Es más, la Corte ha dicho que hay que ser cuidadosos con las interpretaciones. Son temas muy delicados para analizarlos tan someramente por un discurso en un foro extranjero. Y, probablemente, con una agenda que en Argentina hoy no camine.
El apoyo en 2025
–Estamos en un año electoral. ¿Cuál va a ser el rol de tu partido?
–Nosotros vamos a acompañar al Gobierno y a la postura de Milei electoralmente. Creemos que le va a hacer bien al Gobierno tener músculo político en un lugar donde está débil. Y hacemos voto para que esa incorporación de senadores y de diputados que tenga el espacio del Presidente sea con tipos formados para poder levantar el debate y mejorar.
–¿Habrá gente del juecismo en esa lista?
–No, no estamos pidiendo nada. Algo que también les cuesta entender. Simplemente hemos tenido una expresión de deseo a tres años. Ahora, yo no soy objeto de extorsión. No me usen a mí para presionar, no sirvo para eso. Se lo dije a Macri con todo respeto en una reunión extremadamente tensa. “Yo no sirvo para que me levanten por teléfono cinco minutos antes y me digan qué tengo que votar”, le dije. Soy un tipo que estudio, me caliento, pongo la cara, al que le va bien o mal, pero que siempre hace las cosas por convicción. Tampoco se puede estar todos los días diciéndole al Presidente lo que tiene que hacer. La gente lo eligió a él. A ver si lo entendemos: si tenemos un presidente como Milei, es porque la sociedad decidió que la política tradicional le fastidiaba de tal manera y le rompió tanto las pelotas que prefiere escuchar a un tipo que puede irse al pasto y decir cosas que la gente no comparte que al tradicional discurso de tipos que hace 40 y pico de años dicen cosas que después no sostienen cuando gobiernan.
–¿Quién va a ser el candidato de Milei en Córdoba?
–No tengo la menor idea. No hablé ni hablo de ese tema. No hablo de temas políticos partidarios con Milei. Le conté que me iba de vacaciones, me preguntó si me iba con la familia, me contó lo de Estados Unidos, hablamos de la agenda y le pregunté por qué había convocado (a extraordinarias) en febrero, si sabía que iba a ser muy complicado.
La relación con De Loredo
–Si va a apoyar a Milei en Córdoba, eso hace que a De Loredo no le quede otra que ir con La Libertad Avanza, porque, si no, se rompería la sociedad opositora.
–No sé, preguntale a De Loredo. No soy su traductor.
–Pero integran una sociedad.
–Sí, pero yo tomo decisiones por mi espacio. No me pidan que me convierta en el abogado de De Loredo y les venga a contar cuál va a ser su hoja de ruta. No me corresponde a mí hacerlo.
–¿Cree que De Loredo debería ser candidato?
–Es un dirigente de un prestigio monstruoso que tiene Córdoba, y ha sido un honor para mí acompañarlo, trabajar juntos, estar juntos. Para Córdoba claramente sería una pérdida si no lo tuviéramos sentado en una banca de diputado nacional. Ahora, cómo llega a esa banca y con qué escudería es un problema de él, no mío.
–Si De Loredo no va con La Libertad Avanza, tendrá que enfrentarse con usted.
–Yo no voy a ser candidato, así que no lo voy a enfrentar. Nosotros vamos a acompañar la expresión política que Milei exprese. Les traerá a ustedes alguna contradicción; a mí ninguna. Yo no tengo un matrimonio.
–Es fuerte que la oposición se divida.
–Para ustedes lo es. Pero fuerte es lo que pasó en la Legislatura, donde todos son (Guillermo) Kraisman. Fuerte es lo que está pasando con los impuestazos para sostener un esquema de corrupción; fuerte es la corruptela instalada en 25 ministerios, donde todo el mundo sabe y todos se hacen los boludos; fuerte es tener cientos de Kraisman manejando aparatos políticos y recursos económicos; fuerte es la interna del Tribunal Superior de Justicia y la del Ministerio Público Fiscal; fuerte es que no pudiéramos discutir la propuesta del ministerio de Liliana Montero sobre las “casas de día” porque se las manejan punteros políticos de otro sector con recursos del Estado; fuertes son los negocios que (Daniel) Passerini tiene con el transporte público. Pero no si Juez acompaña o no.
–Pero si la oposición se divide, ¿cómo enfrenta eso?
–Lo digo con respeto: no me pidan que busque explicaciones cuando no sé cómo se va a plantear la cuestión. Son respuestas que no tengo porque son individuales. Seguramente tendremos que discutir. Lo fuerte es que tenemos un esquema de corrupción que cada vez está más fortalecido, producto del amedrentamiento, de esta idea de partido y de pensamiento únicos.
–En la Legislatura, lo de Kraisman es un caso extremo y escandaloso...
–No es un caso extremo. No. Es un caso que se multiplica por cientos. La presidenta de la Legislatura, la vicegobernadora (Prunotto), está más preocupada por armar un partido “fascista” con pensamiento único que por administrar eso. Y quien administra los recursos de la Legislatura es ella. Si hay un tipo con un contrato irregular que tiene habilitación para cobrar, esa es una cuestión administrativa. Diría más: legisladores del PJ no tienen facultades para intervenir. Son facultades de ella que, en vez de andar boludeando y repartiendo subsidios y de hacer política para congraciarse con un partido monopólico que asusta, debería resolver sus cuestiones. Por eso, no tenemos un solo Krasiman, eso se multiplica en las agencias y en los ministerios. A mí no me la van a contar, soy el más viejo de los viejos de la política y los conozco a todos. Ahora, vamos a hablar de Oscar González porque resulta que se enriqueció de una semana para la otra. Así va a empezar a aparecer la pus que empieza a mostrar una descomposición social monstruosa.
