“Lo hemos debatido en reuniones con otros gremios: qué está pasando, qué deberíamos estar haciendo y qué hacemos que no estamos a la altura”, reconoció el histórico Rubén Daniele, líder del gremio de los municipales de Córdoba (el Suoem) en este medio. El “qué está pasando” tiene que ver con el apoyo que el presidente Javier Milei mantiene en gran parte de la población y que, en varios casos, ha condicionado el accionar de los sindicatos a la hora de las asambleas y de las medidas de fuerza que buscaban apuntarle a la Nación.
Sigue Daniele. “Dentro de los gremios pasa igual que con la gente. Y eso es lo que a veces no se percibe. En nuestro caso, hay mucha gente que votó por Milei. Las medidas salariales no tienen tanto problema; pero cualquier otra, como cuando se habla de la Ley Bases...”, agregó el sindicalista dejando la interpretación abierta.
¿Tiene rechazo Milei?, fue la consulta. “La gente no está convencida... todavía”, respondió Daniele sobre protestar contra el Presidente.
¿Se separan las bases y no quieren que la conducción platee reclamos contra el Gobierno nacional?, fue la siguiente pregunta. “Claro. Hay lugares, con asambleas honestas, de bien, con gente que dice: ‘No, no... porque eso es ir en contra de Milei’. Nos ha pasado. Sabemos que es parte de la realidad y hay que seguir. ¿Cuál es la única estrategia? Hay que dar el debate en esos lugares”, sintetizó.
La situación no es nueva y ya la había planteado otro sindicalista, en ese caso, representante de los docentes en Córdoba. “Nos cuesta avanzar cuando se trata de protestar contra Milei. Más de la mitad de los maestros lo votaron y lo bancan”, reconoció en off la fuente, en medio de la disputa salarial a mitad de año, la más difícil para el gobierno de Martín Llaryora. Eso, a pesar del recorte del Fondo Docente, que dispuso... Milei.
Algo similar contó Sergio Castro, secretario general del Sindicato de Empleados Públicos (SEP) de Córdoba. “Tenemos muchos casos de compañeros que votaron a Milei y lo apoyan. Por eso, no hemos mezclado el conflicto salarial con lo político”, expresó ante la consulta de este medio, y agregó: “A muchos no les gusta que se hable del tema”.
Castro recuerda que sus representados son parte del 74% que votó a Milei en Córdoba. “Por eso hemos sido muy cuidadosos a la hora de plantear el reclamo a la Provincia... Porque, al hablar del país, mucha gente nos dice que hay que tener fe, que hay esperar un poco más”, describió el gremialista.
De todas maneras, Castro cree que la caída de la clase media por la crisis económica va a hacer que se tome conciencia en los próximos meses de la responsabilidad de Milei. “Se va a poner candente la situación”, anticipó.
Ninguno de los dirigentes desconoce la crisis económica que vive el país y busca convencer a sus afiliados de que gran parte de la responsabilidad es del Gobierno nacional. Pero el mensaje choca muchas veces contra un inédito apoyo, que, a casi un año de gestión, se mantiene.
“La CGT avala todos los conflictos sectoriales. En los últimos tiempos los hubo, como los aeronáuticos y el transporte, que terminaron en negociaciones. Esa situación va generando un clima que los dirigentes palpamos para ver si verdaderamente en este momento... en este momento –porque no quiere decir que no lo haya en el futuro–, hay clima para un paro general”, reconoció Andrés Rodríguez, secretario adjunto de la CGT.
Y reconoció que no, que hoy no hay clima para una medida de fuerza nacional.
Lo dijo en una entrevista en radio Con Vos, de Buenos Aires, para explicar por qué se opusieron a la iniciativa que lanzó Pablo Moyano de un paro general contra Milei en diciembre. “Porque... resulta que lo decimos a la prensa y después para sólo el 50%. ¡Fracasamos! Y eso se vuelve en contra de los trabajadores”, afirmó.
Para Rodríguez, un paro es “una señal, un símbolo”, pero hoy no va a modificar la realidad económica de los trabajadores.
El periodista consultó a Rodríguez sobre si eso se daba porque la mayoría de los trabajadores que él representaba “bancaba a Milei”. El sindicalista aclaró: “No es que banquen a Milei... Algunos, por supuesto. El voto fue muy transversal. Si uno analiza el voto de 2023, hubo trabajadores que lo votaron, y clase media y hasta compañeros informales que lo votaron. Esto todavía existe. Por supuesto, cada vez disminuye más”.
En síntesis: para Rodríguez, a pesar de una “baja de la inflación ficticia”, aún hay un “núcleo de gente que pueda estar supuestamente convencida de que esto va a mejorar”.
