Javier Milei fue un fenómeno que casi nadie vio venir en las Paso presidenciales del 13 de agosto. Lo de “casi” tiene que ver con que Juan Schiaretti dice que tenía datos que pronosticaban que el candidato de La Libertad Avanza iba a ser quien le disputaría en Córdoba ser el más votado de manera individual.
Ya se sabe, Milei fue el precandidato presidencial que más votos cosechó en esta provincia, con el 33%, aventajando al propio Schiaretti, que sumó el 27% de los sufragios en la provincia que gobierna desde hace casi ocho años de manera ininterrumpida.
“El sábado antes de las Paso, hablando con Martín (Llaryora), le comenté que, según las últimas encuestas que había visto, Milei era el que más venía creciendo en Córdoba. A mí no me sorprendió acá, pero sí a nivel nacional”, había comentado en los últimos días el mandatario provincial y candidato presidencial por la alianza Hacemos por Nuestro País.
Las primarias ya son historia. Fue una encuesta concreta y realista sobre los posicionamientos de cada aspirante presidencial.
Sin dudas, Milei fue el gran ganador y el rival por vencer o al menos por acortar distancia para el resto, en la primera vuelta de octubre.
Son cinco los candidatos que competirán en esta elección, que ya están en campaña.
En el comando schiarettista reconocen que Milei puede ser la “bestia negra” que más votos le puede restar al gobernador en esta provincia.
El gran objetivo de Schiaretti es defender los 565 mil votos que sacó el 13 de agosto en Córdoba.
Sabe que los tres principales candidatos presidenciales vendrán a la provincia para tratar de pescar en su pecera.
Sergio Massa será el adelantado. Llegará este viernes a Villa María, con la excusa de anunciar el proyecto del gasoducto La Carlota-Tio Pujio.
Pero el objetivo político del candidato presidencial oficialista es dialogar con más de un centenar de intendentes peronistas. Con ellos compartirá un almuerzo en Villa María.
“Las Paso fueron una encuesta concreta en todo el país. Analizamos cada provincia y haremos un trabajo artesanal de ir a buscar los votos allí donde creemos que podemos conseguirlos. Córdoba es uno de esos distritos”, dicen en privado los operadores massistas.
Juan José “Juanjo” Álvarez llegó a Córdoba el miércoles pasado para dialogar con todos los sectores que integra el dividido frente Unión por la Patria. La palabra “unión” parece una contradicción del sello de la alianza oficialista nacional.
El experimentado dirigente bonaerense, un exduhaldista, busca unificar a todos los sectores en Córdoba para que les bajen a los intendentes y dirigentes peronistas un mensaje sin grises.
“Patricia (Bullrich) se está cayendo; ‘el Gringo’ (Schiaretti) sólo compite por uno o dos diputados, el próximo presidente será Milei o Massa. Hay que apoyar a Sergio”, les dijo a una veintena de peronistas cordobeses con los que cenó en la noche del miércoles.
El temor al “León”
Schiaretti sabe que Massa viene por los votos peronistas y que Patricia Bullrich llegará la semana próxima con su discurso anti-K, pero quien le preocupa es “el León”, como le gusta que lo identifiquen al candidato libertario.
“Milei es un fenómeno político-electoral, y, como todo fenómeno, es difícil de enfrentar. En Córdoba no tiene nada, estructura ni publicidad, pero les ganó a todos”, dice un schiarettista puro, tratando de describir –sin ocultar su intriga– lo que sucedió en las recientes Paso.
Schiaretti se lo dijo a La Voz, el día después de las Paso. No modificará su estrategia ni su mensaje para las elecciones de octubre.
“Soy el único candidato del interior que defiende el federalismo, la producción y el trabajo. Y, además, soy cordobés”, dijo el candidato presidencial, enviando un mensaje a sus comprovincianos.
Como ocurrió en las primarias, la gran apuesta de Schiaretti será Córdoba, pensando en octubre.
En esta provincia consiguió el 62% de los 907 mil votos que obtuvo a nivel nacional.
Más que salir a buscar votos a otras provincias, el plan del gobernador será retener los sufragios que consiguió el 13 de agosto.
Los schiarettistas descuentan que será muy difícil repetir esa elección en octubre.
Creen que los tres principales candidatos están en condiciones de sacarle votos a Schiaretti, con el solo argumento del voto útil.
Hay que tener en cuenta, y los cordobeses lo saben, que el gobernador no tiene chances de pulsear por el poder real, como sí lo harán Milei, Bullrich y Massa, por orden de cosecha de votos en esta provincia.
¿Cómo defenderá Schiaretti su porción electoral en Córdoba ante el fenómeno Milei?
El gobernador no tiene un plan concreto para el libertario. Tampoco centrará su discurso en el candidato ultraliberal.
Schiaretti sigue cuestionando a Massa, a quien identifica como el candidato del “cuarto gobierno kirchnerista”, el “bendecido” por Cristina Kirchner. El gobernador intenta exponer al ministro de Economía en el distrito más anti-K del país.
También a Bullrich, a quien le pone el sello de macrista. “Al igual que el kirchnerismo, el macrismo fracasó en la gestión y forma parte de la maldita grieta que nos trajo hasta acá”, repite el candidato presidencial en todos sus discursos.
De Milei, ni una palabra por ahora. Aunque, en los próximos días, es probable que Schiaretti comience a hablar de “propuestas extremistas” y cuestione la posibilidad de “dolarizar” la economía.
De ese modo, hablará de Milei, aunque sin nombrarlo.
Preparando los debates
Más allá de la campaña que ya arrancó, Schiaretti prepara con su equipo de asesores su presentación en los dos debates de candidatos presidenciales.
Los domingos 1º y 8 de octubre, primero en Santiago del Estero y luego en Capital Federal, los cinco candidatos presidenciales se verán cara a cara y expondrán sus propuestas.
Schiaretti espera mostrarse como un “hacedor” que ya implementó en Córdoba lo que propone a nivel nacional: el pregonado “modelo de gestión Córdoba”.
En estos días, y mientras se lo permita la ley electoral, Schiaretti recorre la provincia inaugurando obras de su gestión.
En cada discurso, al final, el gobernador no lo menciona expresamente, pero habla como candidato presidencial pidiendo el apoyo a su postulación de un modo encubierto.
Resalta su apoyo a las industrias y dice que llevará a la Nación sus propuestas de “subsidiar el trabajo y no a los desocupados”, en referencia a los planes sociales que impulsó el kirchnerismo y que Mauricio Macri no tocó, sino que aumentó de manera considerable.
En definitiva, Schiaretti sabe que sus rivales vienen por sus votos en Córdoba, pero al que más le teme es al “león” libertario, quien no necesitó más que su discurso y sus gestos ampulosos para ser el más votado en las primarias en Córdoba.
