En Córdoba, nadie se anima a presagiar qué pasaría ante el eventual proceso de “fusión” entre las fuerzas de Javier Milei y las de Mauricio Macri, una reconfiguración del espacio de derecha en búsqueda de darle alguna potencia parlamentaria al oficialismo nacional después del traspié de la “ley ómnibus”.
Con distintos argumentos, tres importantes dirigentes de los espacios PRO y La Libertad Avanza coinciden en que, en caso de que el acuerdo se dé, este no tendrá un capítulo local. “No esperamos un acuerdo con el PRO para sumar funcionarios a las delegaciones nacionales en Córdoba; hay muy buenos cuadros técnicos, no hace falta dejar en manos de un cuadro político un organismo”, dice un referente de La Libertad Avanza, una forma de cerrar la puerta a socios del PRO local que ven con ambición la posibilidad de quedarse con el control de organismos nacionales que actualmente están bajo el control de empleados de carrera o directamente acéfalos.
“No hay una comunidad con el PRO en las provincias como la que existe a nivel nacional”, agrega el libertario, para quien la llave del acuerdo la tiene Milei, no Macri.
El desmembramiento del PRO cordobés pesa en el análisis libertario: como se recordará, Pedro Dellarossa, Darío Capitani y Javier Pretto, entre otros, se sumaron al cordobesismo de Martín Llaryora.
El gobernador comenzó a diferenciarse del presidente libertario en casi todos los aspectos centrales de su propuesta de gestión, por lo que el realineamiento parece imposible de gambetear para los “amarillos”.
En paralelo, el presidente del PRO Córdoba, Oscar Agost Carreño, integra el bloque de Hacemos Coalición Federal, liderado por Miguel Ángel Pichetto, pero conformado por los cinco diputados nacionales que le responden a Llaryora, entre quienes sobresale por su relación con el gobernador Ignacio García Aresca, el “hermano de la vida” del mandatario cordobés.
En el caso de Agost Carreño, se referencia en los gobernadores Rogelio Frigerio (Entre Ríos) e Ignacio Torres (Chubut) más que en Mauricio Macri, aunque también firmó la carta para pedirle que retomara las riendas del partido.
En cambio, la experimentada parlamentaria Laura Rodríguez Machado se mantiene en el bloque más próximo a La Libertad Avanza. “No hace falta una fusión parlamentaria; el acuerdo parlamentario está”, dijo días atrás la diputada nacional.
El PRO y Llaryora
En este marco, los PRO tienen visiones distintas en varios temas que atravesarán la agenda cordobesa en las próximas semanas.
El PRO que integra Rodríguez Machado, orgánico a Patricia Bullrich y a Macri, decidió defender el discurso oficialista en contra de subsidiar la oferta del sistema de transporte.
En cambio, el espacio de Agost Carreño parece más próximo a posicionarse en la “defensa” de los vecinos de Córdoba, bandera con la que Llaryora recorre los canales porteños.
“Que Llaryora gestione y ponga la Sube, que se deje de hacer la víctima, porque los subsidios no desaparecen, sólo que se deja de subsidiar a empresas para subsidiar a usuarios de la Sube”, dijo, palabras más, palabras menos, Rodríguez Machado días atrás.
“El PRO Córdoba quedará partido por la realidad. Una parte seguramente se posicionará en defensa de los cordobeses junto con diputados nacionales radicales, mientras que otro sector se ubicará en torno a las políticas de Milei”, es el análisis entre las huestes amarillas que abrevan en Agost Carreño. Él advirtió a los suyos que “no está el sí de Milei” para ningún acuerdo con Macri, y vaticinó que no cree que esté por el momento, salvo que una escalada de la crisis política se lleve a parte del gabinete nacional.
“Si a Milei le sale bien, el PRO queda absorbido, como pasó con la Ucedé durante el menemismo. Si a Milei le sale mal, el PRO será socio de la derrota. Alguien del PRO también tiene que ser parte de la construcción de la alternativa”, analizan en el “PRO de los gobernadores”.
Ambos PRO, pese a las diferencias nacionales, intentarán convivir en Córdoba. ¿Hasta cuándo serán impermeables a las diferencias y a los posicionamientos? “Todo dependerá del reordenamiento nacional”, advierten al unísono en las dos tribus.
“La fusión con el PRO es necesaria para el funcionamiento en el Congreso Nacional, no en Córdoba”, dice el libertario consultado, quien advierte que, en el plano local, el oficialismo nacional tiene representación en la Legislatura provincial, pese a la banca que ocupa Agustín Spaccesi.
