Aunque hoy los puntos en común, a nivel económico, sean pocos (uno impulsa un proteccionismo feroz, mientras que el otro quiere levantar todas las barreras comerciales), la relación entre Javier Milei y Donald Trump sigue sumando capítulos de sintonía fina.
La presencia en Argentina de tres funcionarios de alto rango en los primeros meses del gobierno de Trump ha demostrado que la administración del republicano apoya a la del libertario. Algo que, además, se coronó con el último acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
Este martes, fue el turno de Robert F. Kennedy Jr., el secretario de Salud y Servicios Humanos de EE.UU.. Durante más de una hora, de una reunión que se describió como “muy buena”, quedó una agenda para trabajar en conjunto entre ambos países.
“Se habló de una alianza con Argentina para trabajar en conjunto en distintos temas a nivel general, no solo en la salud”, fue el breve resumen de fuentes de la Casa Rosada.
Trabajar en conjunto. Como también lo mencionó el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, quien a comienzos de abril, días después del acuerdo con el FMI, viajó un lunes para reunirse con Milei en Casa Rosada.
Además de haber prometido una línea de crédito directa ante un eventual shock externo, siempre que Argentina mantenga su rumbo económico, Bessent vino personalmente a elogiar las reformas libertarias, consolidando la percepción de Argentina como un “socio regional de confianza”.
La tercera presencia de peso fue la del almirante Alvin Holsey, jefe del poderoso Comando sur de los Estados Unidos, quien se reunió con Milei a fines de abril y estuvo en Argentina durante tres días.
Acompañado por el ministro de Defensa, Luis Petri, y una comitiva de alto nivel, el militar estadounidense desarrolló una intensa agenda enfocada en la cooperación militar bilateral, la seguridad regional y el proyecto de la Base Naval Integrada en Ushuaia, clave para la proyección hacia la Antártida.

Allí aparece, además, un interés estratégico clave para Estados Unidos: en Ushuaia se construye la Base Naval Integrada, un proyecto iniciado en 2022 que busca convertir a la ciudad fueguina en un polo logístico antártico y una “puerta de entrada” al continente blanco.
En todas las visitas aparece un nombre: Abigail Dressel, la encargada de negocios de la Embajada en Argentina.
Viajes
En números, la relación con Estados Unidos está entre las prioridades de Milei. No sólo porque lo ha dicho en reiteradas oportunidades, sino porque ha viajado ya siete veces a Norteamérica.
Es más: tres de esas siete han sido luego de la asunción de Trump (fue uno de los invitados al acto), y en la segunda pudo hacer una foto e intercambiar opiniones sobre las “reformas económicas innovadoras”.
Como en la década de 1990, cuando el por entonces canciller Guido Di Tella habló de “relaciones carnales”, el rumbo otra vez está hacia el Norte. Y tan fuerte como aquella vez.