“Practicamos el federalismo en serio”, aseguró el gobernador Martín Llaryora al anunciarles a los presidentes de los foros de intendentes de todos los partidos que el Gobierno provincial coparticipaba $ 3 mil millones que llegaron desde el Gobierno nacional, como Aportes del Tesoro Nacional (ATN).
El anuncio del nuevo gobernador ocurrió el viernes de la semana pasada, a través de un Zoom convocado de urgencia, en el atardecer del último día hábil del año pasado.
El desembolso de ATN para Córdoba sorprendió a propios y extraños, ya que el propio presidente Javier Milei manifestó en distintas oportunidades que él terminaría con los fondos discrecionales de la Nación a las provincias.
Se trata de una práctica muy extendida en todos los gobiernos nacionales, pero particularmente durante la pasada gestión de Alberto Fernández y el kirchnerismo.
El desembolso de los $ 3.024 millones en ATN para Córdoba por parte de la gestión nacional libertaria tiene una trastienda, atravesada por la política y, en su momento, los roces entre el kirchnerismo y el exgobernador Juan Schiaretti.
Compensación
En septiembre pasado, en medio de la campaña electoral, el entonces ministro de Economía y candidato presidencial oficialista, Sergio Massa, anunció la casi eliminación del Impuesto a las Ganancias.
Lo de “casi” tiene que ver con que a partir de las reformas que impulsó el entonces ministro, sólo el 1% de los trabajadores formales (alrededor de 90 mil) siguían alcanzados por este impuesto.
Como Ganancias es un impuesto coparticipable con las provincias, la mayoría de los gobernadores se quejaron –por lo bajo– por la disminución de sus ingresos.
Con la excepción de Schiaretti, el resto de los mandatarios peronistas le reclamó en privado a Massa.
El mandatario cordobés, que también era candidato presidencial en aquel momento, fue el único que habló en público sobre esta cuestión. “El ministro de Economía y candidato del kirchnerismo hace campaña con los fondos de todas las provincias”, disparó Schiaretti contra Massa.
Atento a que el reclamo de los gobernadores no se hiciera público en plena campaña, por medio del ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, Massa les comprometió a los mandatarios provinciales que habría una “compensación” del Gobierno nacional. Sería a través de ATN, para engrosar la recaudación de las provincias.
La mayoría de las provincias, incluso aquellas gobernadas por Juntos por el Cambio, recibieron en noviembre los ATN para compensar la baja en la coparticipación por la caída del Impuesto a las Ganancias.
Hubo dos excepciones: Córdoba y Chaco, que ahora es gobernada por el radical Leandro Zdero.
En ambos casos fue por cuestiones políticas. Zdero tuvo una transición de poder tumultuosa con el gobernador cristinista Jorge Capitanich.
Mientras que Schiaretti fue el gobernador que más cuestionó a Massa durante la campaña para el balotaje.
El entonces mandatario cordobés nunca habló bien del libertario, pero casi a diario cuestionó a Massa, a quien en cada intervención lo calificaba como el “candidato del kirchnerismo”.
En Córdoba, Milei sacó el 75% de los votos en la segunda vuelta.
Esos pocos más de $ 3 mil millones en ATN nunca llegaron a Córdoba, hasta que Schiaretti dejó el poder, el 10 de diciembre pasado.
Aunque en el Ministerio del Interior estaban esos fondos, nunca fueron enviados a la gestión schiarettista.
Gestión con Francos
Cuando asumió Llaryora, el nuevo mandatario sabía de la existencia de esos ATN retenidos.
En su momento se lo informó el propio Schiaretti, y también su ahora ministro de Gobierno, Manuel Calvo, que como vicegobernador de la gestión schiarettista sabía de la existencia de esos fondos.
El 14 de diciembre pasado, el ministro del interior, Guillermo Francos, recibió a Llaryora en la Casa Rosada.
Fue un gesto político del flamante funcionario libertario, ya que el cordobés fue el primer gobernador que recibió en su despacho que da al Patio de las Palmeras de la Casa Rosada.
Llaryora fue acompañado por Calvo, y el ministro de Vinculación Comunitaria, Daniel Pastore.
Aunque en aquel momento no trascendió, uno de los reclamos que le hizo Llaryora a Francos fue –precisamente– los ATN que no habían llegado a Córdoba, como compensación por la casi desaparición del Impuesto a las Ganancias.
Francos se comprometió a destrabar ese desembolso, cuestión que ocurrió el viernes de la semana pasada.
Los ATN son de libre disponibilidad para los gobernadores. En este caso, Llaryora decidió coparticiparlos con los intendentes y los jefes comunales, ya que los municipios y las comunas también se ven impactados por la caída de los ingresos nacionales.
Además, Llaryora aprovechó para mostrarse dialoguista con todos los intendentes, incluso los opositores.
“Todos sabemos la difícil situación del país, la provincia y las localidades. Pero, más allá de la crisis, tenemos que estar unidos, trabajar juntos, más allá de los colores partidarios de cada uno, para seguir avanzando”, les dijo a los presidentes de los foros de intendentes, abonando de estrategia de sumar extrapartidarios a su pregonado partido cordobés.
Los otros ATN
Los ATN son recursos discrecionales que el anterior Gobierno nacional utilizó políticamente.
Más allá de estos $ 3.024 millones que llegaron ahora, hubo otros $ 2.300 millones en ATN que fueron desembolsados por el anterior Gobierno nacional para Córdoba, el martes 14 de noviembre, cinco días antes del balotaje.
A esos recursos los envió el Ministerio del Interior, pero la orden habría sido de Massa, en el último tramo de la campaña de la segunda vuelta.
Juntos con aquellos $ 2.300 millones, también llegó desde la Casa Rosada un listado con intendentes a los cuales debían distribuirse $ 800 millones. El resto quedaba para reparto discrecional del Gobierno provincial.
Eran casi todos intendentes que trabajaron para Massa en la campaña o que al menos tuvieron algún gesto con el candidato oficialista.
Por ejemplo, en el listado se indicaba que 250 millones debían ir al municipio de Río Cuarto, y otros 46 al de Leones, gobernado por el cristinista Fabián “Pipi” Francioni.
Como se recordará, en la última visita de campaña a Córdoba, Massa desembarcó en Río Cuarto, donde lanzó la tarjeta Sube para la provincia.
En aquel momento, en el oficialismo provincial se comentó con insistencia que Schiaretti se habría molestado con el intendente riocuartense, Juan Manuel Llamosas, por darle espacio en la capital alterna al entonces candidato presidencial oficialista.
En aquella semana previa al balotaje, Schiaretti decidió pisar los ATN y no los giró a los municipios.
Luego, con el triunfo confirmado de Milei en la segunda vuelta, el gobernador decidió coparticipar los $ 2.300 millones en ATN con los municipios y las comunales, sin tener en cuenta el listado que había enviado el anterior Gobierno nacional.
La distribución de los recursos nacionales se hizo por índice de coparticipación de los municipios y comunas, ante el enojo –en privado– de los intendentes que figuraban como “privilegiados” en la lista que llegó desde la Rosada.
“‘El Gringo’ (Schiaretti) se tomó revancha con Massa y el kirchnerismo”, concluyó un intendente schiarettista del sudeste provincial.
