La Ministra de Desarrollo Humano, Liliana Montero en diálogo con La Voz En Vivo, aseguró que desde diciembre de 2023 no hubo un peso de la Nación para políticas de infancia, de adolescencia, de discapacidad, de derechos humanos o de diversidades.
“No es simbólico, es real. 0 peso de la Nación y el problema más grave es que también hubo 0 empatía de parte del Gobierno de Javier Milei, y algo que para mí es tremendo: el goce de la crueldad”, indicó Montero.
También señaló que percibe “la satisfacción presidencial al hacer de la humillación una política pública”.
Cuestionó la imagen de la motosierra y consideró que “en el mensaje de arrasar con todo hay una satisfacción casi sádica”.
Informó que la relación con la ministra nacional Sandra Petovello es nula y consideró que el apoyo de la mayoría de los argentinos a Milei tiene que ver principalmente con el fracaso de Alberto Fernández y con una demanda de estabilización de la economía. “Pero cuando la gente empieza a percibir que el número está por encima de lo humano, ese apoyo se empieza a resquebrajar y entiendo que eso es lo que empieza a pasar”, indicó.
Aseguró también que la Provincia reforzó su presencia en los sectores donde la Nación se retiró. “Podríamos haber recortado presupuesto a tono con lo nacional y sin embargo reforzamos partidas para salas cuna, para personas mayores y la Senaf tuvo incrementos de más de 500 % en algunos programas”, explicó Montero.
También recalcó que la Provincia pone en programas de asistencia a la discapacidad casi 120 mil millones de pesos –a través de Apross, educación especial, transporte y asistencia a las entidades que trabajan con discapacitados– y que ya no puede cubrir el impacto de la retirada de la Nación.
“La mayoría de las instituciones que trabajan en discapacidad están fundidas. Dejarlas solas con esa problemática es parte de la misma crueldad con la que se maneja la Nación”, consideró.
Procedimiento Penal Juvenil enmarcado en la ley 11.035
La ministra también sostuvo que la edad de imputabilidad no es el tema más importante en la discusión sobre los menores en conflicto con la ley penal, “sino la necesidad de políticas públicas integrales para evitar que lleguen a delinquir”. Sus declaraciones surgen en un contexto de fuerte debate a nivel nacional sobre la reducción de la edad de imputabilidad a 14 años.
“Le compete al Congreso Nacional esta discusión. Yo considero que lo importante no pasa por la edad sino por verdaderas políticas públicas. Córdoba está a la vanguardia de esa discusión y tratamos de zanjar las limitaciones de la ley nacional a través de un Código de Procedimiento Penal Juvenil.
Así resolvimos los problemas que teníamos cuando necesitábamos mantener institucionalizado a un menor de 16 años que cometía delitos graves para poder diagnosticar correctamente la situación y no podíamos hacerlo”, indicó la ministra. Recalcó que hay una escala de medidas previas a la privación de la libertad.
También aseguró que el dispositivo que rige dentro del Complejo Esperanza con los menores de 16 años que deben mantenerse privados de su libertad para su diagnóstico y tratamiento ya fue supervisado por el Tribunal Superior de Justicia, el Ministerio Público Fiscal y los jueces de menores, sin objeciones. “Son los primeros pasos
La base del iceberg
“Intentamos trabajar en la base del iceberg, porque cuando trabajás en la punta del iceberg, el chico ya delinquió. Tenemos que ir a la base, al barrio, al espacio público. Algo de lo que el Gobierno nacional se retira completamente, y nosotros entendemos que hay que fortalecer: la comunidad”, dijo, y recalcó que en la Capital cordobesa hay más de 3.000 instituciones comunitarias.
“Hay dos posibilidades frente a esas organizaciones: el Estado las destruye con la motosierra o contribuye a sostenerlas para que el crimen organizado no penetre en las barriadas más populares”, dijo Montero.
Respecto a la violencia urbana, señaló que, si bien siempre que un joven incurre en violencia es un problema, “los números no hablan de que ha habido un aumento” específico en la violencia juvenil. Por el contrario, indicó que existe un aumento general de la violencia urbana, y por ende, “la curva aumenta en los jóvenes también”.