¿Puede mensurarse la situación? Sí. Y lo hizo la Fundación Ecosur. En uno de sus últimos estudios, publicó que el gobierno de Milei “registra el nivel más bajo de conflictos laborales con paro en sus primeros siete meses de gobierno, comparado con las últimas cuatro gestiones presidenciales”. Entre diciembre y junio de este año, la administración libertaria tuvo 451 conflictos laborales con paro.
El número es más bajo que los 508 paros en el comienzo de la gestión de Alberto Fernández, 901 en el de Mauricio Macri y 763 en el segundo gobierno de Cristina Kirchner, agrega el estudio.
Resistencia
Para el politólogo Lucas Romero, el mapa general con el que hay que analiza el momento de los sindicatos es “una crisis terminal del sistema de representación política” que se parece mucho a 2001.
“La de 2001 fue la crisis de un modelo ‘por derecha’. Lo que terminaba de fracasar eran las ideas que venían de la década del ‘90, y eso generó una reacción por izquierda. Y allí emergió el kirchnerismo. Ahora, lo que fracasó fueron las ideas de un modelo distribucionista, estatista, de izquierda, y la solución se generó por derecha”, explicó el director de Synopsis.
Para Romero, Milei ha logrado, por su propia pericia y también porque el proceso lo puso allí, representar una reacción contra eso que fracasó. “La idea de la casta”, resumió.
En su visión, hoy está sucediendo algo que pasó en Italia cuando el bloqueo de la política tradicional hizo que se hiciera cargo de la situación un “gobierno técnico”, como el de Mario Draghi, entre 2021 y 2022. “Tomó decisiones impopulares, que la política no toma, que funcionaron, y entonces la gente empezó a tener empatía”, comparó.
Romero dijo que hoy la gente le está pidiendo al Gobierno ser menos político y más técnico. “La opinión pública está observando con mucho más detenimiento y de cerca a la política, y le perdona muchas menos cosas. Eso representa Milei. Y eso también aplica al segmento de los trabajadores”, agregó.
El director de Synopsis expresó que, en el caso de los trabajadores, el sector se vio “profundamente afectado” por el proceso de descomposición del país de los últimos años y hoy mira críticamente, incluso a los sectores políticos con los que se sentía afín años atrás.
“Es un fenómeno en el que ninguna instancia de representación tradicional encuentra un lugar para convocar a una movilización, para reclamar algún tipo de representación de intereses ciudadanos”, analizó el especialista al profundizar sobre los gremios.
Y agregó: “Esta es la crisis en la que se encuentran sumergidos casi todos los actores de la oposición, que no se animan a ponerle obstáculos a Milei, aun pudiendo ponérselos”.
Por eso, según el politólogo, hoy “nadie se anima a obstaculizar el proceso libertario porque hay miedo de hacerse responsables de las consecuencias”.
“Y a los sindicalistas les pasa lo mismo. Saben que, si generan algún conflicto, y eso tiene alguna consecuencia económica, la gente se los va a facturar a ellos. Por eso, no es Milei el que logra que no haya resistencia política, sino que es la gente, que acumuló ganas de salir de esta situación. Y está dispuesta a bancar. Y en ese ‘está dispuesta a bancar’ es que está muy predispuesta a cuestionar a toda aquella dirigencia política y sindical que obstaculice a Milei”, resumió.
Por eso, allí radica las condiciones de lo que Romero llama una “gobernabilidad de excepción” de Milei. “El Presidente está gozando de ciertas condiciones de gobernabilidad que están ancladas en las expectativas del público de que solucione los problemas económicos. Y mientras el Presidente les demuestre que esto está funcionando, ‘funcionando’ entre comillas, porque habrá que verlo, la gente compra”, cerró.
Recorte
Para darles contexto a los dichos, vale repasar un trabajo que difundió semanas atrás la consultora Delfos, en el que detectó un comportamiento que podría ser contradictorio, pero no lo es.
“Con respecto a los gastos y compromisos económicos de noviembre, ¿cuán probable es que usted tenga dificultades para afrontarlos?”, preguntó en su última encuesta.
El 62% respondió que tendría dificultades, contra el 35%, que no. El porcentaje fue más alto que el de agosto, cuando había llegado al 58%. Es decir, más gente con problemas económicos.
Pero, a pesar de que hay más problemas, los niveles de aprobación a Milei subieron. La imagen personal del Presidente registró un cambio de tendencia en noviembre. Según Delfos, la imagen positiva pasó del 42% al 48%, mientras que la negativa bajó del 53% al 48%.
¿Cómo se explica esta “contradicción”? Quizá, en otra de las preguntas que hizo Delfos, que apareció en los análisis de los sindicalistas: “¿Usted cree que la situación del país este año mejorará, seguirá igual o empeorará respecto del año pasado?”. Para el 47% de la población, “mejorará”.
¿Cuántos lo pensaban en agosto? El 38%.