En un fallo histórico, la Cámara Federal porteña ordenó la indagatoria de Mario Firmenich, exlíder de la organización guerrillera Montoneros, por el atentado con explosivos en el comedor de la Superintendencia de Seguridad Federal ocurrido el 2 de julio de 1976. El ataque, uno de los más sangrientos de la historia argentina, dejó un saldo de 23 muertos y más de 100 heridos.
La decisión judicial, que revoca el sobreseimiento de Firmenich y otros imputados, marca un hito al considerar el atentado como una grave violación a los derechos humanos, lo que implica que el delito no prescribe. Hasta ahora, la Justicia argentina solo había considerado como delitos de lesa humanidad las violaciones cometidas por el Estado durante la dictadura militar.
Ordenaron la indagatoria de Firmenich por el atentado de Montoneros
El tribunal, integrado por los jueces Mariano Llorens, Pablo Bertuzzi y Leopoldo Bruglia, hizo lugar al pedido de la Asociación de Abogados por la Justicia y la Concordia, que representa a los familiares de las víctimas. La querella había apelado la decisión de la jueza María Servini, quien había desestimado la solicitud de investigar el caso argumentando que los hechos estaban prescriptos.
La Cámara Federal, sin embargo, consideró que la gravedad del atentado y la falta de una investigación exhaustiva por parte del Estado argentino justifican la reapertura del caso.
Los jueces destacaron que el ataque fue planificado y ejecutado con la intención de causar el mayor daño posible, demostrando una “aviesa intencionalidad de generar la mayor cantidad de daños y muertes posibles”. Además, subrayaron que el Estado tiene la obligación de investigar y dar respuesta a las víctimas, algo que no ha sucedido en este caso.
“Las excepcionales características de este lamentable acto criminal y la omisión por parte del Estado Nacional de investigarlo hasta el día de hoy, sin ofrecer siquiera una mínima respuesta a las víctimas después de más de cuarenta años, constituyen circunstancias que, más allá de aspectos de razonabilidad, principios éticos y razones de justicia, no pueden ser ignoradas a la luz de los actuales estándares de protección internacional de los derechos humanos”, afirmaron los jueces Bruglia y Bertuzzi.
El fallo, que sienta un precedente importante en la jurisprudencia argentina, abre la puerta a la investigación de otros crímenes cometidos por organizaciones guerrilleras durante la década de 1970.
Los argumentos del fallo
- El atentado fue una grave violación a los derechos humanos: La magnitud del ataque y la intencionalidad de causar el mayor daño posible lo convierten en un crimen de lesa humanidad.
- El Estado argentino no investigó el caso: A pesar de la gravedad del hecho, nunca se llevó a cabo una investigación exhaustiva para determinar las responsabilidades y brindar justicia a las víctimas.
- Las víctimas tienen derecho a la verdad: La falta de investigación ha impedido que las víctimas y sus familiares conozcan la verdad sobre lo sucedido y obtengan justicia.
Repercusiones del fallo: tuit de Victoria Villarruel
Victoria Villarruel, vicepresidenta de La Libertad Avanza y defensora de las víctimas de la guerrilla, celebró el fallo.
“Hoy es un gran día para la verdad y la memoria de las víctimas del terrorismo. Cuando propuse impulsar esta iniciativa hace algunos meses en el Senado me tildaron de improvisada e inexperta, pero la verdadera justicia siempre llega. No esperamos otra cosa que una condena ejemplar para los asesinos que se esconden detrás de una ideología para matar”, escribió Villarruel en X.
Algunos sectores vinculados al kirchnerismo cuestionan la decisión, argumentando que equipara los crímenes de la guerrilla con los de la dictadura.
El proceso judicial que se inicia ahora tendrá la tarea de determinar las responsabilidades de los imputados y, eventualmente, castigar a los culpables.
Este caso sienta un precedente significativo en la justicia argentina, ampliando el concepto de delitos de lesa humanidad y abriendo la posibilidad de investigar otros crímenes cometidos por organizaciones guerrilleras durante la década de 1970.