La interna entre Cristina Kirchner y Ricardo Quintela está entrando en su recta final. Las elecciones pautadas para el 17 de noviembre definirán al conductor o conductora del principal partido opositor al Gobierno Nacional.
Cada uno de los principales referentes del espectro político justicialista ya han tomado posición en la disputa electoral, todos menos uno, Axel Kicillof.
Quien ha tomado cartas en el asunto fue el hijo de la ex vicepresidenta y actual dirigente de La Cámpora, Maximo Kirchner. En una entrevista con Jorge Rial habló sobre el rol del gobernador bonaerense en estas elecciones. Cuando le consultaron si su agrupación va a militar a favor de Kicillof contestó: “Hasta el 17 de octubre sí” pero “hoy habrá que discutir dentro de la fuerza” qué habrá que hacer.
La disconformidad de Maximo se debe a que el 17 de octubre, en el acto del gobernador por el día de la lealtad en Berisso, Kicillof evitó pronunciarse a favor de alguno de los candidatos. “Alguien que no puede decidir entre (Ricardo) Quintela y Cristina (Kirchner) obliga a reevaluar las cosas”. Luego sentenció “Eso no se hace, ella tenía una debilidad enorme por él”.
“Para mí es muy fácil elegir, Axel luego lo explicará o no”, dijo el diputado durante una entrevista por Radio 10. Sin embargo, el dirigente camporista trató de minimizar sus propias críticas. “Yo no estoy limando a Kicillof”, afirmó, aunque admitió que tiene diferencias con el gobernador. “Son diferencias que tienen más que ver con mezquindades políticas que con realidades”, precisó.
“Me sorprende que digan que estoy limando a Axel”, subrayó el dirigente bonaerense, quien recordó que los diputados provinciales de su grupo “siempre votaron a favor” de las iniciativas del gobierno. “Nadie puede decir que volteamos tal ley”, añadió, y calificó la gestión bonaerense de “eficiente”.
En otro momento de la entrevista, el diputado indicó que la decisión de CFK de postularse para la presidencia del PJ se debió a que observó “una ausencia de consistencia en cómo discutir el gobierno de Milei” por parte del peronismo.
“Todos los que la criticaron, todos los que opinaron con solvencia en la tele dijeron cosas que después no se expresaron en la responsabilidad del Estado. Hace diez años que venimos con la trompa para abajo, y en el medio la quisieron matar y endeudaron mal al país”, enfatizó para resaltar la importancia de la expresidenta.
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La historia de la interna
La primera en arrojar la piedra fue Mayra Mendoza. Fue en septiembre de 2023, cuando acusó a Axel Kicillof de cortarse solo. “Juegan a primero yo y después a también yo”, afirmó, citando una frase del Indio Solari. La intendenta de Quilmes reveló, de este modo, un conflicto que hasta entonces permanecía oculto: la cúpula de La Cámpora acusa al gobernador de querer desvincularse de Cristina Kirchner.
Un año después, Máximo Kirchner confirmó ese recelo en el Club Atenas en La Plata. Sin mencionarlo directamente, le reprochó a Kicillof haber alcanzado su posición gracias al “dedo” de la expresidenta.
Las nuevas canciones de antiguos artistas
El gobernador de Buenos Aires ha empezado a marcar cierta distancia con respecto a Cristina Kirchner. Hace un tiempo el dirigente bonaerense comentó: “Perón, Evita, Néstor y Cristina son los momentos más gloriosos de nuestro país”, pero “hay que darle un carácter de época nuevo” al movimiento que condujeron esas figuras centrales del peronismo. Con metáfora musical comparó la tendencia a aferrarse a esos símbolos con “las bandas de rock que tocan grandes viejos éxitos” y llamó a “componer una nueva, no una que sepamos todos”.
Una vez superados los enfrentamientos, surgieron las primeras señales de reconciliación. La Cámpora, brindando elogios al gobernador, decidió hacer una pausa en un conflicto que se intensificará de cara al cierre de listas de 2025.
Disputas de escritorio por el uso de la lapicera
La pelea es por la gestión del poder. No hay discordias ideológicas, sino diferencias de construcción política y –de fondo– torpes tironeos por la lapicera. “Cristina es una líder natural, pero necesitamos a alguien que conduzca el movimiento”, lanzó hace unos meses el intendente Jorge Ferraresi
Desde la gobernación rechazan de manera rotunda que Kicillof sea receptivo al rupturismo. “Axel es, fue y será guiado por Cristina. No desea jubilarla”, enfatizan y subrayan que es absurdo pedirles que den órdenes a Ferraresi o Larroque, quienes tienen más trayectoria kirchnerista que el propio gobernador. Sin embargo, señalan que la sociedad actual es diferente a la de principios del siglo XXI y están abiertos a discutir las nuevas demandas sociales. Recuerdan que la expresidenta, tanto en su discurso en Merlo como en la carta que envió a Milei hace tres semanas, instó a generar nuevas propuestas. “Si seguimos desconectados de la realidad, no podremos ofrecer una alternativa”, afirman.
“No sonó el teléfono”
A pesar del ida y vuelta político, Maximo afirmó que su relación personal con el gobernador “es buena” pero reveló que en los últimos días debieron volver a reunirse y no lo hicieron. “Nos juntamos antes que el gobernador viaje a Italia a ver al Papa. Terminó la charla con idas y vueltas. Y el gobernador dijo ‘apenas vuelvo de Italia los llamó’. Y no sonó el teléfono”, apuntó.
En ese almuerzo Máximo estuvo acompañado por el diputado Wado de Pedro, el senador Mariano Recalde y la secretaria de Juventud Peronista, Lucía Cámpora. Los ministros que acompañaron al gobernador Kicillof eran Carlos Bianco y Andrés Larroque, junto con la secretaria general de la Provincia, Agustina Vila.
“Si alguien estuviera molesto con algo levanta el teléfono, llama y dice ‘che, no estoy de acuerdo con esto’. Esa gimnasia no estuvo. Cada uno tiene que hacer lo que tiene que hacer”, sentenció el líder camporista.