De los cinco diputados nacionales del oficialismo provincial, Natalia de la Sota es la única que se sumó al plan del kirchnerismo de “vaciar” el Congreso en la Asamblea Legislativa que encabezó el sábado el presidente Javier Milei.
La hija del exgobernador De la Sota analizó su postura hasta el viernes a la tarde, y finalmente les comunicó a sus pares que dejaría su banca vacía. Esta decisión generó irritación en sus cuatro colegas, que acompañaron al gobernador Martín Llaryora en el Congreso.
Natalia de la Sota ha dicho que buscará su reelección en octubre. También se encargó de enviar otro mensaje al Centro Cívico: no aceptará un cargo en el Poder Ejecutivo.
La diputada da a entender que si el gobernador Llaryora no la tiene en cuenta para la lista del oficialismo provincial podría presentarse por otro espacio. Sergio Massa trata de convencerla para que vaya por el Frente Renovador.
En el Centro Cívico molestan algunas decisiones “autonomistas” de la diputada, pero tampoco la descartan como candidata. Un funcionario que conoce bien el pensamiento del gobernador hizo un pronóstico. “Si la decisión es confrontar fuerte con Milei, Natalia puede ser cabeza de lista o ir segunda, que es lo que quiere. Pero esa decisión no se tomará ahora; será más adelante. Además, Martín (Llaryora) esperará al ‘Gringo’ hasta último momento”, dijo la voz oficialista.
Está claro que el gobernador no tomará ninguna decisión sobre las candidaturas hasta conocer cuál será la decisión final de Juan Schiaretti. Si Milei cae en su imagen positiva en Córdoba, habrá más chances de que el exgobernador acepte competir en las urnas.
Preocupación por las críticas del arzobispo Rossi
El mes pasado, el arzobispo de Córdoba, Ángel Rossi, brindó una entrevista al diario La Nación en la cual cuestionó con dureza al Gobierno provincial por la cuestión del juego online.
En esa entrevista, Rossi apuntó a la polémica sesión en la Legislatura en la cual el oficialismo logró frenar un proyecto de la oposición para eliminar esa práctica que, para la Iglesia Católica, fomenta la ludopatía. “Hicieron jurar a un legislador por unas horas y otro oficialista se sentó en la banca pese a estar enfermo. No sé por qué ocurren estas cosas”, dijo el cardenal.
En el Centro Cívico tomaron nota de aquellas ásperas críticas del máximo representante de la Iglesia local. El 4 de febrero pasado, la Pastoral Social de Córdoba convocó a una reunión para tratar la delicada situación social, sobre todo por la falta de alimentos en los comedores populares.
En aquel encuentro de febrero no estuvo el arzobispo, pero sí en la segunda reunión, que se realizó el viernes pasado. Enterados de la presencia de Rossi, el gobernador Martín Llaryora y el intendente capitalino Daniel Passerini decidieron enviar al encuentro a los máximos responsables de las áreas sociales de sus gestiones.
La ministra provincial de Desarrollo Social, Laura Jure, y el secretario municipal de la misma área, Raúl la Cava, fueron a escuchar a Rossi, quien no ocultó su preocupación por la situación social en Córdoba.
En el oficialismo preocupa la influyente voz de la Iglesia sobre la cuestión del juego, en un momento sensible: en los próximos días se conocerán los ganadores de la licitación de los casinos provinciales, que incluye las tragamonedas. Una actividad que, siempre repite el religioso, impacta en los más pobres.
Escándalo cripto, suba de impuestos y guerra de encuestas
La campaña para las elecciones legislativas de octubre aún no arrancó, pero en Córdoba están haciendo precalentamiento. Desde el Centro Cívico difundieron dos encuestas (una de una consultora cordobesa y otra nacional), que coinciden en un resultado: el presidente Javier Milei bajó siete puntos en Córdoba luego del escándalo de la cripto $Libra.
En una nota con La Voz, el diputado libertario Gabriel Bornoroni salió al cruce de estos números y acusó al gobernador Martín Llaryora de utilizar “fondos públicos para pagar encuestas truchas”, denunció el empresario de los combustibles, inusualmente crítico del oficialismo provincial.
La guerra de encuestas no terminó con el escándalo cripto. El diputado Rodrigo de Loredo, de alto perfil en los últimos tiempos, difundió un sondeo que indica que el gobernador Llaryora perdió cinco puntos de imagen positiva luego de la suba de impuestos provinciales.
Ningún oficialista salió a responder los números del diputado nacional, como sí ocurrió con otros temas, como el número de empleados públicos. Fuentes del Centro Cívico admitieron un impacto negativo para la gestión provincial luego de que los cedulones del Impuesto Inmobiliario Urbano, y también del Rural, llegaron a los domicilios.
Uno de los ministros más cercanos al gobernador Martín Llaryora sintetizó la situación con una conclusión optimista: “Milei no enviará este año un peso a Córdoba, ni siquiera lo que nos corresponde por ley. Entonces, no hay magia, no queda otra que aumentar los impuestos. Podemos perder algunos puntos de imagen positiva, pero peor es no poder pagar los sueldos y no hacer obras. Los legisladores opositores que hablan de impuestazos no dicen nada de que Milei cortó todos los fondos a las provincias”.
De Loredo volvió a cargar contra la legisladora Bruno
Los argumentos que brindó la legisladora provincial Karina Bruno (ex-PRO) para sumarse al cordobesismo generaron otra dura reacción del diputado nacional Rodrigo de Loredo en la polémica por el aumento de los impuestos provinciales.
“Yo no fui parte de la lista de legisladores por Luis Juez o por Rodrigo de Loredo, sino por un contexto político que se dio en ese momento. Y tenemos otros objetivos. Construir el cordobesismo y sumar, no irse a los extremos”, explicó Bruno en una nota con La Voz.
La reacción de Loredo no se hizo esperar. “Son insólitas y disparatadas sus justificaciones. A vos Bruno no te conoce nadie. Sos legisladora porque te colgaste de la lista de Juez y ahora votás contra quienes te hicieron legisladora y a favor de aumentar impuestos”, replicó De Loredo.
Más allá de los dichos del diputado nacional, legisladores radicales distribuyeron declaraciones de la ahora legisladora villamariense, durante la campaña provincial, en las cuales cuestionaba con dureza al PJ.
En la boleta de Juntos por el Cambio que encabezó Juez como candidato a gobernador, Bruno ocupó el cuarto lugar en la lista sábana de candidatos a legisladores. Llegó a ese lugar por el PRO, impulsada por su jefe político, Darío Capitani.
Capitani fue candidato a intendente de Villa María por Juntos por el Cambio, enfrentando al peronista Eduardo Accastello en las elecciones del 1 de octubre de 2023, cuando Martín Llaryora ya era gobernador electo.
Luego de aquella elección municipal, que Accastello ganó por amplio margen, Capitani y Bruno se pasaron al oficialismo, unos pocos días antes de que Llaryora asumiera como gobernador. Desde ese momento, Capitani ocupa el sillón de la Agencia Córdoba Turismo.
