Fadea eligió el momento. Con la conducción de la empresa bajo revisión y a la espera de definiciones políticas, la Fábrica Argentina de Aviones “Brigadier San Martín” presentó avances en uno de sus proyectos más relevantes de los últimos años: el IA-100B, el nuevo entrenador básico y acrobático destinado a la Fuerza Aérea Argentina.
Todo en un contexto en el que se discute la salida de unos 200 trabajadores (mediante retiros voluntarios), y en el que la fábrica funciona bajo el paraguas de un Procedimiento Preventivo de Crisis, que comenzó en junio pasado y se extenderá, al menos, hasta fines de febrero próximo.
El gesto de la presentación del avión no fue casual. Mientras se define si el abogado porteño Julio Manco continuará al frente de la compañía (se esperan novedades en las próximas horas), la fábrica buscó mostrar gestión ante la asunción del militar Carlos Presti como nuevo ministro de Defensa.
La aeronave, que acumula más de 20 horas de vuelo de pruebas, se encuentra en proceso de certificación y representa un paso clave para la reconfiguración del sistema de entrenamiento de pilotos militares.
Se trata de un avión biplaza, de diseño aerodinámico optimizado, construido íntegramente en materiales compuestos mediante tecnología de pre-impregnado, con cabina acristalada y aviónica digital tipo glass cockpit, tren de aterrizaje retráctil y bajo costo operativo por hora de vuelo.
Según detallaron desde Fadea, el IA-100B fue concebido como entrenador inicial y acrobático, pensado para cubrir la primera etapa de instrucción de los futuros pilotos de la Fuerza Aérea.
Su incorporación permitiría complementar al IA-63 Pampa III y facilitar la transición hacia aeronaves de mayor complejidad, como los cazas F-16 recientemente adquiridos por el Estado argentino.
Parado
El IA-100, conocido también como “Instructor Básico Malvinas”, era un proyecto que se encontraba frenado desde hacía meses. El plan inicial era que despegara en mayo pasado, ya que estaba en condiciones de hacerlo.
Pero la crisis desatada por el retraso en el pago de los sueldos lo impidió.
En aquel momento, el objetivo de Fadea con este avión era lograr un contrato para proveer a la Fuerza Aérea, además de concretar ventas a Uruguay y Paraguay, ya que ambos países tienen cartas de interés en el producto (según la fábrica, el interés sigue y además existen conversaciones con otros potenciales clientes, aunque sin precisiones sobre plazos o volúmenes de producción).
Presentación
La presentación del avión se dio en un contexto institucional particular. FAdeA atraviesa una etapa de definiciones, tanto en lo referido a su conducción como a su rol dentro de la política de defensa. En ese marco, la empresa buscó poner en primer plano un proyecto que viene desarrollándose desde hace varios años y que estaba frenado en los últimos meses.
“El IA-100B es una muestra concreta de las capacidades de la industria aeronáutica nacional”, afirmó Manco durante el acto.
El directivo destacó el trabajo de los equipos técnicos y señaló que el proyecto avanzó “incluso en un contexto complejo”, con el acompañamiento de las autoridades nacionales en los últimos años.
Desde la compañía subrayan que el programa no se limita a lo militar. El diseño del IA-100B contempla también versiones orientadas al mercado civil, con potencial aplicación en escuelas de vuelo, aeroclubes y operadores privados.
Según Fadea, el desarrollo del avión involucró a más de 20 proveedores nacionales, que participan en la provisión de componentes y sistemas clave.
Proveedores con los que Fadea, vale recordar, mantiene una deuda de más de 18 millones de dólares.
