Fracasaron las interpelaciones a funcionarios de Javier Milei en la Cámara de Diputados. La secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y los ministros de Economía y de Salud, Luis Caputo y Mario Lugones, pegaron el faltazo al recinto alegando razones de agenda y la oposición exigió que pongan una nueva fecha. La sesión fallida estuvo envuelta en una pulseada entre Martín Menem y los líderes de la oposición.
El titular del Palacio de Hacienda había sido citado para brindar detalles sobre las negociaciones con Estados Unidos, que quedaron envueltas en un desconcierto luego de que el presidente Donald Trump condicionara la ayuda financiera al resultado electoral. En tanto, la hermana de Milei y el responsable de la cartera de Salud debían responder sobre el supuesto cobro de coimas para insumos de discapacidad.
Caputo, quien no pisó nunca el Congreso desde que asumió esta gestión, tuvo la excusa perfecta: sigue en Estados Unidos. “Por razones de agenda previamente establecida y como es de público conocimiento, me encontraré fuera del país en cumplimiento de una misión oficial, lo que impedirá mi presencia en la fecha indicada”, argumentó en una nota enviada el lunes a Martín Menem, presidente de la Cámara baja.
En nombre de Karina Milei respondió el martes el subsecretario Legal de la Secretaría General de Presidencia, Juan Manuel Galli. “Debido a compromisos previamente asumidos por la secretaria general, se verá imposibilitada de concurrir al recinto en la fecha establecida”, respondió, sin mayores detalles. En la oposición no pasaron por alto que Karina, con su respuesta, convalidó que puede ser interpelada aunque no sea ministra.
Lugones también contestó el martes y arguyó “cuestiones de agenda impostergables”, pero a diferencia de sus pares se mostró dispuesto a responder por escrito. “Me encuentro a disposición a fin de colaborar en todo lo que se considere oportuno dentro del marco de las competencias que me son propias, pudiendo remitir la información pertinente por escrito en caso de que la urgencia así lo amerite”, dijo.
Germán Martínez, líder del bloque kirchnerista, salió con los tapones de punta por las ausencias. “Karina Milei y Lugones no quieren hablar de las coimas en discapacidad. Toto Caputo no quiere venir al Congreso a contar lo que sabe del acuerdo con el Tesoro de los Estados Unidos. Es un gobierno de corruptos y cagones. Lo van a pagar en las urnas”, lanzó.
Los radicales disidentes de Democracia para Siempre agregaron que “no se trata de una actitud aislada de un funcionario, sino de un modus operandi del gobierno en donde se elude al Congreso”, y aseveraron: “Deberemos encontrar junto a la mayoría del Congreso una respuesta acorde al incumplimiento constitucional que se ha dado”.
“Toma y daca”
La apuesta de Menem era demorar lo máximo posible la difusión de las respuestas, forzar una sesión y dejar al descubierto que la oposición no tenía número para sesionar. Sin embargo, desde Unión por la Patria, Encuentro Federal y Democracia para Siempre presionaron al titular de la Cámara para que blanqueara un día antes la ausencia de los citados y, de ese modo, descomprimiera la búsqueda del quórum.
Fue así que Menem, acorralado, reenvió las notificaciones de Karina, Caputo y Lugones cerca de las 22 del martes, lo que le hizo que la oposición se quitara la encima la responsabilidad de conseguir el número: sabiendo que los funcionarios no asistirían, varios diputados se ahorraron de viajar a Buenos Aires a una sesión sin sentido, en los últimos días para hacer campaña.
Menem, de todos modos, no dio de baja la convocatoria. Cuando había pasado la media hora de tolerancia, entró al recinto y declaró la sesión por fracasada. Había solo 11 diputados presentes: los seis de la Coalición Cívica, dos del Frente de Izquierda, dos radicales (Julio Cobos y Fabio Quetglas) y una salteña de Innovación Federal, Yolanda Vega.
Poco antes de que eso sucediera, los jefes de Unión por la Patria, Germán Martínez, de Encuentro Federal, Miguel Pichetto, de Democracia para Siempre, Pablo Juliano, y otros diputados exigieron, a través de una nota a Menem, que los funcionarios “informen la fecha y hora en que podrán presentarse ante esta Cámara”.
“Los mencionados funcionarios alegaron, mediante nota con fecha de ayer, cuestiones de agenda que les impidieron cumplir con la interpelación. Si bien comprendemos que la gestión y administración diaria del gobierno implica una agenda intensa, esto no puede ser un impedimento para acatar la interpelación dispuesta por esta Cámara de Diputados en el marco de sus atribuciones constitucionales”, señalaron.