Contratos
–Respecto de los contratos de la Legislatura, también había en los bloques opositores.
–El problema es de la administradora de la Legislatura. Y si los tiene que echar, que los eche a la mierda. ¿Me van a hacer responsable a mí o a mis legisladores? Es un problema de la vicegobernadora y a ella tienen que decirle: “No se haga la boluda. El reglamento dice que es la responsable administrativa del lugar que maneja, porque eso es indelegable. Y si hay un tipo con un contrato irregular, sea del bloque que sea, tiene que decirle al legislador, y el legislador actuará”. Pero no corten el hilo por lo más delgado. Apareció Kraisman llevando a una vieja, intentando cobrar con un documento falso, y resulta que el problema es de los legisladores. No, el problema es de una administración de corrupción. Descubrieron ese nicho, pero hay cientos de miles. Los conozco, no cambió nunca la matriz. Esto lo investigué cuando era fiscal Anticorrupción.
–Pero es de todos los bloques.
–No es de todos los bloques. Es de la presidenta del cuerpo. Nuestro presidente de bloque fue muy claro y hemos sido los únicos que hablamos. “Haga lo que tenga que hacer, señora. No nos traslade su corrupción. Nosotros no compartimos la corrupción con los bandidos”, le dijimos.
–También es cierto que ustedes nunca cambiaron un voto en la bancada.
–Podemos perder, nos pueden destrozar electoralmente, podemos insistir y se podrán fastidiar, como algunos comunicadores que ya no saben cómo disimular el odio que les generamos. Pero no vamos a cambiar, esto somos nosotros. Cuando ustedes hablan de los “saltos” de Juez, también digan que nunca me moví del combate contra la corrupción, que a los dirigentes que me acompañan difícilmente alguien los pueda señalar con el dedo por corrupción. Nunca compartimos, no nos vendemos, no transamos. Perdimos y nos la bancamos. No andamos comprando y cambiando figuritas por una moneda. Eso también es parte de nuestra historia.
–¿Qué es lo que pasa en la Legislatura? ¿Hay empleados fantasma que cobran y luego reparten?
–Lo investigué como fiscal Anticorrupción y se lo dije De la Sota. Y no sólo está pasando en la Legislatura. También en el Ejecutivo y en la Municipalidad, donde hay 870 funcionarios con sueldo promedio de $ 3,5 millones. Por ejemplo, recuerdo cuando salimos con el quilombo de los subsidios de la Tamse, el intendente llamó a una reunión en la Secretaría de Transporte, y le presentaron la renuncia todos. Chau, se acabó, nadie más habló del tema..., pero no se fue nadie. ¡Nadie! Y habían hecho contratos leoninos con Ersa, pagándole por colectivos que no prestaban servicios. El fiscal Anticorrupción de la Provincia, al que le llevamos la denuncia, no movió un dedo para investigar qué pasó con 25 mil millones de mangos de subsidios. Passerini es de una inutilidad monstruosa y lo que está pasando en la Municipalidad no tiene precedente. Hay casi cuatro funcionarios por repartición, están los de Llaryora, los de Vigo, los de Passerini y los de la banda delasotista. Se multiplican y todo eso lo pagamos nosotros. ¡Mirá si me tocara mí! Ese esquema se traslada a punteros políticos que tienen contratos, monotributos, chalequitos, relaciones con las cooperativas. El otro día, un ingeniero de San Francisco me contó lo que está pasando en su Municipalidad: el 80% de la oferta laboral es municipal. Llamaban a cada uno de los concejales y le decían que tenían 30 nombramientos.
–En el Congreso, ¿eso no pasa?
–Probablemente pase y se lo he dicho claramente a Villarruel. Y en diciembre terminé mal con ella. Le dije que se pusiera a controlar eso en vez de andar disputando poder. Los “Chocolate” Rigau existen en todos lados. Pero ¿qué pasó en la Legislatura de la provincia de Buenos Aires con la corporación política, la casta? Archivó todo. Y en Córdoba va a pasar lo mismo. Nadie va a determinar cómo mierda llegó esa mujer a cobrar. Me atrevería a decir que ni debe de haber sabido que tenía un nombramiento en el Estado. Porque a los tipos les dan 10 (contratos) y después traen los nombres. Total, eso no va salir nunca. Pasa en los ministerios, con los becarios y con los monotributistas. Esa corruptela administrativa, ¿es de los opositores? En su momento, me entusiasmó mucho cuando Macri y su amigo Schiaretti terminaron armando el Pacto Fiscal y se comprometieron a bajar Ingresos Brutos. Parecía que Córdoba iba hacia adelante. Pero fue una gran mentira. ¿La culpa también es de Milei?
–Milei ha recortado fondos de manera abrupta y, en algunos casos, bastante cuestionable.
–Probablemente. Nos encantaría conocer los número de la Caja. Los vengo pidiendo desde hace rato, pero el gobernador tiene una particular forma de ignorarnos. Le he pedido a Osvaldo Giordano que me contara cómo es el tema, porque la Caja está intervenía desde hace 32 años. Que me dijera de dónde viene el déficit. Nadie te cuenta nada, todo un gran secreto. Los números de la Provincia son un gran misterio. Hay un nivel de endeudamiento monstruoso en dólares que es imposible de sostener. Esos son los problemas en serio que tenemos como sociedad y que lamentablemente no hemos tenido la oportunidad de cambiar porque la gente eligió una continuidad de un modelo de corrupción.