El gobernador, Martín Llaryora participará este martes, en Buenos Aires, de la 30° Conferencia de la Unión Industrial Argentina (UIA), que se desarrollará bajo un clima de tensión entre el sector y el Gobierno nacional por la apertura de la economía.
La presencia de Llaryora fue confirmada desde el Centro Cívico.
Desde la organización se anuncia que el mandatario cordobés formará parte de un panel con sus pares de Santa Fe, Maximiliano Pullaro; de San Juan, Macelo Orrego, y de Jujuy, Carlos Sadir. Al momento, su presencia no fue confirmada en forma oficial.
“Consensos y acuerdos para alcanzar un modelo productivo federal”, es el título del segmento que se realizará en horas de la tarde en el salón central del Centro de Convenciones de la Capital Federal.
Si bien fue invitado especialmente a participar, el presidente Javier Milei no confirmó su presencia. En cambio, el ministro de Economía, Luis Caputo, ya avisó que no irá.
La representación oficial estará a cargo del Secretario de Coordinador, Juan Pazo, quien ofrecerá la “Hoja de ruta productiva 2024-2027”, en la última actividad matutina.
La ausencia (casi segura) de Milei y el desplante de Caputo no pasan desapercibido entre los industriales ya que ambos, e incluso funcionarios de Hacienda, se han repetido hasta dos y tres veces por día en diferentes foros llevando la palabra oficial.
Historia
En 2023 la Conferencia Industrial -siempre programada para esta fecha- se produjo en medio del recambio presidencial. En esa ocasión, Milei tampoco participó del evento para evitar complicar la transición. Sin embargo envió a dos espadas fuertes: la designada canciller (ahora ex), Diana Mondino, y a Guillermo Francos, quien el 10 de diciembre arrancaría como ministro del Interior.
En esta ocasión, la palabra del gobierno será la de un funcionario con poder en el Ministerio de Economía por su cercanía con Caputo, pero de segunda línea en el organigrama oficial. La señal que envía el gobierno es contundente. Tampoco estarán presente el secretario Industria y Comercio Pablo Levigne o el secretario Pyme Marcos Ayerra.
Los industriales atribuyen esta posición del gobierno a las diferencias que públicamente se plantearon desde el sector frente a la apertura económica que propone el Ejecutivo.
Hace una semana, la UIA publicó un documento en el que le pidió al gobierno que avance en una agenda para garantizar la competitividad de la economía argentina.
“Las autoridades de la Junta Directiva coincidieron en que si no se resuelven los problemas de competitividad del país, desde la baja de impuestos, las mejoras en infraestructura y conectividad, la promoción de inversiones nacionales y la modernización de los regímenes laborales, avanzar solo con políticas de apertura comercial está teniendo consecuencias negativas”, dice uno de los párrafos más salientes del texto dado a conocer.
A los pocos días las pymes se sumaron al pedido de la UIA y alertaron sobre el riesgo del cierre de 25.000 pymes y la pérdida de unos 30.000 puestos de trabajo. Lo hicieron en un informe del Observatorio Industriales Pymes (IPA).
Caputo les contestó en un viaje relámpago que hizo a Corrientes donde aseguró que antes de abrir la economía el gobierno “va a equilibrar la cancha”, mediante la baja de impuestos para recuperar competitividad. Incluso minimizó el efecto de la flexibilización de los envíos “puerta a puerta”: “Son montos chicos que no influyen”, destacó.
Desde el sector industrial no tienen muy en claro que eso vaya a suceder en los plazos perentorios y alzan la voz temprano.
El Indec jugó a favor de los industriales al difundir el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) de septiembre con una baja de la actividad general de 0,3%.
En el desglose sector por sector, la industria mostró una caída interanual de 6,2% y una contracción de 2,4% con relación a agosto, poniendo en revisión incluso las proyecciones más optimistas realizado por consultoras privadas.
El indicador de producción industrial que elabora Orlando Ferreres y que va más adelanto que el informe del Indec reveló que en octubre, la producción manufacturera creció 1,4% interanual, pero retrocedió 0,5% frente a septiembre.
De este modo se afianza la idea de que los buenos resultados macroeconómicos aún siguen sin permear a la micro economía, lo cual es un dato que en el gobierno cada vez siguen más de cerca.
Sin funcionarios nacionales de peso en los atriles, se espera que los discursos en la conferencia industrial mantengan la diplomacia habitual, pero con un contenido de peso a favor de la protección de la industria nacional.
Pero además de las cuestiones de índole estrictamente económicas, también la política juega en esta decisión del gobierno de vaciar el escenario de los industriales.
Cabe destacar que Techint expresa una muy buena sintonía con el presidente Milei.