El ministro de Economía, Sergio Massa, superó este martes su primer test en el mercado al canjear compromisos de deuda por $ 2 billones y ahora se prepara para convocar a empresarios y a sindicalistas con el objetivo de coordinar el rumbo que tendrán los precios y los salarios en los próximos 60 días.
“Despejar los vencimientos nos posibilita trabajar de manera más ordenada sobre los recursos y gastos que tenemos para administrar las cuentas públicas, además de dar certidumbre a la economía doméstica. Agradezco el enorme trabajo del equipo de Finanzas”, destacó Massa a través de su cuenta de Twitter.
El titular de la cartera económica siguió de cerca la operación de canje de deuda, que logró una adhesión del 85 por ciento. El Tesoro Nacional debía afrontar vencimientos por $ 615.862 millones en agosto; por $ 1.123.801 millones, en septiembre; y $ 807.068 millones, en octubre.
En el gobierno precisaron que la conversión logró reducir los compromisos a $ 115.318 millones, $ 209.337 millones y $ 155.336 millones, respectivamente.
“Cabe destacar que el 83% de los vencimientos proyectados para el mes de octubre, fueron colocados en el instrumento dual con vencimiento en septiembre de 2023. Es decir, se adjudicaron $ 651.862 millones post PASO 2023″, destacaron.
Massa tenía previsto acompañar al presidente Alberto Fernández en un acto en Lomas de Zamora, pero se bajó a último momento para avanzar con las reuniones tendientes a ponerle un tope al gasto público.
Junto al secretario de Hacienda, Raúl Rigo, y al jefe de Asesores del Palacio de Hacienda, Leonardo Madcur, recibió a representantes de otros ministerios para fijar las prioridades del futuro inmediato.
En el evento, el Jefe de Estado reveló que junto a su flamante ministro acordaron convocar en los próximos días a empresarios y sindicalistas para tratar de alcanzar un acuerdo que permita “alinear precios y salarios por 60 días” frente a la indómita marcha de la inflación.
“Hablábamos con Sergio y los dos estábamos de acuerdo en una idea, que es en el transcurso de esta semana convocar a los empresarios y a los sindicalistas de la Argentina, para sentarnos en una mesa, marcarnos una hoja de ruta y para alinear precios y salarios por los próximos 60 días”, dijo Fernández.
En rigor, la búsqueda de consensos con empresarios y sindicalistas fue también la apuesta de MartínGuzmán, quien dejó el Ministerio de Economía desgastado por las críticas de Cristina Kirchner.
El presidente Fernández ratificó que su objetivo es “que los salarios le ganen a la inflación”, “que de una vez por todas los precios se contengan” y “que de una vez por todas los especuladores desaparezcan de la escena”.
Se mostró con el flamante secretario de Comercio, Matías Tombolini, quien también apuntó contra los “abusos de aquellos que importaban al dólar oficial y en la góndola nos ponen el precio que quieren, el paralelo, especulando”.
“A ellos no los vamos a perseguir, se van a venir a sentar solos porque les vamos a tocar la fibra que más les duele que es el bolsillo; vamos a generar las alternativas que necesitamos para que los precios sean los precios justos”, prometió.
El panorama es más que preocupante: los cálculos privados indican que en julio se produjo el mayor salto mensual de los precios desde abril de 2002 (el dato oficial lo difundirá este jueves el Indec) y que el año terminará con un salto superior al 90 por ciento.
Para tratar de reducir los daños colaterales de la crisis, Massa pretende también recomponer los ingresos de los sectores más vulnerables. Este miercoles anunciará junto a la titular de la Anses, Fernanda Raverta, el pago de un bono para los jubilados y este jueves tiene previsto recibir a los integrantes de la CGT para tratar de establecer algún mecanismo que promueva alguna recuperación del poder adquisitivo.
En el equipo de Massa se muestran optimistas y hasta creen que la crisis cambiaria comenzará a aflojar en las próximas semanas, cuando disminuyan las importaciones de energía.
“La falta de dólares esperemos que se pueda ir resolviendo a partir de septiembre, cuando dejemos de tener los gastos en materia energética”, dijo el secretario de Producción, José Ignacio de Mendiguren.
De Mendiguren lanzó su apuesta tras la reunión que mantuvo con las autoridades de la Unión Industrial Argentina (UIA), entidad que integra y que presidió en dos oportunidades.
Para el experimentado escolta de Massa, la escasez de dólares “no es un problema estructural sino coyuntural porque la industria argentina, el sector productivo argentino, está generando dólares”. Los últimos números oficiales convalidan sus argumentos: la industria creció 6,9% interanual en junio de 2022 y 2,6% respecto del mes previo.
El BCRA volvió a vender dólares
Sin embargo, la situación en el Banco Central alimenta preocupaciones. La entidad monetaria vendió U$S 64 millones para cubrir la incesante demanda vinculada con el pago de las importaciones de energía, que en agosto demandaron 600 millones.
Fue la décima sesión con saldo negativo para el BCRA, pero su titular, Miguel Pesce, salió a afirmar que cuenta con los recursos suficientes para transitar los próximos meses. “Hemos tenido niveles de reservas más bajos que este y pudimos afrontar la situación”, dijo en radio El Destape.
Pesce también reconoció que el swap de divisas con China, cuyo límite es de U$S 20.000 millones, “está activo y se está utilizando”.
Pero buscó quitarle dramatismo a la situación: “Podemos terminar agosto en una situación de empate o de recuperación parcial de reservas”.